Hacer un listado con los mejores deportistas de una disciplina determinada en un rango de tiempo siempre generará polémicas. Si hablamos de béisbol, las pasiones provinciales y las vivencias particulares de cada uno de los aficionados inclinarán balanzas, sin tener en cuenta muchas veces las estadísticas que dejaron los jugadores.
Hoy comenzaremos una serie de trabajos donde publicaremos, según nuestro punto de vista, los nombres de los tres mejores peloteros cubanos por posición a lo largo de 60 años de Series Nacionales, teniendo en cuenta tanto el impacto de sus carreras como la impronta que dejaron con su presencia en los terrenos.
Juan Castro, elegancia y profesionalidad
Quizás sus numeritos no asombren a muchos, pero ver a Juan Castro recibir con la mascota envíos que antes mordían la arcilla, o atrapar elevados a sus espaldas, era todo un espectáculo en el terreno de béisbol.
En algunas entrevistas, Castro ha confesado que, confiado en su tremenda capacidad para atrapar pelotas sin importar el efecto que traían, muchas veces ni siquiera pedía señas a los lanzadores. Su secreto era pasar horas y horas tumbado en el suelo atrapando pelotas de ping-pong.
Aunque durante sus 16 temporadas siempre fue un bateador discreto (.228), su defensa impecable lo colocan en este selecto grupo, gracias a un promedio de fildeo de .985, y a una media de atrapados robando de 46.8%, al sorprender a lo largo de su carrera a 330 corredores en 705 intentos.
Su elegancia detrás del plato, su inteligencia y profesionalidad probada en todos los escenarios donde participó, son bien difíciles de olvidar por todos aquellos que tuvieron el privilegio de verlo en acción.
Ariel Pestano, maestría y coraje
Con una carrera de 22 temporadas, pasó 16 de ellas vistiendo los colores del equipo nacional. Ningún otro a lo largo de la historia del béisbol cubano ha estado un período de tiempo tan largo en la nómina del equipo Cuba.
Muy respetado dentro del diamante y de carácter fuerte, Pestano poseía todas las herramientas de un buen receptor: habilidad, coraje, virtuosismo, potencia en el brazo y efectividad.
A la ofensiva, se le recordará siempre como un bateador de momentos claves. Casi en el ocaso de su carrera , su cuadrangular en los playoffs contra el favorito Matanzas, que le dio el título a sus Leopardos de Villa Clara, quedará en los archivos beisboleros como uno de los momentos más espectaculares de las Series Nacionales.
Pestano terminó con un promedio ofensivo de .287, 153 vuelacercas y 905 carreras impulsadas. A la defensa apenas cometió 57 pifias, y dejó un impresionante récord sorprendiendo en las almohadillas el 56.5% de los corredores, al eliminar a 459 de los 812 que le salieron al robo.
Pedro Medina, integralidad e inteligencia
Su existiera una estadística que recogiera en un número la integralidad, la más alta sería la de Pedro Medina. Clásico cuarto bate al sacar 221 pelotas durante 17 campañas e impulsar 869 carreras, fue puntal ofensivo de sus Industriales hasta el último día de su carrera, cuando se despidió de la afición con lágrimas en los ojos.
Su jonrón en la Copa Intercontinental de Edmonton, Canadá, en 1981, para igualar las acciones en la novena entrada contra la selección de los Estados Unidos, será recordado por varias generaciones como uno de los momentos más emocionantes de la vasta historia de la pelota cubana.
Detrás del home, no fue segundo de nadie. Inteligente y previsor, estudioso a fondo de este deporte, calzó los arreos con dignidad y si su defensa no ha trascendido a través del tiempo en la memoria de los aficionados, es solo porque su poderío al bate se robaba los titulares.
El problema de Albertico es que no le daba ni un a un melón. Batear 233 de por vida en series nacionales lo dice todo. Muy bueno defensivamente, sí, pero y el bate qué. Ya en vida, nunca fue superior a Juan Castro. Así que no fue superior a ninguno de los tres que aparecen aquí.
Donde dejan al Chava, Lazaro Perez, Evelio Hernández, Jesus Escudero o el mismisimo L. G. Casanova?
Como Albertico Martinez en defensa y brazo ninguno
Dejaron fuera a Ricardo lazo.
Yo iba al estadio solo para ver catchear a Juan Castro. El tipo tenia un instinto del carajo para los fly que se iban del parque detras de home. Si él no se movia de su posicion cuando bateaban un fly de foul, podias apostar al seguro que o se iba por encima de la maya o no caia al terreno.
Y cogiendo fly de fouls que se quedaban dentro era un maestro. Nunca lo vi cogerlos con dos manos. Usaba una sola y con tremenda elegancia.
En la Habana se decía todo lo contrario,que eran antihabaneros desde los locutores hasta el comité central.
Aqui los numeros de Albertico Martinez
https://www.ecured.cu/Alber…
Medina no era bueno a la defensiva, si al bate. Faltan dos de Villa Clara en esa lista: Lazaro Pérez y Albertico Martinez. En Cuba siempre huno habanerocentrismo en el deporte y en todo, sobre todo en pelota.
Recuerdo alguien que no era de la Habana,que decía que Medina era su pelotero favorito.El decía que en cada juego se ponchaba pero que también la botaba,y también lo pasaban por bolas,algo muy sabio teniendo en cuenta que el ponche es un out,y en la pelota el out abunda más,por lo que es raro el juego donde cada pelotero no es out aunque sea una vez.