Elegidos en anteriores trabajos los máximos exponentes de la receptoría en Series Nacionales, del cuadro (la inicial, la intermedia, el campo corto y la antesala) y los jardines (derecho, central e izquierdo), así como los más destacados en funciones de bateador designado y los más letales lanzadores derechos; llegó el turno de los serpentineros de la llamada "mano equivocada".
Muchos zurdos dominantes se adueñaron de las lomitas del país desde que fue eliminado el béisbol profesional. El trio que les proponemos generará polémicas, como toda selección que tenga que ver con este deporte que los cubanos llevamos en nuestro ADN, pero el tremendo impacto que tuvieron cada uno de ellos en las épocas en que les tocó lanzar, es indiscutible.
Santiago Mederos, estilo y dominio
El "Changa" fue el lanzador zurdo más dominante de su época. Durante las 15 temporadas que se mantuvo en el box, nadie liquidó más contrarios por la vía de los strikes que él, siendo el primero en arribar a los mil ponches en Series Nacionales, y al centenar de éxitos.
Dueño de una curva endemoniada, que rompía en vertical, logró 208 ponches en una campaña con 17 victorias, todo un récord para lanzadores de la mano izquierda, además de retirar por la vía amarga a 20 rivales en un desafío y propinar ocho lechadas en una serie, récords absolutos que se mantuvieron imbatibles durante varios años.
Todo un caballero en el terreno y famoso también por su pulcritud en el vestir, siempre impecable al salir al terreno de juego, el capitalino completó 106 partidos de los 253 que inició (123 victorias), propinó 41 lechadas, ponchó a 1.420 adversarios, y apenas le anotaron 1,97 carreras limpias en 1.628.2 entradas lanzadas, logrando varios lideratos en campañas nacionales durante su vida deportiva.
Con el equipo Cuba participó en 16 torneos internacionales, entre ellos cinco Campeonatos Mundiales y dos Juegos Panamericanos y Centroamericanos, donde logró el éxito en 28 desafíos y solo aceptó 1.39 carreras limpias por juego.
Entre otras cosas, el Changa será recordado por los 21 ponches que le propinó a un equipo mexicano en la edición de los juegos regionales de Panamá-1970, y por su actuación en el mundial de 1971, donde no permitió carreras y fue escogido como el zurdo del conjunto Todos Estrellas.
Jorge Luis Valdés, disciplina y efectividad
El "Tati", como lo llamaban sus amigos má cercanos, fue el mejor lanzador siniestro de su época. Caballo de batalla de los equipos matanceros, resultó clave en los dos títulos consecutivos logrados por los Henequeneros a principio de la década del 90.
Siempre dominante, combinó a la perfección unas herramientas naturales con una gran inteligencia en el montículo, que lo llevaron a lograr 234 victorias en 20 campañas nacionales, algo que ningún lanzador zurdo ha podido conseguir.
Valdés lanzó un juego sin hits ni carreras en los clásicos cubanos y ponchó a 1.982 rivales en su carrera, dejando un promedio de limpias de solo 3.13 en medio de la llamada "era del bate de aluminio".
Con la selección nacional se lució de lo lindo, al salir victorioso en 30 ocasiones con una sola derrota. Ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona-92, cuatro Campeonatos Mundiales, cinco Copas Intercontinentales, tres Juegos Panamericanos y cuatro Centroamericanos.
En pleno apogeo de su carrera, dejó sin hits ni carreras al equipo de Canadá y le propinó nueve ceros a Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de La Habana-91.
Omar Ajete, garra y potencia
El zurdo de vueltabajo fue un fenómeno del box. Su rendimiento siempre estable ayudó a sus equipos pinareños a coronarse en cinco ocasiones en la serie cubana, haciendo funciones lo mismo de abridor que de relevista.
En 16 Series Nacionales, Ajete inició 306 partidos y relevó 143, alcanzó el éxito 179 veces, con 31 lechadas, y salvó 29 duelos. En 2.320 entradas lanzadas, le anotaron 849 carreras limpias, para un excelente promedio de 3.29, con 1.777 ponches propinados, también frente a rivales con bate de aluminio.
Fue líder en lechadas y promedio de limpias en una Serie Selectiva, comandó los juegos ganados en tres de ellas y en una ocasión fue el lanzador más ponchador.
En eventos internacionales, Ajete fue un látigo para los contrarios, alcanzando la medalla dorada en dos Juegos Olímpicos (Barcelona-92 y Atlanta-96), en tres Campeonatos Mundiales y cuatro Copas Intercontinentales, así como en dos Juegos Centroamericanos y dos Panamericanos, cerrando el juego final en Indianápolis-87 contra el elenco de los Estados Unidos para asegurar el título del equipo cubano.
Faustino Corrales un gran lanzador zurdo que también puede estar entre los tres primeros en series nacionales.En mi opinión no es bueno tomar en consideración las estadísticas de los peloteros cubanos en torneos internacionales,todos sabemos que en su mayoría,o mayoría,era pelea de leon pa’ mono y el mono amarrao.