Después que en la pasada Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en 2021, protagonizara un altercado con Miguel Díaz-Canel, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, volvió a criticar a los gobiernos de la región que violan los derechos humanos al intervenir en la sección de alto nivel de la reunión de la institución regional, reunida en Buenos Aires.
"Hay países acá que no respetan ni la democracia ni las instituciones ni los derechos humanos", dijo, en referencia indirecta al régimen de Cuba, el único de los presentes señalado por, entre otras cosas, tener la mayor cantidad de presos políticos de América.
Lacalle cuestionó la declaración final del encuentro que debe ser aprobada, puesto que en su texto se dice que la CELAC apoya la democracia, los derechos humanos y las instituciones.
El mandatario uruguayo lanzó sus críticas después de llamar a fortalecer la CELAC convirtiendo los discursos en acciones y subrayando que "para que estos foros subsistan no pueden tener el carácter de club de amigos ideológicos".
"Mal hacemos en ponerle un tinte ideológico a la CELAC", dijo. Sobre las intervenciones de los presentes, reconoció: "He escuchado discursos que comparto casi totalmente, discursos que comparto la mitad y discursos que no comparto casi nada. Pero aún así, sin compartirlos, entiendo que nuestras naciones se tienen que vincular".
"Por eso, cuidado con la tentación ideológica en los foros internacionales. Porque lo que sucede es que cuando cambia la ideología de un lado u otro los foros se desvanecen y ahí nace un foro y otro foro y es cuando el derecho internacional empieza a perder confianza en los pueblos", advirtió.
En concreto, Lacalle llamó a impulsar una zona de libre comercio entre los países del área, desde México hasta el sur del continente.
En 2021, el presidente uruguayo mencionó en sus críticas directas a Venezuela, Cuba y Nicaragua, lo que dio inicio a un careo con Díaz-Canel. En respuesta, Lacalle declamó una estrofa de "Patria y vida", el tema que se ha transformado en himno de quienes repudian al régimen cubano, ante la mirada impotente del gobernante de la Isla.
Boric vuelve a señalar a Venezuela y Nicaragua, pero insiste en olvidar a Cuba
El presidente chileno, Gabriel Boric, criticó al intervenir en la reunión a la mandataria peruana, Dina Boluarte, por la represión de las protestas, que ya dejaron casi 50 muertos, y subrayó "la imperiosa necesidad de un cambio de rumbo" en ese país.
"No podemos ser indiferentes cuando hoy día en nuestra hermana República del Perú, con el Gobierno bajo el mando de Dina Boluarte, personas que salen a marchar, a reclamar lo que consideran justo, terminan baleadas por quien debiera defenderlas", dijo, citado por EFE.
También envió un mensaje a Daniel Ortega, al sostener que es "deber" del Gobierno nicaragüense, ausente del foro, avanzar hacia la libertad de los presos políticos porque, en sus palabras, "solo con la libertad y la dignidad se fortalece la democracia y el bienestar de los pueblos".
El chileno no mencionó que el régimen de Cuba tiene en prisión más del doble de los prisioneros de conciencia que hay en Nicaragua.
Boric mencionó además el ataque golpista contra las sedes del poder en Brasilia, el 8 de enero, y afirmó que la democracia está "en riesgo" tanto en la región como en el mundo. Hizo también un llamado para que desde la CELAC y otros foros multilaterales se activen mecanismos para prever y respaldar la "vigencia plena e irrestricta de los derechos humanos y del Estado de Derecho".
"Profundizar la democracia es un ejercicio permanente que demanda a quienes somos líderes políticos a amplificar nuestra capacidad de escuchar al pueblo", argumentó el presidente de Chile.
"La política de la exclusión no ofrece resultados auténticos ni durables", agregó Boric, quien citó como ejemplos de ello el "ignominioso" embargo de Estados Unidos a Cuba y Venezuela.
Gustavo Petro: "En América Latina no tiene que haber un solo preso político"
Gustavo Petro expresó posturas similares a las de Boric durante su intervención. "¿Por qué tenemos que seguir manteniendo violaciones del sistema interamericano a pesar de que nuestros gobiernos firmaron en el pasado el tratado? ¿Por qué tiene que haber golpes parlamentarios y violentos, por qué presidentes elegidos popularmente hoy están presos, cuando deberían estar en este mesa?", interrogó, en referencia obvia a Pedro Castillo, destituido por el Congreso y detenido bajo investigación por un fallido autogolpe en Perú.
"Aquí tiene que haber un pacto democrático como se propuso en 1972. Si llegamos al poder desde las izquierdas no es para encarcelar derechas. En América Latina no tiene que haber un solo preso político", remarcó.
"Pero si llegan las derechas al poder no es para matar a las izquierdas. No es sino la convivencia y pluralidad ideológica lo que nos permite sostenernos en paz en la región que ha visto las peores dictaduras y que ha sufrido las guerras de la revolución", agregó el exguerrillero.
Mario Abdo Benítez pide abordar la situación de la diáspora venezolana
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, instó a los mandatarios que asisten a la CELAC a abordar la situación que vive la diáspora venezolana, una realidad que "no puede ser obviada, sino que debe ser abordada" y para la que hay que "buscar una solución", enfatizó.
En su discurso ante el plenario de la CELAC pidió un "diálogo sincero" y recordó que a igual que preocupan los hechos de violencia ocurridos en Perú y en Brasil, "también" inquieta el "éxodo masivo" de Venezuela.
"No podemos mirar a un lado, cuando más de siete millones de venezolanos han abandonado sus hogares pidiendo refugio" en la región, recordó el presidente paraguayo en la que fue su última intervención en este foro, ya que este año termina su mandato.
Además, Benítez recordó que, según ACNUR, la migración venezolana es la segunda crisis de desplazamiento externo de mayor magnitud en el mundo, después de la siria.
La VII Cumbre de la CELAC se desarrolla el martes en Buenos Aires con la presencia de representantes de los 33 países miembros, incluido Brasil, que se reintegró al mecanismo tras su salida en 2020, bajo la Administración de Jair Bolsonaro.
Si esos gobernantes de “izquierda” de Latinoamérica no son capaces de condenar la dictadura sanguinaria de los Castros entonces sabemos por donde vienen los tiros,tanto Boris como Petro son par de sinvergüenzas con un penetrante mal olor de comunistas,condenan al Congreso Peruano que en todo su Derecho destituyó y encarceló al comunista Castillo y aupan al mequetrefe de Díaz-Canel y hasta lo reciben como presidente cuando no es más que un puesto’adeo al servicio de la familia mafiosa de los Castros.
El discurso fue un dardo dirigido al narizón de Xing Gao.
Probe
Muy bien por Lacalle Pou, pero claramente es un caso excepcional, por no decir aberrante, en el ámbito dizque latino. Las excepciones, por honrosas y nobles que sean, no suelen ser determinantes.