La convulsa Colombia, atravesada por décadas de violencia, comenzó 2023 envuelta en el anuncio sin precedentes del presidente Gustavo Petro: su gobierno había acordado "un alto al fuego bilateral" con cinco organizaciones armadas por un lapso de medio año. Tres días después, el ELN, uno de los más renuentes grupos a participar de diálogos de paz, descartó que tal cosa se hubiese acordado.
Petro, quien también militó en la guerrilla del M19, ha colocado "la paz total" como prioridad y una suerte de axioma de su gestión de cuatro años, que comenzó el 7 de agosto de 2022. Teniendo el acompañamiento de los regímenes de Cuba y Venezuela, y en conversaciones celebradas en Caracas, Petro se anotó un tanto al lograr sentar en la mesa de diálogo al ELN y alcanzar de ese grupo, de inspiración guevarista y largamente apoyado por el castrismo cubano, un cese al fuego unilateral el 19 de diciembre, por Navidad, hasta este 3 de enero.
"El Gobierno de Petro ingenuamente pensó que solo era una suma. Si el ELN dictó alto al fuego, y el Gobierno hace lo mismo tendría entonces un alto al fuego bilateral. Esto no es matemáticas, sino política y negociación", comentó a DIARIO DE CUBA un diplomático sudamericano familiarizado con este proceso.
El ELN le lanzó una suerte de balde agua fría al Gobierno de izquierdas al sostener, este 3 de enero, que no hubo un acuerdo sobre el "alto al fuego bilateral" y que si bien, en principio están allanados para ello, tal cosa deberá discutirse y acordarse por ambas partes en la mesa de diálogo que sesionará a fines de enero, posiblemente en México.
Petro había hecho el anuncio en su mensaje de fin de año a los colombianos este 31 de diciembre, sin duda buscando un impacto en materia de opinión pública.
En su mensaje, además del ELN, Petro se refirió a la segunda Marquetalia y el Estado Mayor Central, las dos principales disidencias de las FARC; así como a dos grupos originalmente paramilitares y al igual que las fuerzas insurgentes involucrados en el tráfico de drogas: al Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia; y las Autodefensas de la Sierra Nevada.
Así como el anuncio de Petro fue recibido de forma positiva, la reacción del ELN arrojó dudas sobre los mecanismos de consultas entre su gobierno y los grupos, que son además de naturaleza distinta.
"Históricamente el ELN se ha distinguido por defender su identidad y especificidad. Eso, más los enfrentamientos que ha tenido con las FARC, impidieron que hubiese mesas integradoras para la paz, en el pasado. En la práctica cada Gobierno colombiano debe sentarse con un grupo en específico. El mensaje del presidente metió a todos en un mismo saco y eso no resultaría del agrado de los comandantes del ELN, que están en Cuba", precisa el diplomático.
El Gobierno colombiano ratificó, tras difundirse la posición del ELN, que los otros cuatro grupos involucrados en el anuncio de Petro mantienen su posición y respaldan la medida de "alto al fuego bilateral". En relación a las dos disidencias de las otrora FARC, el Estado Mayor Central FARC-EP y la Segunda Marquetalia, las autoridades dijeron que se realizarán reuniones de los mandos de estas organizaciones, para avanzar en la definición de los asuntos metodológicos y temáticos de la mesa de conversaciones de paz.
En tanto, frente a las agrupaciones del Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada, el ministro del Interior Alfonso Prada sostuvo que estas también ratificaron su compromiso con el cese bilateral. "Con estos grupos se iniciarán los espacios de diálogo sociales y jurídicos en los términos previstos en la ley 2272 de 2022", en referencia a una legislación presentada por Petro y aprobada en el Congreso que define a la paz como una política de Estado y que fue votada hace dos meses.
El ELN es la mayor amenaza a la seguridad, en este momento, por su extendida presencia y por el número de hombres armados, en comparación con las otras cuatro agrupaciones. Las cinco, según reportes de inteligencia, encontraron su fuente de financiamiento en el tráfico de drogas y la extorsión a ganaderos y comerciantes locales.
De los cinco grupos que formaron parte del anuncio de Petro, este 31 de diciembre, solo se ha instalado una mesa formal de negociaciones con el ELN. Con este grupo se retoma el proceso que se inició con Juan Manuel Santos (2010-2018) y se suspendió con Iván Duque (2018-2022). En diversas ocasiones el ELN ha anunciado altos al fuego temporales.
A diferencia del proceso de paz que se llevó adelante entre el Gobierno de Santos y la entonces poderosa guerrilla de las FARC, en esta ocasión no habrá una sede permanente en La Habana. Hace tres semanas ocurrieron reuniones en Caracas y se espera que a fin de mes sucedan en México. La comandancia del ELN, entretanto, se mantiene residiendo en Cuba.