El economista Pedro Monreal consideró que la crisis de producción de alimentos en Cuba en una prueba de "incompetencia" del Gobierno y no una simple preocupación de la población como lo ha calificado el Partido Comunista de Cuba (PCC) en su anuncio de los temas que abordará en su próximo VIII Pleno del Comité Central.
En una reflexión en X, Monreal realizó algunas sugerencias al PCC que podrían poner fin a la inseguridad alimentaria que padece la mayoría de los cubanos y que aumenta las desigualdades y pobreza en la Isla.
"Anuncian análisis del Comité Central del PCC sobre la producción de alimentos en Cuba. No es simplemente una 'preocupación' de la población sino una dimensión muy grave de la depauperación del nivel de vida y una manifestación de incompetencia gubernamental", arrancó su hilo el analista.
En opinión de Monreal, "para que fuese útil, ese análisis debería traducirse en decisiones de política agropecuaria que rebasen la cantinela habitual de las '63 medidas' y la reticencia oficial respecto a transformaciones de propiedad y de mercado alineadas con el peso decisivo del sector privado".
"Probablemente el 'análisis' del Comité Central del PCC aborde aspectos de la propiedad y tenencia de la tierra que serían incluidos en 'la ley de tierras' programada para ser aprobada en diciembre de 2024, pero, aunque ese es un componente crucial, no debería ser el único", advirtió.
El economista citó tres dimensiones de la política agropecuaria en la que habría que hacer "transformaciones relativamente radicales en Cuba en el corto y mediano plazos" como la propiedad y tenencia, el mercado, y la inversión y capital de trabajo.
"En cuanto a propiedad y tenencia pudieran establecerse MIPYMES que otorguen la figura de persona jurídica a los usufructuarios para que puedan beneficiarse rápidamente del usufructo por tiempo indefinido sin necesidad de modificar normas actuales" y otra "posible acción sería privatizar mediante subasta pública tierra estatal con extensiones entre 67,1 y 134,2 hectáreas (cinco a diez caballerías). Solamente para beneficio de personas jurídicas privadas nacionales", recomendó.
"Pudiera considerarse una meta de política agropecuaria del tipo '20 en 25 y 50 en 30': pasar al 20% de la tierra agropecuaria bajo propiedad privada en 2025 y al 50% en 2023 (actualmente la propiedad privada abarca el 14% de la superficie agrícola)", añadió Monreal.
En cuanto a transformaciones en mercados, Monreal propuso "a) establecimiento de un mercado para la compra/venta privada de títulos de propiedad y de tenencia, b) producción agropecuaria funcionando con precios de mercado, c) abolición de Acopio".
"Debería ser objetivo priorizado restituir el peso del agro en la inversión total a un nivel del 8% (actualmente es aproximadamente del 3%), importación privada directa de bienes de capital e insumos, sin aranceles, y acuerdos directos del productor privado con la inversión extranjera", apuntó Monreal.
Para el economista, "un incremento de la privatización del agro, en términos de propiedad, sería racional cuando se tiene en cuenta el alto peso del sector privado en la gestión. El agro es el único sector de la economía donde, desde hace rato, la empresa estatal no es el actor principal", precisó
"La reticencia oficial a privatizar tierra agropecuaria no tiene sentido con una actividad de 'agricultura, ganadería y silvicultura' que solamente representa el 0,75% del PIB, cuando existe una actividad de 'comercio' (un 19% del PIB) con rápida dinámica del sector privado", dijo.
En opinión del analista, "a un sector privado de muy rápido crecimiento en las ventas de bienes del comercio minorista (del 2,5% del total en 2022 al 4,3% en 2023) se le reconoce propiedad de medios y personalidad jurídica en una actividad con mucha más escala que el agro".
"Dejando a un lado la ideologización de la cuestión económica, ¿Cuál sería, exactamente, la suspicacia oficial respecto a poner en sincronía en Cuba la propiedad de la tierra con el relativamente alto grado de gestión privada ya existente en el agro?", se preguntó Monreal.
Por último, el economista citó algunos efectos probables de transformaciones de propiedad, mercado e inversión en el agro cubano: "seguridad alimentaria real (no simplemente el parloteo sobre el tema), reducción de la inflación, fortalecimiento de la moneda nacional y mejoría del saldo de comercio exterior".
Cuantos más muertos de hambre y exiliados, menos posibilidades de morir linchados (gran pensamiento castrense).
Anoche vi una entrevista del economista Carmelo Mesa Lago, ambos coinciden 100% en ese enfoque economico.
Pero el familiango kagastro se resiste a esos cambios por temor a perder el control y poder del "realengo"
La miseria alimenta la corrupción, y viceversa. Sin embargo, esta vez el ciclo de retroalimentación entre la miseria y la corrupción parece imparable. El sistema de gobierno está llegando al punto de inflexión donde los mecanismos legales no alcanzan para regular a todo el sistema económico impuesto en la isla. Semejante escenario trae consigo un desorden nacional que se presta para socavar la autoridad del Estado Policial. Digamos que se reciben las órdenes con atención, y justo después se ejecutan operaciones comerciales contrarias a las órdenes recibidas.
Es que el "bloqueo" no ha permitido en más de 65 años cosechar calabaza, boniato, malanga, ñame, en fin, ni vegetales, hortalizas, entre otros jjj. No tienen verguenza jjjj el socialismo en el mundo entero lo único que ha traído es hambre, miseria y necesidad jjj