Desde Túnez viaja a Cuba la gasolina que espera el Gobierno ¿para venderla en dólares?

La Habana compró un cargamento millonario de gasolina en Túnez, que llegará a fines de mes a Cuba, en lo que podría tratarse de una operación que permita abastecer los servicentros que venderán ese combustible en dólares, tal y como fuera anunciado por las autoridades, que pospusieron la aplicación de esa y otras medidas de su paquetazo económico.

Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, indicó a DIARIO DE CUBA que el tanquero de bandera de las Islas Marshall Eco Fleet, de 39.000 toneladas, "cargó el pasado 7 de febrero aproximadamente 33.000 toneladas de gasolina (280.000 barriles) en el puerto de La Shirra, en Túnez".

Esta redacción verificó esa información a través de dos webs de seguimiento de buques. Vessel Finder ubicó al buque camino a Matanzas, con fecha de arribo el 24 de este mes. Por su parte, Marine Traffic lo geolocalizó con igual destino, navegando al sur del archipiélago de Madeira, en el océano Atlántico.

Piñón agregó que, según sus cálculos, el cargamento tiene un valor aproximado de 26 millones de dólares, sin considerar el costo del flete.

La Habana propuso la aplicación de la medida estrella de su paquetazo económico, que debió entrar en vigor el día inicial de febrero, y supone el incremento de hasta un 400% del precio de la gasolina y el fueloil, así como la dolarización parcial de su comercialización. 

Según la versión oficial, ofrecida en la televisión nacional por la viceministra de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo, la posposición se debió a "un incidente de ciberseguridad en los sistemas informáticos para la comercialización de los combustibles".

El problema tuvo su origen, aseguró la funcionaria, en "un virus desde el exterior", asunto sobre el que las autoridades están haciendo "una investigación". Desde esa fecha, ningún representante oficial se ha referido públicamente al tema.

La crisis de combustible que vive Cuba, pese a que el Gobierno no ha ofrecido detalles al respecto, es grave. El fin de semana último, el estatal Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) de Cuba anunció la suspensión de todos los torneos nacionales en desarrollo y la posposición de los que debían comenzar en las próximas jornadas, incluidos los de béisbol, fútbol y ciclismo, a causa de la escasez de combustible. 

También la estatal Unión Eléctrica (UNE) lleva semanas reportando crecientes déficits de generación de electricidad, que han dado lugar a extensos apagones, debido a la carencia de combustible para la generación móvil. Ello, mientras el país recibe cargamentos de combustible regulares en cantidades similares a las de los pasados meses.

La subida del precio del combustible y su venta en dólares fue decidida por el Gobierno "para incentivar el ahorro, para contener la demanda, por los altos precios a los que se enfrenta el país para la compra de los combustibles en el mercado internacional y poder destinar a otras producciones de la economía", aseguró la viceministra Granadillo.

Esa funcionario concluyó diciendo que "se informará oportunamente cuando las condiciones estén creadas" para aplicar la subida de precios.

A inicios de año, el Gobierno anunció que a partir del 1 de febrero se aplicarían nuevos precios minoristas de venta del combustible en la Isla. La medida implica además la creación de una red de 28 servicentros, de los 613 existentes en el país, que venderán el combustible en dólares. 

Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, comentó que este incremento busca que los turistas paguen a la tasa de 120 pesos por dólar, así como que se pueda regular la comercialización para evitar las colas, que desde 2023 se han hecho crónicas en los servicentros de la Isla.

Agregó que otro objetivo es que la recaudación en dólares sirva para comprar combustible en el mercado internacional y "poder reaprovisionar gasolina y diésel". Pero lo anterior, agregó, no "quiere decir que vamos a asegurar desde el primer día un suministro en dólares" en los servicentros. O sea, que la escasez se mantendrá.

Sin haberse aplicado la medida ahora pospuesta, el precio de la gasolina y el diésel se disparó en Cuba a partir de enero, así como las colas en los servicentros.

Asimismo, la reacción de los cubanos ante el paquetazo ha hecho que los funcionarios del Gobierno se lancen a defenderlo y a asegurar que las subidas de precios que supone no afectarán a los más desfavorecidos, que son la mayoría de los habitantes de la Isla.

La economista cubana Rafaela Cruz advirtió a DIARIO DE CUBA que la medida "no es más que la dolarización de un producto monopolio estatal, para así poder captar las divisas que ahora mismo están corriendo por mercados no totalmente controlados por el Estado, algo que el castrismo no admite".

"Subir o bajar la parte de la factura total de los combustibles que asume el ciudadano o las empresas no varía en lo más mínimo el nivel de consumo, ni crea reservas de ahorro, ni ninguna otra tontería de esas, porque el volumen de combustible que circula en Cuba no depende de la demanda, sino de lo que el Gobierno centralmente decida poner a circular. Y hace años que este es un volumen muy inferior a la necesidad estimada del país", subrayó.

"Los combustibles no están subsidiados en Cuba, están pagados centralmente y distribuidos a un precio que, sea mayor o menor, solo hará que lo que el Estado decida poner a circular acabe repartido entre más o menos cubanos. Lo único que gana el Estado pasando parte de la factura de los combustibles al ciudadano es concentrar el consumo (mayor desigualdad) e inflación, que es su objetivo a largo plazo".

"La justificación económica que esgrimen es que esto es parte de un plan de estabilización macroeconómica que en realidad pretende aparentar que reduce el fuego, mientras le echa gasolina. Subir los precios de los combustibles, simple y llanamente, crea inflación, no estabiliza nada; al contrario, envía olas disruptivas a través de toda la economía, que deberá reformatearse ajustando los precios relativos de cada bien y servicio, pero siempre al alza", advirtió.