¿Qué impacto económico supone la subida de los precios del combustible automotor, el gas licuado de uso doméstico y la factura eléctrica de quienes consumen más de 500 kilowatt/hora mensuales, anunciada el lunes por el Gobierno de Cuba? ¿De verdad es esta una medida para reanimar la economía y "corregir distorsiones", como dijo Vladimir Regueiro, ministro de Finanzas y Precios, al hacer los anuncios?
Un elemento al que las autoridades han querido quitarle peso en sus declaraciones es a la anunciada creación de una red paralela de servicentros, que venderán el combustible automotor solamente en dólares. ¿Está el Gobierno dolarizando la venta de gasolina y diésel, como hace tres años hiciera con las tiendas en moneda libremente convertible (MLC)?
Esos mercados, fundados para, según las autoridades, conseguir ingresos que permitieran abastecer las demás tiendas, donde compra la mayoría de los cubanos que no reciben remesas ni tienen dólares, ¿cumplieron su objetivo? ¿Se parece aquella estrategia a esta?
La subida del precio de los combustible, explicada para incautos
La economista Rafaela Cruz considera que "un gran logro del castrismo es esconder lo obvio a simple vista. Subir el precio a los combustibles crea inflación, y es eso lo que buscan. Esto, no para algún objetivo económico más complejo o con fines más elevados, sino para seguir generando esa inflación que al Gobierno le viene muy bien para mantener destruido el ingreso de los trabajadores cubanos, quienes prácticamente trabajan de gratis y son mantenidos mediante las remesas que, para evitar un desastre humanitario, deben enviar los emigrados".
"A corto plazo, por supuesto, todo este cambio no es más que la dolarización de un producto monopolio estatal, para así poder captar las divisas que ahora mismo están corriendo por mercados no totalmente controlados por el Estado, algo que el castrismo no admite", alerta.
Según la experta, que ofreció sus impresiones a DIARIO DE CUBA tras los anuncios, las explicaciones de los funcionarios en torno a los presuntos beneficios macroeconómicos que dejaría la aplicación de la subida están de más.
"Subir o bajar la parte de la factura total de los combustibles que asume el ciudadano o las empresas no varía en lo más mínimo el nivel de consumo, ni crea reservas de ahorro, ni ninguna otra tontería de esas, porque el volumen de combustible que circula en Cuba no depende de la demanda, sino de lo que el Gobierno centralmente decida poner a circular. Y hace años que este es un volumen muy inferior a la necesidad estimada del país", subraya.
Como dijera Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, el consumo nacional de gasolina ha ido en crecimiento, si atendemos a las importaciones. En 2021, indicó, fueron 246.000 las toneladas importadas, y en 2022 esa cifra subió a 335.000. Pero en 2023 hubo un descenso, y el año cerró con apenas 258.000 toneladas importadas.
Sin embargo, el funcionario evitó mencionar cuántas toneladas produjeron en ese lapso las refinerías cubanas. Mas, casi como detalle menor, dijo algo que podría ser fundamental para entender lo que está haciendo el Gobierno: "Hemos tenido socios, aliados, que vienen a hacer negocios en el tema de refinar combustible, para producir diésel y gasolina para comercializar, pero cuando ven la venta de gasolina a 30 pesos, dicen: '¿cómo ustedes van a formular el pagar y que se pueda resarcir la inversión?'".
Entonces, ¿la subida de precios es un intento por pasar a los bolsillos de la gente la ineficiencia en la operación de la industria refinadora y su obsolescencia tecnológica?
"Los combustibles no están subsidiados en Cuba, están pagados centralmente y distribuidos a un precio que, sea mayor o menor, solo hará que lo que el Estado decida poner a circular acabe repartido entre más o menos cubanos. Lo único que gana el Estado pasando parte de la factura de los combustibles al ciudadano es concentrar el consumo (mayor desigualdad) e inflación que, como dije, es su objetivo a largo plazo", enfatiza Cruz.
De la O Levy confirmó este diagnóstico en la "Mesa redonda" del lunes cuando aseguró que uno de los objetivos del incremento de precios es recaudar dólares que sirvan para comprar combustible en el mercado internacional y "poder reaprovisionar gasolina y diésel". Pero, advirtió, lo anterior no "quiere decir que vamos a asegurar desde el primer día un suministro en dólares" en los servicentros. O sea, que la escasez se mantendrá.
¿Es tan barata la gasolina en Cuba, como dice el Gobierno?
La economista advierte que la explicación que la prensa oficial ofrece para justificar la subida, comparando cuánto vale el litro de gasolina en la Isla con su precio en otros países, es una falacia. Constituye, además, pura desinformación.
"La comparación correcta sería cuántas unidades de combustible pueden adquirirse con el salario medio de cada país. Por ejemplo, y según Cubadebate, la gasolina más cara del mundo está en Hong Kong: 3.1 dólar por litro. Pero un residente de ese territorio podría comprar con el salario medio local de 75.000 dólares anuales 24.000 litros de gasolina. Un cubano, con su salario medio anual de 239 dólares (valorando el dólar de EEUU a 250 pesos) podría comprar anualmente 302 litros anuales al nuevo precio", señala.
"De facto y en realidad, la gasolina cubana ya era extraordinariamente cara, porque el Gobierno mantiene un monopolio de los combustibles y, además, aunque haya un sector privado en la economía, el precio de la mano de obra lo sigue controlando el Estado directamente mediante sus millones de empleados, e indirectamente, mediante el control de toda la economía. Los muy socialistas van a subir lo que cobran, pero no lo que pagan".
Para Cruz, es un error pensar la economía cubana con reglas propias de la oferta y la demanda, como operan las economías de libre mercado, "donde los precios tienen un sentido como expresión de los deseos de los consumidores con respecto a la oferta disponible. El precio que el Gobierno le pone internamente a los productos que monopoliza dependen más de estrategias políticas que de causas económicas".
"El precio relevante en Cuba es el que se paga para importar lo que sea. Los precios internos están desconectados de eso y se mueven según el Estado quiera repartir de un modo u otro o, en este caso, si quiere licuar más el poder adquisitivo del ciudadano para tener que venderle menos cosas a cambio de su fuerza de trabajo, mientras fuerza a las remesas a ir a los bancos cubanos, pues el combustible solo se venderá mediante tarjetas", enfatiza.
¿Qué razones de índole económica explicarían este aumento de precios?
En su respuesta a la anterior interrogante, Cruz es tajante: "Ninguna. La mecánica detrás de subir precios es una reducción del consumo de ese bien, seguido de un desplazamiento del consumo a otra cosa. En Cuba eso no funciona, porque los niveles de combustible disponibles son tan bajos que el método de repartir no es un ajuste del consumo a los precios, sino uno de los consumidores a las colas. Ayer, hoy y mañana el Gobierno seguirá importando la misma cantidad de combustible y seguirá gastando en refinar el petróleo nacional exactamente lo mismo. Eso no depende de si en Cuba el litro vale 30 o 198 pesos, que es lo único que económicamente le interesa al Gobierno".
"La justificación económica que esgrimen es que esto es parte de un plan de estabilización macroeconómica que en realidad pretende aparentar que reduce el fuego mientras le echa gasolina. Subir los precios de los combustibles, simple y llanamente, crea inflación, no estabiliza nada; al contrario, envía olas disruptivas a través de toda la economía, que deberá reformatearse ajustando los precios relativos de cada bien y servicio, pero siempre al alza", advierte.
De ahí que coincidan las advertencias de Cruz con las primeras reacciones a los anuncios de subidas de precios del economista cubano Pedro Monreal : "La inflación del mes de febrero en Cuba 'promete'. Habrá un crecimiento de 428% en el precio minorista de la gasolina regular, con un impacto en otros precios y tarifas. Hasta ahora, el combustible no había sido un factor de incremento del índice de precios al consumidor", apuntó en su perfil de X.
"La expansión de la dolarización interna para garantizar 'el reaprovisionamiento' expresa una concepción monetaria rústica y revela que no se toma en serio la macro estabilización de Cuba", agregó.
De todo lo anterior hay que advertir que esta es solamente la primera de varias medidas anticipadas por el primer ministro Manuel Marrero a fines de diciembre. Entre ellas estará la intervención estatal en el mercado informal de divisas; el congelamiento de las plantillas de trabajadores estatales; la subida de la tarifa del transporte público; del servicio de agua para los clientes no metrados, y un largo etcétera.
El cartel de Punto Cero no necesita más de 150 mil esclavos para trabajar en sus negocios del turismo, el niquel, la limitada agricultura que los abastece y el tráfico de drogas.
Por eso, los otros 10 millones de sometidos le estorban y aunque el plan es aniquilarlos a través del hambre, la insalubridad, la delincuencia y los derrumbes, el proceso toma más tiempo del que los amos fascistas quisieran.
Es la kakistocracia del gobierno-partido comunista la responsable del caos y catastrofe del pais y susmillones de habitantes. Esta kakistocracia totalitaria y castro-stalinista le ha metido el pie a millones de personas por mas de 60 anos a blancos y negros, a militares, ministros y parlamentarios, a guapos y juramentados, a catolicos, yorubas, abakua y masones; y todos sin chistar y boca abajo con los pantalones abajo; por que saben que salir a decir algo... los coje la candela. Por todo eso, el pais y su gente esta en ruinas y eso no es nada para lo que falta. Estar "dirigidos" por ignorantes, mentirosos y descaraos y jalalevas es peor que estar gobernados por un gobierno ladron o corrupto, pero que todo lo demas funciona. Mientras esa gonorrea parasita castro-comunista este y quede uno en el poder se veran todavia peor. Y lo interesante es como hacen planes hasta el 2040! Le ronca la pachanga.
Hablar del costo en dólares del combustible a nivel mundial y extrapolarlo a Cuba, es una total falta de respeto a la inteligencia del pueblo. Cuando les conviene hablan en dólares y cuando no en pesos, decir que es el precio del combustible más barato del mundo sin mencionar cuánto gana un cubano es comparar naranjas con botellas. Siguen jugando y tanteando hasta ver donde puede resistir un ser humano. Creo que si queremos ver el final de esta tragedia, lo más inteligente es dejarlos dirigir un tiempito más.
Es redudante decir que son unos ineptos. Desgraciadamente el mercado informal seguirá en auge ya que a pesar dolarizar el mercado de la gasolina no van a suplir la demanda por están viendo este proceso como manera de captar divisa no de estabilizar el mercado del combustible.