Desde que asumió el poder nominal en Cuba de la mano de Raúl Castro en 2018, Miguel Díaz-Canel ha tratado de vender una imagen de dirigente moderno e impulsor de la ciencia y la innovación. Es una especie de marketing político para contrarrestar la senil y retrógrada imagen de la dirección histórica del régimen, detenida en la peor de las ideologías utópicas de los siglos XIX y XX.
Como si fuera la puesta en escena de un reality show, nos representaron a un presidente estudioso que defendía su tesis de doctorado en 2021 con brillantez exaltada por sus profesores universitarios. ¿Y cuál fue el tema de su doctorado? Pues uno vinculado a esa imagen: "sistema de gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación para el desarrollo sostenible de Cuba".
Para los cubanos de a pie —es decir, aquellos que no pertenecemos a la casta política enriquecida con el tráfico de influencias o "sociolismo", como se conoce popularmente a la corrupción comunista—, una tesis con semejante título parece una paradoja o un chiste de mal gusto. Ni hay ciencia, ni hay innovación y mucho menos desarrollo que sostener en Cuba bajo este régimen empobrecedor.
Desde entonces, Díaz-Canel repite como un papagayo la muletilla de "la ciencia y la innovación", haciendo énfasis en unas vacunas contra la Covid-19 que nunca fueron certificadas por la OMS, que tampoco pudieron evitar el contagio masivo de nuestro pueblo ni las más de 60.000 muertes por encima de las estadísticas normales en 2021. De las que, debido a la falta de test diagnósticos, pero seguramente guiadas por "métodos científicos e innovadores", las autoridades solo reconocen como vinculadas a la pandemia los 8.000 pacientes a los que les pudieron hacer pruebas PCR antes de fallecer.
Si un presidente de un país en ejercicio de su cargo defiende una tesis de doctorado precisamente sobre un enfoque de gestión de Gobierno, automáticamente su propia gestión debe implementar los resultados de sus postulados y hacer extensión de ellos en su propio trabajo. Vistos los fracasos de todos los planes, iniciativas y estrategias de su Gobierno, Díaz-Canel habría merecido un desaprobado.
Dígase Tarea Ordenamiento, plan de reanimación agrícola con sus 63 medidas, Ley de Soberanía Alimentaria sin alimentos, Ley de Pesca sin pescado, bancarización inviable sin soporte tecnológico, negocio con esclavos de batas blancas deprimido por la pésima propaganda de tal flagelo en pleno siglo XXI, turismo sin recuperarse después de la pandemia, en contraste con la recuperación flamante de sus competidores regionales, y, como es lógico, un país en estampida, con el mayor éxodo migratorio que la Revolución castrista ha conseguido en más de seis décadas.
Entonces, ¿qué clase de ciencia e innovación estaría aplicando Díaz-Canel con tales resultados? Evidentemente, la vetusta y fracasada ciencia soviética, o marxista-leninista, que insisten en poner por delante en cada paso que dan al enarbolar la continuidad. Una "ciencia" que sí funciona, pero no para conseguir una economía exitosa y competitiva, ni una sociedad justa con disfrute pleno de los derechos humanos elementales, sino para garantizar el poder totalitario en manos de una élite dictatorial, camuflada de representante de la clase trabajadora y de las causas justas de este mundo.
Con semejante "ciencia" hacen todo tipo de "innovación" en aras de la continuidad, a la que llaman de diversas maneras dependiendo del personaje y del contexto: rectificación de errores, lineamientos, Tarea Ordenamiento, resistencia creativa, inversión extranjera controlada, trabajo por cuenta propia y MIPYMES limitadas a no crecer para que no amenacen al ineficiente sector estatal.
La ciencia y la innovación de Díaz-Canel se basa en sembrar el pánico en el sector privado dos veces al año, con amenazas en la Asamblea Nacional que generan inestabilidad en las gestiones financieras y mercantiles privadas, principalmente con respecto a la cotización de las divisas y las importaciones de productos de primera necesidad, muy sensibles para la población, provocando así más escasez y más inflación.
También ha de ser "muy científico" e "innovador" topar o fijar precios en los bienes y servicios que ofrece el sector privado, que se rigen por un mercado todavía incipiente y anómalo, demasiado dependiente de factores externos y de los vaivenes de un Estado controlador y torpe, lo que incluso tienen legislado como una prerrogativa del Estado y los gobiernos locales. Eventualmente, lo intentan una o dos veces por año como medida populista que, al generar más distorsión en el ya muy distorsionado comercio de bienes y servicios, se ven compelidos a retractar.
En resumen, que la tesis de doctorado del presidente sin apellido Castro está teniendo una aplicación práctica muy costosa para nuestro pueblo. Jamás Cuba estuvo peor ni en peores manos.
Pero lo que es un problema al mismo tiempo podría ser la solución, pues eventualmente podría ser más fácil arrancarle el poder a un dictador inepto y sin carisma que a los igualmente ineptos pero más carismáticos dirigentes históricos. Sería entonces la única innovación loable: el Gobierno de los peores para que sea posible el de los mejores, elegido democráticamente por el pueblo. Ya tuvo como respuesta un 11J y lo mejor puede estar por llegar.
La tesis del Canelo es toda una comedia de mal gusto, nunca podrá superar al Doctor Chapotin de San Nicolás del Peladero.
"Solución de problemas complejos".
Doctor…?
Tesis de Doctorado es lo que regalan hace varios años en Cuba. Titulos de Doctorados para que su Glamur sea más grande. DOCTOR, usted no sabe que entre más Sencillez son las personas más memorables. Su Tesis, Dr. como dice el propio artículo y la ciencia lo corrobora debe tener Resultados al final. Y usted, Dr lo único que ha hecho muy bien es Reprimir a Cientos de Miles de Cubanos y enviarlos a la Cárcel, por el simple hecho de Pedir Libertad para Cuba. Usted,Dr es la cara visible, la cara del Odiado y despreciado PCC, el mismo que lo manda y dirige a usted contra la población indefensa. Su Doctorado se basa en Dividir aún más a la Familia Cubana para mantener por más Tiempo a la Dictadura Fascistas con más tiempo en el Poder, claro después de Adolfo Hitler. Su Doctorado no se basa en Ciencia, sino en Represión. Usted, Dr y su PCC, que no representa ni al 2 porciento de los Cubanos,piden a los Cubanos algo que ni usted ni sus Jefes pueden Cumplir. Abajo el Comunismo. Viva Cuba Libre
Puede escribir todas las tesis de doctorado que él quiera, pero la tesis de gobernar a Cuba cae en el hijo de Raúl Castro, el tuerto.
El autor le está haciendo el juego a la dictadura, el narizón títere no toma ninguna decisión de importancia, mucho menos sobre GAESA o defenza nacional y ya sabemos que esos están dirigidos por Raúl y Alejandro Castro. Es un simple pararrayos para achacarle los fracasos de 65 años a ese mediocre.Son Raúl y sus corruptos ladrones y asesinos generales de las FAR y el MININT....
Dejen a Díaz Canel quieto , qué el es el líder de la oposición oculto , pero es tan ignorante que ni el mismo se da cuenta. Está haciendo todo lo posible por destruir aquello, pero el pueblo no lo apoya.
Díaz Canel, ¿presidente de que?. El es un títere. Quien de verdad gobierna en Cuba es Raúl Castro. Si un día se cree presidente de verdad, le puede pasar lo que a Dorticós: lo "suicidaron”.
Sistema de ciencia y innovación para intentar sostener a como dé lugar el Castrismo ó como emplear óptimamente el gofio para combatir la sed desesperante En Cuba, es como se llama en realidad la tesis del Dr. Díaz Canel.