Ya hace unos días que es un secreto a voces cuánto van a subir la gasolina y el diésel en Cuba: de 30 a 200 pesos la primera y de 25 a 250 pesos el segundo. En lo que se hacen oficiales los nuevos precios, los chóferes hacen filas de hasta tres y cuatro cuadras en los pocos servicentros que funcionan por estos días.
Las colas —que son mayores de lo que parecen, ya que muchos marcan para más de una persona— se forman sin certeza alguna de cuándo va a llegar la gasolina. Puede ser por la madrugada o al día siguiente y, una vez surtidas las gasolineras, hay que esperar una o dos horas a que se asiente el combustible antes de despacharlo.
"A veces, después de que te has metido un día y pico en esta gracia, te quedan cinco carros delante nada más y la cola no avanza, porque los pisteros tienen su negocio y entran carros por fuera", protesta enojado un chofer que espera su turno en la gasolinera Acapulco, en Nuevo Vedado. Afirma junto a varios más que el turno se vende por fuera a 1.000 pesos.
Se cree que el Gobierno ha estado esperando a que pasaran los días feriados de año nuevo para hacer entrar en vigor los nuevos precios, por lo que la subida sería inminente.
La medida es parte del llamado Plan de Estabilización Macroeconómica, anunciado a finales de diciembre por el primer ministro, Manuel Marrero, quien usó la frase "economía de guerra" para referirse a la situación de Cuba y justificar las subidas masivas de precios.
También será habilitada una red de servicentros en Moneda Libremente Convertible (MLC). "Yo me imagino que en esas gasolineras no se caiga la conexión", comenta otro chofer. Cuando esto sucede, la venta de combustible se detiene hasta que el servicentro vuelve a tener señal, lo cual puede durar horas.
"Esta gente ha anunciado esto (la subida de precios) como si hasta ahora le hubieran estado haciendo un favor a uno", afirma otro conductor de la fila de la gasolinera Acapulco, en referencia a las palabras de Marrero Cruz, quien expresó que solamente en Cuba era posible comprar nueve litros de gasolina con un dólar. "Como si ellos nos pagaran en dólares", agrega.
Todos coincidieron en que en los servicentros de la periferia de la ciudad es mucho peor. "Yo estaba a ocho carros de la pista a las 3:00 de la tarde y a las 11:00 de la noche fue que me vino a tocar", cuenta un chofer sobre su experiencia en el Cupet Lagueruela, en 10 de Octubre.
También puede suceder, tanto en la periferia como en el centro, que se acabe el combustible cuando aún quedan varios conductores en fila, quienes en tal caso simplemente perdieron su tiempo.