Los suministros de petróleo de México a Cuba durante 2023 fueron un salvavidas imprescindible para la Isla, que no obstante vivió una escasez agravada de combustible, con dos momentos de crisis extrema en abril y septiembre.
Esos envíos parece que se sostendrán en el breve plazo: ahora mismo los tanqueros Vilma, perteneciente el conglomerado empresarial de los militares, GAESA, y Ocean Mariner, están a la espera de cargar combustible en los puertos mexicanos de Pajaritos y Tampico, respectivamente.
"Hasta el día de hoy, Cuba y México no han hecho públicos los términos y condiciones contractuales y de pago del acuerdo por el cual Cuba recibió en 2023 un estimado de 5.4 millones de barriles (promedio anual de 22.000 barriles por día) de petróleo crudo y productos refinados, con un valor estimado de 391 millones de dólares", indicó a DIARIO DE CUBA Jorge Piñón, investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas.
Pero, apunta, "¿por cuánto tiempo más podrá continuar este ventajoso acuerdo 'libre de flujo de caja'? ¿Qué va a pasar con él después de las elecciones presidenciales de junio de 2024 en México?"
Recuerda Piñón que los crudos mexicanos medianos y/o ligeros (Istmo 32° 1,8%S – Olmeca 38° 0,8%S) "mejoran considerablemente la calidad del crudo destinado a las refinerías de Cuba cuando se mezclan con crudo pesado venezolano de alto contenido de azufre, al aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de los productos refinados producidos, como gasolina, diésel y combustible de aviación".
Pero Pemex, la petrolera estatal mexicana, es la empresa de su tipo con mayor endeudamiento del mundo. Según Piñón, su "deuda institucional actual es de 105.000 millones de dólares, junto con 17.000 millones de dólares de cuentas por pagar a empresas nacionales e internacionales de equipos y servicios petroleros".
Los cargamentos de México se convirtieron en sustitutos del prometido y no cumplido acuerdo firmado por La Habana con Rosneft, en Rusia.
Como señala Piñón, "los servicios web de seguimiento del movimiento de tanqueros no han mostrado ningún petrolero que haya llegado a Cuba desde puertos rusos en 2023. Sin embargo, sí informaron que 4.5 millones de barriles de petróleo, valorados en aproximadamente 350 millones de dólares, llegaron a Cuba durante el año calendario 2022" desde la nación euroasiática.
Apunta el investigador que "los crudos medianos rusos URALS y ESPO (31,7 gravedad API - 1,7% de azufre), al igual que el petróleo crudo Istmo mexicano, mejorarán considerablemente la calidad del crudo de alimentación de las refinerías de Cuba cuando se mezclen con petróleo crudo venezolano pesado de alto contenido de azufre, al aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de los productos refinados producidos".
Por último, "los servicios web de seguimiento de los petroleros informaron entregas promedio a Cuba en 2023 de aproximadamente 57.000 barriles por día de crudo pesado/fuel oil venezolano; el mismo volumen promedio que hemos visto en los últimos dos años".
En esta fecha de 2024, hay cinco tanqueros de bandera cubana, con una capacidad máxima total de 1.5 millones de barriles, esperando para cargar combustible en puertos venezolanos.
"Venezuela ha podido aumentar actualmente su producción de crudo a más de 850.000 barriles por día, aún por debajo de su objetivo de fin de año de un millón de barriles por día; esto, como resultado del levantamiento de las sanciones estadounidenses hace aproximadamente un año; entonces el país producía alrededor de 680.000 barriles por día, según datos de la OPEP", precisa Piñón.
En cuando a la producción petrolera de Cuba, según el Anuario estadístico de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), fue en 2022 de aproximadamente 42.000 barriles por día, diluyentes incluidos. En 2021 la demanda, en cambio, ascendía a 124.500 barriles diarios.
Para 2023, la demanda debió ser de 122.500 barriles diarios, según Piñón. "Calculamos la demanda de petróleo de Cuba basándonos en las importaciones y la producción de petróleo crudo", indica.
"Ocasionalmente vemos compras CIF (abreviatura de los términos costo, más seguro y flete) de productos refinados, como el reciente tanquero Sea Hermes I, que llegó a Matanzas el 23 de diciembre, tras cargar en Rotterdam 285.000 barriles el 3 de diciembre", agrega Piñón.
"Muchas de las llegadas de GLP (gas licuado de petróleo) también son compras CIF desde puertos cercanos, como Trinidad y Tobago, Jamaica, Brasil y República Dominicana", suma.
Ese escenario parece que se mantendrá en 2024. Pero hay incógnitas pendientes: ¿México mantendrá el suministro estable actual; qué pasará tras las elecciones presidenciales de junio venidero, cuando Andrés Manuel López Obrador abandone el poder? ¿Rusia cumplirá el acuerdo de suministro pendiente?
De acuerdo con Piñón, no es previsible que "Venezuela aumente a corto plazo los suministros de petróleo crudo a Cuba mucho más que el volumen mensual actual; ciertamente, no a los niveles anteriores a 2016, de 95.000 barriles por día".
"Podríamos ver un ligero aumento en la producción nacional de petróleo crudo a partir de prospectos exploratorios en el Bloque 9 por la compañía australiana Melbana; pero no lo suficiente como para marcar una importante diferencia en el actual equilibrio entre oferta y demanda de petróleo", apunta.
Piñón subraya que las bajas temperaturas que disfrutan los cubanos este invierno han hecho que la demanda de energía eléctrica se derrumbe. Asimismo, dijo, "parece ser que existen suministros e inventarios suficientes de petróleo crudo cubano, combustóleo de alto contenido de azufre HSFO y diésel para mantener operando las plantas durante los próximos meses".
Pero, subraya, "nada ha cambiado estructuralmente en el Sistema Electroenergético Nacional". Por ello, habrá "reparaciones temporales a las anticuadas plantas termoeléctricas de generación", que "serán eventualmente impactadas por el uso de combustibles de alto contenido de azufre y otros metales corrosivos..." O sea, el círculo vicioso para el que las autoridades no tienen solución definitiva por el momento.
De lo anterior se desprende que, mientras por estos días no se producen apagones por déficit de capacidad de generación, como advierte Piñón, "esperamos con los dedos cruzados el próximo verano".
