El buque petroquímico Esperanza, sancionado por EEUU y propiedad del conglomerado empresarial de los militares cubanos, GAESA, salió del astillero de Veracruz, México, donde era sometido a reparaciones desde hace meses, y se dirigió a la cercana terminal petrolera de la estatal Pemex en Pajaritos, para presumiblemente cargar combustible con destino a la Isla.
"El Esperanza está ahora en el fondeadero de Coatzacoalcos/Pajaritos esperando para entrar a la terminal de Pemex", advirtió a DIARIO DE CUBA Jorge Piñón, investigador principal del Instituto de Energía de la Universidad de Texas.
Según el especialista, el Delsa, también de GAESA pero no incluido en la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EEUU, estuvo durante las pasadas jornadas en esa ubicación, cargando petróleo.
Esta redacción confirmó la ubicación en Pajaritos del Esperanza, a través del sitio de rastreo Marine Traffic. Por su parte, el Delsa partió este viernes con destino a Cuba, indicó la propia plataforma de seguimiento de buques.
La Habana comenzó a mediados de año a utilizar sus propios barcos para incrementar los embarques desde México. Un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos dijo a Reuters en abril que Washington estaba "consciente de que Cuba compra petróleo de varios países, tanto sancionados como no sancionados".
Según cifras del Banco de México, las exportaciones de petróleo crudo de México a Cuba en septiembre ascendieron a los 286 millones de dólares, de los 262 de agosto y los 234 de julio.
Lo anterior, pese a que esta semana el Gobierno de México aseguró que "no tiene relación comercial" en el sector energético con Cuba. El subsecretario mexicano de Comercio Exterior, Alejandro Encinas Nájera, dijo en La Habana que, por ello, "habría motivos" para que empresas como Pemex pudieran ser sancionadas por EEUU por negociar con la Isla.
"México es un país soberano que tiene que diversificar sus relaciones comerciales", dijo el subsecretario, citado por EFE.
El pasado 16 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador negó que existieran reacciones adversas de Washington por la venta de crudo de Pemex a Cuba, mientras que Octavio Romero Oropeza, presidente de Pemex, negó que la petrolera, la más endeudada del mundo, donara crudo a Cuba, como fue comentado en septiembre por la secretaria de Exteriores de México, Alicia Bárcena.
Por otro lado, el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (EXIM) desmintió en octubre que hubiese cancelado un financiamiento a Pemex por enviar petróleo a la Isla, como informó Bloomberg.
"En todo lo que nosotros podamos ayudar al pueblo de Cuba lo vamos a hacer, para que no les quede ya ninguna duda, incluido petróleo, porque es un pueblo que está padeciendo un bloqueo inhumano, injusto, y nosotros no podemos darle la espalda al pueblo de Cuba", declaró al respecto López Obrador a mediados de octubre.
Si yo fuera el presidente, automáticamente señalaba al viejo cínico de terrorista y lo acusaba ante los tribunales como a Maduro, con su risita irónica y su lentitud en procesar pensamiento-lenguaje, qué daño le está haciendo a nuestro país, pero desgraciadamente el gobierno que tenemos se ha convertido en el hazmerreír del mundo.