En una de las medidas anticipadas por el Gobierno cubano en diciembre último, y que forman parte del paquetazo económico inminente, los ministerios de Finanzas y Precios y de Comercio Exterior e Inversión Extranjera acordaron un incremento hasta el 30% de los aranceles de importación de tabacos, cigarros, rones y otras bebidas alcohólicas que entran a Cuba del extranjero.
La disposición, publicada en la Gaceta Oficial de la República el jueves, supondrá que esa clase de productos importados del extranjero se encarecerán al aplicárseles esas nuevas tarifas al entrar al país. Su objetivo es, dice el texto, "la protección de la producción nacional en esos rubros", que desde hace años no satisfacen la demanda, sobre todo en el caso de los cigarros.
Según la norma, en lo adelante los importadores pagarán un 30% de arancel por esos productos, o un 15% en caso de que provengan de países con el trato de nación más favorecida, a partir de acuerdos bilaterales firmados con La Habana.
Afectará a tabacos y cigarros (tabaco en rama o sin elaborar, los cigarros (puros), incluso despuntados); a otros tabacos y sus sucedáneos; así como a los productos que contengan tabaco.
En cuanto a las bebidas alcohólicas, la subida de aranceles afectará al alcohol etílico y aguardiente desnaturalizados de cualquier graduación; el aguardiente de vino o de orujo de uvas, y el ron y demás aguardientes procedentes de la destilación, previa fermentación de productos de la caña de azúcar.
Por otro lado, y con la intención de favorecer la producción de bienes terminados en Cuba, la propia norma acuerda bonificar con una reducción impositiva del 50% del pago del impuesto aduanero a "las importaciones de materias primas, insumos y bienes intermedios, con destino a procesos productivos, con especial enfoque hacia la producción de alimentos y la producción agropecuaria".
Lo anterior había sido expresado como deseo por las autoridades en 2021, cuando se aprobaron las primeras MIPYMES cubanas.
No obstante, lo que ha estado ocurriendo en la realidad es que la profunda escasez de toda clase de productos de primera necesidad en Cuba, sobre todo alimentos, así como la caída libre de la producción en la Isla, hizo que muchas de esas entidades no estatales importaran productos terminados, que aunque venden a precios inasequibles para la mayoría, se han convertido en una opción de abastecimiento para las personas en la Isla.
La nueva medida tendrá como efecto inmediato que los productos con aranceles superiores suban de precio en esos mercados y en el mercado informal cubano, o a que muchas MIPYMES prefieran no importarlos.
¡Mejor importar un buen ron cubano que un par de huevos!