Campesinos cubanos entrevistados por el diario oficial Granma se quejaron de los problemas para la producción de la leche en la Isla, entre ellos la escasez de medicamentos y alimentos, las demoras en los pagos y la burocracia. Pese a que Raúl Castro prometió desde 2007 aumentar la producción de la leche, la realidad es otra.
"Creo que el tema de la leche tuvo, desde el inicio, unos cuantos cabos sueltos. Se ha pensado que subiéndole unos pesitos a ese producto se iban a resolver los graves problemas de la ganadería, y que, de manera automática, iba a incrementarse la entrega a la industria, lo cual no es así. Para tener ganado, por lo primero que hay que preocuparse es por el agua y la comida en cantidades suficientes, y eso no lo tiene claro todo el mundo. Siempre me he ocupado de esa cuestión junto a mis dos hijos, y es raro que se me muera algún animal", dijo Alexis Alfonso, un ganadero de Santa Clara.
"Otro problema es el de los medicamentos, que no existen, y si aparecen, es a precios estrafalarios. Y olvídate, que vaca con garrapata no da leche, esa es la realidad, por no hablar de la baja natalidad y la alta mortalidad en la mayoría de los lugares", agregó Alfonso, quien lleva más de 40 años en el sector.
Rigoberto Rodríguez Fuentes, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Efraín Hurtado, de Manicaragua, dijo "que imponer tres precios diferentes a ese alimento no fue una idea muy feliz, porque se ha creado una tremenda burocracia y un papeleo muy grande alrededor del asunto; a lo que se une que estos no son estimulantes para el campesino que vive de la entrega de ese producto".
Rodríguez agregó que para mantener la producción de leche debe pagar altos montos, como por ejemplo un rollo de alambre que le cuesta 107 dólares. "Tengo personas en mi cooperativa cuya ganancia no le da ni para la cuota del mes, porque muchas veces debe pagarle de su bolsillo a los acarreadores, de lo contrario, se pierde la leche", dijo.
El Gobierno de Cuba estableció en 2021 diferentes precios a la leche y otros "incentivos" para los ganaderos que cumplan los planes establecidos por las entidades estatales. En el caso de Villa Clara, si el productor no cumple el plan de entrega, se le paga el litro a 7,50 pesos; si lo hace, recibe nueve pesos; pero si sobrecumple el volumen contratado con la Empresa Láctea, esta se lo paga a 13 pesos, explicó Miguel Rodríguez Gálvez, subdelegado de Ganadería de esa provincia.
Sin embargo, "en la práctica lo que ha venido ocurriendo es que, como para cobrar ese dinero el campesino se demora un mes, y a veces más tiempo, debido a múltiples razones, es más rentable para ellos no entregarla al Estado y venderla por la izquierda, a precios que oscilan entre los 15 y los 25 pesos; o si no, convertirla en yogur o queso, que también se pagan muy bien", dijo Rodríguez.
Claudia Martínez dijo a Granma que desistió de tomarse un vaso de leche en las mañanas. "Lo compraba a cinco pesos; luego, al subir el precio de compra a los campesinos, comenzaron a vendérmelo a diez; pero no quedó ahí. En julio me lo cobraron a 15, y a pesar de que solo recibimos la chequera del viejo, decidimos aceptar. Sin embargo, cuando me dijeron, 'abuelita, te la tengo que cobrar a 20, porque la cuenta no da', opté por renunciar a la leche".
Según Martínez, "el vendedor le explicó que no tenía quien transportara la leche y, por tal razón, debía pagar el acopio de su bolsillo; que si la hacía queso, obtenía más ganancias, porque se lo sufragan a cien pesos la libra; y también que, de convertirla en yogur, triplicaba el valor del litro, además de que la mayoría de los insumos para los campesinos están muy caros".
Desde julio de 2007 Raúl Castro dijo que "el objetivo principal es producir más leche para asegurar la que necesitan en primer lugar nuestros niños, estamos hablando de alimento fundamentalmente de niños, y de enfermos, con eso no se puede jugar tampoco, incluso sin renunciar a la perspectiva de que otras personas puedan recibirlo en el futuro".
Sin embargo, catorce años después, en 2021, Castro dejó hasta la dirección del Partido Comunista de Cuba (PCC) y la producción de leche en Cuba sigue sin ser suficiente para la población por problemas burocráticos, y otros, como sucede en Villa Clara.
Menos producción de leche por trabas burocráticas
Las medidas del régimen para incentivar la producción agropecuaria en Villa Clara no tienen resultados. Según Granma, "de un plan de entrega de poco más de 39 millones de litros de leche, hasta septiembre se habían entregado unos 21 millones, es decir 8.066.000 litros por debajo de lo previsto".
Miguel Rodríguez Gálvez, subdelegado de Ganadería en Villa Clara, justificó el incumplimiento en la producción de leche por "la intensa sequía en algunos lugares, en especial durante julio y agosto, por cuya razón dejaron de ordeñarse 7.434 vacas, además de incrementarse el número de las que no parieron o se murieron debido a la depauperación, lo que significó unos cuatro millones de litros de leche dejados de entregar, solo por esa causa".
También influyó que 188 transportistas dejaron el puesto de acarreadores porque se les bajó el precio del acopio en medio de la campaña. Solo en Placetas 36 personas abandonaron ese trabajo. Como resultado de esa decisión, "para poder entregar la leche, muchos campesinos tuvieron que asumir de su bolsillo el pago de los acarreadores, lo que generó descontento e insatisfacciones", dijo Arney Martínez Chongo, al frente de la esfera agroalimentaria en el Buró Provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Según las cifras oficiales, en Villa Clara 177 de las 281 formas productivas incumplían el plan de entrega de leche, el 63%; "mientras el 87% de los productores que realizaron contrato con la Empresa Láctea contravenían lo previsto, es decir, 8.965 no satisfacían su compromiso".
Betsy Arroyo Rafuls, presidente de la ANAP en Villa Clara, reconoció que los ganaderos incumplieron los planes por "la manera tardía en que se hizo el reordenamiento de los precios, aunque no ha sido la única causa, porque también faltó organización del proceso en la provincia, y hubo problemas con los termos de frío, con los acarreadores y con las direcciones de las cooperativas, muchas de las cuales no han estado a la altura de las circunstancias".
Además, detalló que el pago a los campesinos por la leche entregada se demoró hasta 40 días "lo que, obviamente, los desmotivó".
La funcionaria reconoció que "la diversidad de precios creó mucho burocratismo en un contexto de carencia de las estructuras necesarias en las cooperativas para llevar tantos documentos, lo cual ralentizó el proceso de retribución a los productores y estimuló el consiguiente desvío a otros destinos".
El director de la Empresa de Productos Lácteos de Villa Clara, Roberto López Hernández, reconoció que, en los meses de julio y agosto, a causa de la Covid-19 en esa empresa, hubo demora en la firma de las facturas, lo cual incidió también en el pago atrasado.
Según Granma, a inicios de octubre, de los poco más de 8.000 productores que debían entregar leche a la empresa estatal, solo 1.837 cumplían sus compromisos, lo que se tradujo en miles de litros dejados de entregar, además de afectar otras producciones para la población y el consumo social, como el queso, el helado y el yogur, entre otras.
Pese a los problemas con la empresa de Lácteos, el periódico del PCC arremetió contra el mercado informal y los ganaderos, quienes "al amparo de los precios inflados en la calle, se le hace demasiado tentador venderse al mejor postor". Granma llamó solo a "una revisión y acción urgente" para que los ganaderos no "choquen tan frecuentemente con los obstáculos absurdos del impago o la demora burocrática".