En 2020, Roberto de Jesús Quiñones era el único periodista preso en Cuba. Fue liberado a finales de ese año, pero el panorama no mejoró. Este tres de mayo de 2022, Día Mundial de la Libertad de Prensa, están tras las rejas los reporteros Lázaro Yuri Valle Roca, a quien el régimen pide seis años de cárcel, y Jorge Bello Domínguez, condenado a 15 años por participar en las protestas del 11J, mientras que muchos periodistas independientes han tenido que dejar el país ante el acoso constante de la Seguridad del Estado.
El informe de Reporteros sin Fronteras (RSF), "Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022: la nueva era de la polarización", coloca a la Isla en el puesto 173 de 180, ya que "año tras año, Cuba sigue siendo el peor país de América Latina en materia de libertad de prensa", y el recrudecimiento de la represión en la actualidad es "similar a la de la Primavera Negra de 2003", apunta el texto.
Tras las protestas del 11J se ha desatado una ola represiva contra la libertad de expresión que alcanza también a los ciudadanos. Conocido como "Ley Azote", el Decreto 370 penaliza la divulgación de información en las redes sociales. Una herramienta legal que el régimen utiliza contra quienes disienten, como es el caso de Yasmany González Valdés, multado recientemente por este decreto.
Alrededor de 50 personas han sido multadas con esta normativa, según el proyecto de periodismo de datos Inventario. Entre ellos figuran la periodista independiente Yadiris Fuentes Lugo, el tuitero ElRuso4K, Roxana García Lorenzo y Jonatan López, hermana y cuñado respectivamente del manifestante del 11J Andy García Lorenzo, y la activista Saily González Velázquez.
Un informe reciente de la ONG Acces Now reveló que de todos los gobiernos de América Latina, solo el régimen cubano cortó el servicio de internet a la población durante el año 2021 con el propósito de evitar la difusión de información. Internet se ha convertido en un territorio incontrolable para las autoridades, a pesar de la censura constante a los medios independientes, muchos de ellos bloqueados en Cuba, como es el caso de DIARIO DE CUBA.
Si bien es cierto que los últimos cinco años han sido positivos para el periodismo independiente en cuanto a crecimiento de medios, impacto de los mismos en una población que accede cada vez más a internet y que se informa a través de canales alternativos, el control de la prensa en la Isla sigue estando en manos del Estado, siendo penalizada esta actividad por cuenta ajena. No es descabellado pensar en una Primavera Negra si aún está vigente la misma "Ley Mordaza" que encarceló a aquellos periodistas.
Ya antes de los sucesos del 11J Díaz-Canel había sido incluido por RSF en una lista de dirigentes políticos considerados "depredadores de la libertad de prensa", debido al control casi absoluto de la información y la represión de los periodistas que no siguen la línea oficial. Pero se echa en falta en este informe de 2022 una condena más clara a la censura ejercida contra la ciudadanía tras el 11J, el apagón digital que acompañó los días posteriores a las protestas y la constante represión a la que están sometidos periodistas independientes, informadores e influencers desde entonces.
Su figura, intocable, puede costarle años de privación de libertad al youtuber Yoandi Montiel, conocido como "El Gato de Cuba", por el supuesto delito de "desacato" tras criticar a Díaz-Canel en sus redes sociales. Detenido desde abril de 2021, se trata del único influencer preso en la Isla, pero no el único que está pagando por criticar al funcionario cubano. El albañil Yunier Herrera Rodríguez fue condenado a un año y seis meses de privación de libertad por el delito de desacato a la "figura pública" de Miguel Díaz-Canel en el municipio habanero de San Miguel del Padrón el pasado 12 de julio.
La libertad de prensa, estrechamente ligada a la libertad de expresión, está en constante amenaza en la Isla. Así lo recuerdan hoy periodistas como Luz Escobar, que se enfrenta a una vigilancia periódica, que incluye la imposibilidad de salir de su domicilio: "Seguimos trabajando en la ilegalidad y sufriendo la persecución que tanto dificulta ejercer la profesión. #InformarNoEsDelito", dice en Facebook la reportera de 14ymedio.
Este Primero de Mayo el régimen volvió a evidenciar el peligro de ejercer el periodismo independiente en Cuba. Al menos tres reporteros de DIARIO DE CUBA fueron acosados por la Seguridad del Estado e impedidos de salir a la calle, mientras que el también periodista de este medio Mauricio Mendoza fue obligado a desvestirse durante un interrogatorio ese día.
Asimismo, durante la jornada hubo alrededor de 80 acciones represivas contra activistas, periodistas independientes y figuras de la sociedad civil, con el objetivo central de que nada empañase el "baño de masas" para limpiar una imagen muy deteriorada tras la represión a los manifestantes del 11J y las elevadas e injustas condenas en su contra.
La falta de libertad de la prensa cubana también se evidencia en el éxodo de sus profesionales, y no solo por tantos reporteros independientes que en el último año se han marchado de Cuba (Waldo Fernández Cuenca, Héctor Luis Valdés Cocho, Esteban Rodríguez, y Orelvys Cabrera), sino por los propios periodistas oficialistas que han escapado del país, e incluso no han dudado en desmarcarse de su labor oficialista.
En lo que va de año podemos contar los casos de Maray Suárez, ex periodista del Noticiero Estelar de la Televisión Cubana, y hoy residente en Miami; Alejandro Quintana Morales, ex locutor de Radio Rebelde y la TV Cubana, ahora en Florida; Yailén Insua Alarcón, exdirectora del Sistema Informativo de la Televisión Cubana y exdiputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular entre 2008 y 2013, quien llegó a estar varada más de diez días en en el Aeropuerto El Dorado de Bogotá en su huida de Cuba; Yunior Smith Rodríguez, periodista y ex conductor del Noticiero Estelar de la televisión estatal, ahora en Estados Unidos, y Carlos Alejandro Sánchez, locutor de la radio y televisión estatal de Camagüey.
El más reciente, Amanda Toirac, quien llegó a decir que se "avergonzaba de saber que la gente oiría que era la locutora Amanda Toirac la que leía aquello. Aquello que todos sabemos que no es verdad. Y yo me estaba prestando para eso. Comencé a irme cuando me descubrí cómplice y deshonesta. Y yo ya no podía sentirme más así", dijo la ex reportera de Radio Rebelde.
La censura, la manipulación mediática y la represión colocan a Cuba junto a países como Corea del Norte (180), Eritrea (179), Irán (178), Turkmenistán (177) y China (175). Pero esto no es suficiente para que se destaque la situación cubana en el informe de RSF, en el apartado de las Américas, donde solo se menciona el lugar que ocupa Cuba, pero no hay detalles del tremendo retroceso que sufre el país en materia de libertad de prensa tras el 11 de julio. Algo que nos recuerda Justicia 11J en Twitter, al mencionar no solo a periodistas presos sino a manifestantes cuyo "único delito" fue trasmitir en directo las protestas.
Tampoco está Cuba incluida como tema en eventos como el que celebra la UNESCO del 2 al 5 de mayo en Uruguay bajo el titulo de "Periodismo bajo asedio digital", donde se "examinará el impacto de la era digital en la libertad de expresión, la seguridad de los periodistas, el acceso a la información y la privacidad".
Aunque el contexto político-social de Cuba nos impide ejercer el periodismo con naturalidad, es tarea constante del periodismo independiente el dotarse cada vez de mejores herramientas para afrontar el reto de informar en un país en dictadura, y seguir ejerciendo presión e incidencia internacional para que el asunto cubano esté en los titulares.
No se trata solo de informar al cubano. Tenemos la responsabilidad de llegar a una audiencia internacional y de entrar en foros donde nuestras voces puedan representar a aquellos que no tienen voz en Cuba, a quienes arriesgan la vida a diario para hacer su trabajo y a los que están privados de libertad por ejercer la libertad de expresión. Este día, y todos los días.
Cuba tiene la legislación más represiva del mundo en materia de libertad de prensa ...
La Isla obtiene el último puesto de la clasificación de Reporteros sin Fronteras por su contexto legal y el 173 de 180 en la lista general.