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Leyes

Una opositora cubana, atrapada entre la violencia estatal y la machista

Marisol Peña Cobas, residente en Camagüey, teme las sanciones y amenazas del régimen y que su expareja le retire la custodia de su hija.

Camagüey
La opositora cubana Marisol Peña Cobas.
La opositora cubana Marisol Peña Cobas.

Las múltiples detenciones y multas que ha recibido Marisol Peña Cobas, una opositora cubana, no son lo único que la atormenta. Según afirma, su expareja la viene amenazando durante los últimos meses con agresiones físicas y acciones legales para quitarle la custodia de su hija.

Peña Cobas aseguró a DIARIO DE CUBA que ha tenido que criar y alimentar sola a su hija de cinco años desde que tenía pocos meses de nacida, pues el padre nunca las ha ayudado económicamente.

"Él (padre) dice que llevarla de vez en vez con él es suficiente", dice Marisol, quien no lo ha querido demandar "por la manutención porque sería pérdida de tiempo y de dinero en abogados", pues considera que "perdería más de lo que recibiría".

"En Cuba la manutención de un niño es valorada entre un dólar o dos al mes" con lo cual no podría adquirir "ni una bolsa de leche en divisas, que es donde quizás aparezca", explica.

Una abogada consultada por DIARIO DE CUBA afirmó que el hecho de que Marisol esté desempleada podría atentar en su contra en un juicio por la custodia de la pequeña.

"El Tribunal, a la hora de fijar la guardia y cuidado de la menor de edad, valora con quién va a estar mejor y, aunque prefiera a la madre, cuando esta no tiene sustento económico para proveer al menor de ropa, calzado y alimentación se le da provisionalmente al padre", señaló la abogada.

En ese sentido, Peña Cobas se ve en una situación difícil, pues según su propio testimonio, vive "de la caridad de algunos amigos, porque al ser opositora es muy difícil conseguir trabajo".

La activista, que milita actualmente en el Partido Libertario Cubano José Martí, señala que ni siquiera en el sector privado ha obtenido empleo, pues los propios trabajadores de ese sector, por temor a buscarse problemas en sus negocios, no la contratan.

El historial de maltratos de su expareja hacia ella podría servirle también para mantener la custodia sobre la pequeña, pero esas acciones nunca las ha denunciado a la Policía, porque según cuenta, el esposo de su hermana la golpeó en 2012 y en esa ocasión realizó la denuncia, pero las autoridades no hicieron nada.

Por esa razón, Peña Cobas considera que denunciarlo por sus amenazas de agresión solamente valdría para "provocarlo más", pues "la Policía poco hace en estos casos".

Otra de las formas que tendría Peña Cobas para demostrar que cuida correctamente de su hija sería el testimonio de su maestra o cuidadora, pero justo este año es que la niña comienza en la escuela, y anteriormente, al estar ella desempleada, no tuvo facilidades para acceder al círculo infantil para la pequeña.

Según la especialista consultada por DIARIO DE CUBA, la Isla "está suscrita a la 'Convención de los Derechos del niño', y ahí dice que se fijará el interés superior del niño con uno u otro padre. Al estar Cuba sujeta a ese convenio el padre con alegar que el pequeño no tiene las condiciones de vida necesarias para desarrollarse adecuadamente podría iniciar un proceso".

Para ganar la custodia, "la madre tendría que legalizar su forma de vida. Tendría que conseguir material probatorio para demostrar las condiciones que tiene el niño. Su cama, su habitación, o un espacio para él. Fotografías de la pequeña con el uniforme limpio".

Mientras espera por el juicio, a Marisol lo que más le interesa es divulgar su caso, y que se visibilice este tipo de abusos donde se une un Estado que no respeta los derechos de sus ciudadanos con un Código de Familia que en muchos casos sigue respondiendo a una mentalidad patriarcal y machista.

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