Yordan Álvarez quizá sea uno de los bateadores más subestimados en los últimos años. Pero no se puede tapar el sol con un dedo, el cubano está entre los cinco mejores de las Grandes Ligas en el último lustro. Si no lo crees así, puede que este artículo te haga cambiar de opinión.
Lo primero que quiero hacer es desglosar la calidad del tunero, madero en ristre: puede mezclar el poder, tiene una buena discriminación de lanzamiento, sabe dirigir la pelota hacia los tres lados del terreno y, por si fuera poco, es un gran bateador en los momentos oportunos. Todos esos elementos lo convierten en un pelotero impresionante.
Ahora pongamos en contexto lo que está logrando este cubano. Para ello, veamos primero lo que ha logrado en un lapso de 618 partidos, la cantidad que ha sumado en las Mayores hasta la mañana del 12 de septiembre.
Según la base de datos de Baseball Reference, ningún cubano que no se llame Yordan Álvarez ha bateado más de 160 cuadrangulares en 618 juegos, y tampoco hay un pelotero nacido en la Isla bajo otro nombre que exhiba un mejor OPS (.975). El que más se acerca es José Abreu con (.885).
Recordemos que el OPS se ha convertido en una de las estadísticas más importantes en los últimos años, especialmente porque su resultado se deriva de la suma del promedio embasado y el promedio de bases totales.
Por tanto, podemos argumentar que ningún bateador nacido en el Caimán ha tenido mejor rendimiento ofensivo que Yordan en los primeros 618 partidos de su carrera.
Como dijimos antes, Álvarez es un bateador oportuno y el siguiente dato confirma ese planteamiento: entre los cubanos que han sumado al menos 1.300 comparecencias con corredores en posición anotadora en la historia de la Liga Nacional o la Liga Americana, el tunero es el que mejor OPS tiene (.994).
Después de comparar a Yordan Álvarez con sus compatriotas, hagámoslo con los bateadores del mejor béisbol del mundo desde su debut en las Grandes Ligas (9 de junio de 2019). Desde esa fecha, solo hay dos bateadores que tienen mejor OPS que Yordan (.975), uno es Aaron Judge (1.023) y el otro es Mike Trout (.995).
Lo impresionante es que Álvarez ha producido un gran OPS ponchándose menos y alcanzando más bases por bolas que el bateador promedio de la liga; al mismo tiempo, conectó 161 cuadrangulares ¡Impresionante!
Si lo planteado hasta el momento no es suficientes, el siguiente dato deja claro lo completo que es Yordan Álvarez con el bate:
Desde 2019, solo dos bateadores con al menos 2.500 comparecencias han logrado conectar al menos 160 cuadrangulares, con una tasa de ponches inferior a 22.8% ponches (22.8% es el promedio de la liga en ese lapso) y una tasa de bases por bolas superior a 11% (el promedio es 8.5% en ese lapso). Los dos jugadores con esos méritos son Juan Soto y el protagonista de este texto.
Otro elemento que le ha puesto un toque más brillante a su sorprendente carrera son los logros con su equipo. Álvarez fue firmado por los Dodgers de Los Ángeles en julio del 2016; en agosto, fue cambiado a los Astros de Houston por Josh Field.
Con los Astros, el tunero ha ganado un anillo de Serie Mundial y ha jugado tres clásicos de Otoño. Además, nunca se ha perdido una postemporada desde que debutó, excepto la del 2020 por una lesión.
Desde los play off del 2019, solo 19 bateadores han sumado al menos 150 comparecencias en la postemporada. De ellos, Yordan Álvarez tiene el segundo mejor OPS (.949) y solo lo supera Corey Seager (.949). Si nos fijamos en el promedio de bateo, solo su excompañero Michael Brantley tiene uno mejor.
Bateadores con mejor promedio de bateo en postemporada desde 2019 con al menos 150 comparecencias:
Michael Brantley .297
Yordan Álvarez .295
Carlos Correa .284
José Altuve .275
Curiosamente, todos militan en los Astros de Houston.
Hemos podido apreciar que Yordan Álvarez se ha destacado de todas las formas posibles como bateador. Pero lo más llamativo es que lo está haciendo en una era donde es bien complicado rendir debido al estudio y análisis del juego. Por si fuera poco, ha jugado la mayor parte del tiempo con una rodilla operada.
No me asombraría ver al tunero convertirse en el mejor bateador cubano de todos los tiempos en la MLB. Está claro que, para eso, deberá jugar mucho más y escapar de las lesiones para ser capaz mantener la consistencia. Por ahora, a sus 27 años, está logrando lo que nunca antes un cubano había logrado. Sin dudas, es una suerte vivir en la misma época que él.