Si los trabajadores estatales cubanos están indefensos ante el creciente número de desastres laborales en la Isla, los jóvenes del Servicio Militar Obligatorio, como los que perdieron la vida el pasado 7 de enero en las explosiones en Holguín, están doblemente desamparados. A la falta de previsión, mínima seguridad y a la precariedad, se suma la inexperiencia de adolescentes sometidos a trabajos forzosos y a condiciones de riesgo durante esta etapa bajo las órdenes de las Fuerzas Armadas.
Una semana después de las explosiones en el almacén militar en la comunidad de Melones, en el municipio Rafael Freire, de Holguín, y tras permanecer varios días en silencio en torno al hecho, privilegiando la opacidad sobre el derecho a la información, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) confirmó este miércoles el fallecimiento de todos los desaparecidos.
La institución dijo que, "a partir de la complejidad extrema que existe en el terreno producto de las explosiones, los efectos de los gases acumulados y los severos daños ocasionados, así como el peligro real de derrumbes debido a la afectación estructural de la obra, no se ha podido llegar hasta el lugar donde se encuentran los 13 compañeros que enfrentaron heroicamente el siniestro con el objetivo de evitar su propagación".
Así, el MINFAR declaró oficialmente como fallecidos al jefe de Estado Mayor de la unidad, mayor Leonar Palma Matos, al jefe de Defensa Antiaérea de la unidad, mayor Carlos Carreño del Río, al jefe de Brigada y Explotación de Obras, segundo suboficial Yoennis Pérez Durán y al técnico en Mantenimiento y Conservación, segundo suboficial Orlebani Tamé Torres.
En el desastre fallecieron además nueve soldados que cumplían allí el Servicio Militar Obligatorio: Leinier Jorge Sánchez Franco, Frank Antonio Hidalgo Almaguer, Liander José García Oliva, Yunior Hernández Rojas, Rayme Rojas Rojas, Carlos Alejandro Acosta Silva, Brian Lázaro Rojas Long, José Carlos Guerrero García y Héctor Adrián Batista Zayas
Para el exiliado Ángel Madrazo, fundador del movimiento Militares Objetores de Conciencia, lo ocurrido coincide con un escenario proclive al aumento de accidentes mortales, por la falta de voluntad del Gobierno para evitarlos, infraestructuras necesitadas de inversiones capitales por sus estados de obsolescencia y órdenes muchas veces caprichosas al interior del aparato castrense.
"Llevo muchos años fuera de la Isla, pero por mi experiencia no existen protocolos. Desde mi tiempo siempre ha sido 'ordene' a viva voz, un desastre en todo sentido", dijo a DIARIO DE CUBA.
Aunque el MINFAR dijo que "la posible causa que provocó el suceso está asociada a un fallo eléctrico provocado por un cortocircuito en el interior de la instalación", Madrazo considera que pudo haberse tratado de una incorrecta manipulación de explosivos.
"Yo me imagino que algún soldado se puso a manipular TNT o Rocamonita, un explosivo que se utiliza en las excavaciones, lo digo por el color del humo visto en las imágenes que circularon tras las detonaciones", explicó.
Madrazo, fundador de las Boinas Negras de la Policía cubana, comentó que las negligencias en esos lugares están a la orden del día. "Son increíbles, hay que estar en una unidad para darse cuenta".
Según declaraciones del MINFAR, en el lugar del siniestro se guardaban municiones envejecidas, material para defenderse en una eventual guerra que por décadas el régimen ha usado para justificar su férreo control sobre el país, pero nunca ha ocurrido.
Joel Brito, director del Grupo Internacional para la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba (GIRSCC), consideró que trabajar en áreas complejas como el Ministerio de las Fuerzas Armadas es doblemente riesgoso para reclutas como los desaparecidos, muchachos muy jóvenes carentes de formación que están siendo forzados a trabajar en condiciones muy deplorables y sin experiencia.
"Si en la vida estatal civil los trabajadores son expuestos a altísimos riesgos, se puede inferir que los militares —y en este caso, fundamentalmente, no los soldados profesionales, sino aquellos del Servicio Militar Obligatorio— están sometidos a condiciones sin ningún tipo de seguridad para el cumplimiento de sus funciones", denunció.
"Este caso evidencia una vez más que el régimen cubano continúa violando convenios internacionales como el 29 sobre trabajo forzoso, el 105 sobre la abolición del trabajo forzoso, el convenio 155 sobre salud y seguridad en el trabajo y el convenio 87 sobre libertad sindical. Aunque parezca este último un poco contradictorio en el área militar, quiero dejar constancia de él porque los militares no tienen ningún derecho a afiliarse entre ellos, a realizar algún tipo de reclamo", señaló.
Brito recordó que su organización ha recibido denuncias de jóvenes que cumplen el Servicio Militar Obligatorio en el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), en el campo, cortando caña, cortando marabú en fincas de las FAR, y de otros que han sido utilizados en la construcción sin siquiera un casco de protección, unos guantes o unas botas adecuadas.
"En este caso estoy seguro de que ha sido falta de previsión. El MINFAR, debido al deterioro y la propia desintegración del sistema, no creo que esté en condiciones de prever, como lo hiciera cuando tenían el asesoramiento de la antigua URSS o China. Su personal sí sabe muy bien el peligro que implica manejar armamento y municiones y lo que implica un accidente como el ocurrido, de magnitudes no calculadas", añadió el sindicalista.
"Este es el primer accidente grande de las FAR. El equipo es viejo, los muchachos no están preparados, los nuevos soldados no tienen la capacidad técnica ni la formación necesaria para entender cómo es que se funciona desde el punto de vista militar. Es lamentable, porque cada vez que ocurre un accidente puede perderse una vida humana", señaló.
Para Brito no es nada extraño la poca información ofrecida por las autoridades cubanas sobre lo ocurrido y considera, por las experiencias de desastres pasados que, "si culpan a alguien, van a culpar a los propios reclutas".
"A los 18 o 19 años no hay madurez suficiente para manejar los armamentos con el cuidado que lleva, y encima sin los medios técnicos óptimos. No creo que el régimen vaya a ser transparente con la información. Si vamos a la historia de accidentes recientes, podemos ver los discursos. Cuando la explosión del Hotel Saratoga, el trabajador que estaba poniendo el gas fue el culpable porque no supo cómo apretar bien la manguera que salía del camión hacia los tanques del gas. En el caso del régimen cubano, la culpa de un accidente nunca va a ser culpa de un alto cargo", advirtió.
"En este caso específico de Holguín, es para que hubieran renunciado los altos mandos de la provincia y se hubiera hecho ya una investigación profunda por parte del MINFAR; pero ni se va a hacer esa investigación, ni va a renunciar nadie", y lamentablemente a la familia no le van a reponer a sus hijos fallecidos, añadió.
Este miércoles, Julio Cesar Guerrero Batista, padre de José Carlos Guerrero Gracia, uno de los jóvenes fallecidos, exigió el cuerpo de su hijo en una publicación en Facebook en la que denunció que han engañado a los familiares de las víctimas.
"Es una gran mentira porque nunca se inició la búsqueda y mucho menos (se iniciaron) las investigaciones en el lugar de la explosión, porque en el parte que se daba en mi domicilio día a día por un oficial de las FAR la búsqueda y la investigación no se podían iniciar porque en el lugar de la explosión seguían detonando municiones y no se podía poner en riesgo a los rescatistas, investigadores y peritos. ¿En qué momento realizaron la búsqueda y la investigación? Esta es la fecha en que a los familiares de las víctimas no se les ha dado una explicación detallada de lo sucedido. Yo exijo (que) el cuerpo de mi hijo y los demás sean encontrados. ¿Qué van a hacer con el material militar que queda en el lugar? Yo quiero el cuerpo de mi hijo", escribió.
Para Brito, es evidente la indiferencia total del régimen. La falta de una acción concreta para dar con los desaparecidos apunta a una negligencia por parte del régimen y vuelve a salir la manipulación informativa de siempre.
La trágica muerte de los 13 militares cubanos ha avivado nuevamente el rechazo al Servicio Militar Obligatorio en Cuba, como lo hizo en 2022 el desastre en la Base de Supertanqueros en Matanzas, que dejó 17 muertos. Varias de las víctimas fueron también jóvenes que cumplían el Servicio Militar en la Unidad de Bomberos de la ciudad.
"Esos muchachos están ahí en condiciones de obligatoriedad. Nadie quiere ir a cumplir un Servicio Militar Obligatorio y realmente los envían a tareas de alto riesgo. Esto plantea que los reclutas están siendo usados como fuerza de trabajo forzoso en condiciones de inseguridad", denunció el sindicalista cubano.
"Este caso es uno más dentro de la serie de accidentes que hemos venido denunciando, y no va a ser el último. El deterioro que existe en todos los sectores de la economía cubana continuará conllevando a la pérdida de vidas humanas y a que queden trabajadores cubanos mutilados o enfermos", lamentó.
¿Se acuerdan de aquel anuncio en la TV durante la zafra de los 10 millones?: "Fallaste Ulises porque llevo espejuelos de protección". Unos espejuelos hechos con una tela metálica para tratar de evitar las lesiones por las hojas de las cañas pero que no dejaban ver bien. A esos HDP dictadores nunca les ha preocupado lo que sufra el pueblo de Cuba.