El ejercicio de control de la tierra y el ganado que llevan a cabo las autoridades agropecuarias del régimen desde marzo continúa exhibiendo las ilegalidades en el sector y las restricciones impuestas por los decisores a la producción en los campos de Cuba. En tal sentido, casi 2.000 ilegalidades en el sector ganadero y unas 6.800 en cuanto al uso, tenencia y posesión de la tierra fueron detectadas durante las inspecciones en la provincia de Pinar del Río, informó el periódico oficial Granma.
Lázara Caridad García Plasencia, jefa de Departamento de Genética y Registro Pecuario en la Delegación de la Agricultura del territorio, explicó que "las principales irregularidades han estado relacionadas con los faltantes de animales, los nacimientos sin declarar, y las personas que han fallecido y siguen figurando en los registros como propietarias de ganado". Dijo que, en el caso del ganado mayor, han sido inspeccionados unos 4.300 productores.
Entre las causas para que existan en la provincia "serias dificultades en el control de la ganadería", la funcionaria señaló que Pinar del Río "solo posee 18 inspectores de control pecuario para atender un universo de más de 21.700 productores. De ahí que resulte imposible llegar al 100%".
En cuanto a la tierra, García Plasencia subrayó que las principales irregularidades entre los más de 9.600 tenentes visitados radican en las construcciones ilegales, cuyo número es superior a las 4.000.
La funcionaria detalló que, en Pinar del Río, de acuerdo con los registros, "existen 209.532 cabezas de ganado vacuno y 71.900 de equinos, pero en la práctica esas cifras pueden ser distintas".
"El objetivo es tener la información exacta de la tierra que está hoy en uso, y la que se halla ociosa, y también de la masa ganadera, que sirva de herramienta para las acciones que se decidan en función del cumplimiento de la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria. Para poder tomar decisiones, necesitamos saber con qué contamos realmente", indicó García Plasencia para justificar el masivo ejercicio de control que, hasta el 30 de septiembre, despliega el régimen en toda la Isla.
En abril de este año, hasta el diario oficial Granma reconoció que en Cuba "se han destruido las áreas ganaderas" y con ellas la industria antiguamente floreciente. La ganadería en Cuba "anda mal porque llevamos muchos años permitiendo que se destruya", dijo el campesino Miguel Valdés Carmenate en una entrevista con el periódico.
Las cifras oficiales demuestran que el Gobierno cubano relega al sector agropecuario al abandono, mientras privilegia los hoteles y las instalaciones turísticas. Ese es el esquema de inversiones del Gobierno en medio de una escasez crónica de alimentos que dispara los precios a niveles impagables para la mayor parte de la población.
Las acciones del Ministerio de la Agricultura demuestran, una vez más, la insistencia del régimen en controlar minuciosamente la vida de los productores, dejando en un segundo plano los incentivos para mejorar los desastrosos índices de la agricultura y la ganadería en la Isla.
En un análisis reciente sobre el tema, publicado en DIARIO DE CUBA, Ángeles Rosas escribió: "Más de una decena de normativas se han establecido en Cuba alrededor de la actividad agropecuaria, pero poco han logrado en el camino de satisfacer las necesidades de la población, entre ellas la comida, cuyos precios han puesto al límite los bolsillos y la alimentación de los cubanos. Muchas de estas leyes, lejos de darle libertad a los agricultores, ganaderos y campesinos, restringen la actividad, perfeccionan el control del Estado y priorizan las formas estatales por encima de las privadas".
Jjj, excelente el trabajo planificado para resolver la situación del campo. Queda claro que lo importante para aumentar la producción agrícola a niveles de 1958 es el aumento de los controles burocráticos así como el trabajo voluntario y la vigilancia cederista.
Cada día aprendo más del socialismo triunfante y victorioso jjj
Pendejadas burocráticas para intentar explicar la cuarta dimensión, " sólo tienen 18 inspectores para 21 mil y pico de productores, o sea según los cánones del Castrofascismo para que se produzca cualquier cosa hay que tener controladores para hacer cumplir la ley de la comemierderia alimentaria.