Frustrados por la burocracia, así sobreviven los médicos cubanos que aún no pueden ejercer en España

La ginecóloga Danailis Menéndez Castanedo se encuentra entre los cientos de médicos cubanos que esperan la homologación de su título para poder ejercer en España. Este proceso burocrático se ha demorado más de lo que ella pensaba, forzándola a ejercer otras profesiones para sobrevivir mientras aguarda la resolución de su expediente.

"Mi primer trabajo cuando llegué a España fue de camarera en un hotel y no sabía ni cómo se utilizaba una fregona. Luego pasé un curso que me permite trabajar como cuidadora de pacientes geriátricos en una residencia privada, pero las funciones que realizo son de enfermería. Legalmente soy una cuidadora, pero me pagan un extra para alcanzar el sueldo de enfermera. Tienen varias enfermeras en mis condiciones porque estamos más que calificadas para hacer ese trabajo, y nos pagan menos. Si pudiese trabajar como ginecóloga en España, ganaría como mínimo más del doble de lo que recibo ahora. De primera instancia, no me sentía mal, porque salí con la idea de Cuba de progresar y al inicio creí que no me importaría ser toda la vida enfermera con el sueldo que tengo, que es 40 veces el que tenía en Cuba, pero luego ya pasa el tiempo, ves que se tarda y sientes tu ego profesional herido", comenta.

Menéndez se siente frustrada por no ejercer lo que estudió. En 2009 comenzó la carrera de Medicina y en 2019 terminó el primer grado de la especialidad de Ginecología y Obstetricia. Pero sus diez años de formación en Cuba no le sirven ahora en España. La homologación del título de Medicina es uno de los requisitos indispensables aquí para acceder al examen MIR (médico interno residente), o ejercer la profesión, si se estudió fuera de la Unión Europea.

¿Qué pasa con las homologaciones en España?

El proceso de homologación de un título extranjero de Medicina es competencia de la Subdirección General de Títulos, Convalidaciones y Homologaciones del Ministerio de Universidades de España (MIU), según informa la propia página web de ese organismo.

Un médico cubano debe presentar los siguientes documentos para tramitar la homologación de su título en España:

1. Solicitud debidamente cumplimentada.
2. Acreditación del pago de la tasa correspondiente.
3. Copia compulsada del documento que acredite la identidad y la nacionalidad del solicitante.
4. Copia compulsada del título cuya homologación se solicita.
5. Copia compulsada de la certificación académica de los estudios realizados para la obtención del título.

En el caso del título y la certificación académica (conocida como certificación de notas), los profesionales cubanos deben legalizar esos documentos a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de la Isla, y luego apostillarlos en el Consulado de España en Cuba. 

Es durante la búsqueda de toda la documentación requerida cuando comienzan las complicaciones. Los profesionales cubanos solo reciben su título al graduarse de la universidad. La certificación de notas y el plan de estudios (otro documento que se solicita en España para la homologación de algunos títulos cubanos), deben solicitarse formalmente al Ministerio de Educación Superior cubano. Cuando un profesional con décadas de graduado solicita esos documentos a una universidad en la Isla, su obtención puede dilatarse por meses debido a la antigüedad de archivos que a veces se han modificado o trasladado.

Luego, durante la legalización de los documentos en el MINREX, los cubanos también deben enfrentarse a esperas que pueden superar un año. Ante la demora del MINREX en legalizar sus documentos, un grupo de ciudadanos convocó para el 5 de julio de 2023 una protesta pacífica ante la Oficina de Atención a la Población de ese órgano, en La Habana.

Durante la mayor crisis migratoria de toda la historia cubana se han disparado en el MINREX las legalizaciones de documentos para que estos puedan surtir efecto en el exterior. Aunque esa entidad incrementó el personal y las áreas destinadas a esos trámites en mayo de 2023, los tiempos de espera no han disminuido.

Sorteada la burocracia de la Isla, los médicos deben presentar ante el MIU toda la documentación ya mencionada, pero ese ministerio puede "solicitar otros documentos específicos a los solicitantes". Estos añadidos suelen recibir el calificativo de "requerimientos", y pueden ir desde la ilegibilidad de un cuño hasta la no valoración de determinada asignatura cursada.

En un documento de 2018, el MIU aseguraba que las homologaciones de estudios universitarios "tienen una duración aproximada de 24 meses desde la fecha de ingreso de su expediente". Sin embargo, en octubre de 2022, el Gobierno de España presentó cambios en el procedimiento que reducirían las homologaciones a un plazo máximo de seis meses. En ese año, más de 500 médicos cubanos y 40 enfermeros recibieron su homologación. 

Las expectativas en torno a la agilización del trámite disminuyeron en los últimos años cuando miles de profesionales han iniciado el proceso y llevan hasta más de 24 meses esperando. Hoy se desconoce cuántas homologaciones de médicos cubanos han salido en lo que va de año, o cuántas salieron en 2023, pero la demora es mayor de lo habitual. 

Los médicos cubanos protestan en España

Moisés Elías Rodríguez Tiel es uno de los médicos cubanos que revisa periódicamente la página del MIU, ansioso de ejercer su profesión. "Yo inicié el proceso de homologación el día 18 de octubre del 2021", afirma. "Entregué la documentación en la subsede del Ministerio de Trabajo a través del registro público de documentación dirigido al Ministerio de Universidades. Posteriormente, me registran en la sede del Ministerio de Universidades y salgo registrado el día 19 de octubre".

El 26 de enero del 2024 ocurrió una de las protestas que han organizado en diferentes ciudades de España los profesionales afectados por estas demoras. DIARIO DE CUBA conversó con Rodríguez durante esa concentración en las inmediaciones del MIU en Madrid. "Había alrededor de diez o 15 personas frente al ministerio con carteles. No fue una huelga multitudinaria y, a pesar de eso, ya se han logrado dos reuniones con José Manuel Pingarrón, secretario de Universidades. Pingarrón explicó que se va a contratar nuevo personal, porque actualmente se trabaja con ocho funcionarios y hay una carga de 100.000 expedientes sin resolver, de los que aproximadamente 40.000 son del antiguo decreto (que se rigen por el procedimiento que existía antes de octubre de 2022)".

Lo prometido por Pingarrón contempla una homologación de forma totalmente telemática. Además, se cumpliría con los seis meses de tramitación, plazo que por la falta de personal y el atraso de expedientes sigue sin materializarse. Otra novedad sería que los nuevos expedientes no tendrían que pasar por la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación (ANECA), reduciendo el tiempo y la burocracia del proceso. 

Lianet Bárbara Domínguez García es otra de las doctoras cubanas que está tramitando su homologación por el nuevo decreto. Aunque comenzó su solicitud por el antiguo, decidió cambiarla con la idea de que avanzara con más rapidez. "Llegué a España en septiembre de 2022 y en octubre me entero que hay otra vía para poner a homologar el título. El 4 abril de 2023 me decidí a cambiar el proceso de homologación a la vía telemática, pues supuestamente daría solución en un plazo de tres a seis meses. En el caso de varios conocidos fue así. Para los primeros que lo pusieron por vía telemática en un mes se le solucionó. Estuvo muy bien desde octubre que pusieron la ley, hasta enero de 2023. Los de la antigua ley llevan dos años esperando el título. Tuve que desestimar la vía presencial y ahora en la página web me salen dos expedientes. Le escribí al Ministerio de Universidades y no he recibido respuesta", declara esta joven matancera a DIARIO DE CUBA.

El viaje más largo

Para el filósofo chino Lao Tse "el viaje más largo comienza por el primer paso". Así ha sido el camino para la homologación de estos cubanos, uno que comenzó en el momento que decidieron migrar. Moisés Elías Rodríguez Tiel, por ejemplo, llegó a España junto a su esposa con un visado de estudio. "Yo estaba viendo fotos en las redes sociales y encontré a un amigo y compañero de carrera que estaba en España; le pregunté qué había hecho para irse de Cuba y decidí tomar el mismo camino", explica el joven, quien tardó tres meses en tramitar su visado y el de su esposa, también médico. 

Otros profesionales cubanos se han enfrentado a procesos migratorios más difíciles, tal como le sucedió a la ginecóloga Menéndez por ser una funcionaria del MINSAP. "Me fui de Cuba porque era directora de un hospital y fue muy difícil durante toda el Covid-19. Me comí aquello como nadie con la ilusión de ser joven y todavía creer que puedes mejorar algo; todo sin ánimos de lucrarte porque no tienes ninguna ganancia secundaria. Me di cuenta de que eso no iba para ningún sitio y me cansé de seguir luchando por una cosa que no valía la pena. La casa que me habían dado me la quitaron y me dijeron que tenía 15 días para mudarme. Entonces comencé a buscar la vía y la forma para salir del país", dice esta especialista que fungía como directora del Hospital Territorial Julio Miguel Aristegui Villamil, del municipio Cárdenas, provincia de Matanzas.

"Yo estaba regulada, no podía salir de Cuba por decisión del Gobierno. Le pedí al ministro el permiso para salir de viaje y, aunque pensaba que sería imposible porque hay gente que lleva cinco años esperándolo, a los 50 días me lo dieron. Luego pedí visa de turismo a cinco embajadas y todas me denegaron. La vía que encontré fue por Serbia. De allí crucé a Macedonia y luego a Grecia para entrar a la Unión Europea y llegar a España. El título ya mi hermana (quien también es médico) me lo había puesto porque no tiene que ser presencial. Ya de eso hace 14 meses y cuando entro a la página del ministerio no cambia nada", explica Menéndez a DIARIO DE CUBA.

Además de no poder ejercer su profesión, estos médicos también han sufrido las consecuencias de no contar con un estatus legal que les permita trabajar. Domínguez no ha olvidado su primer trabajo en Madrid: "Yo llegué a este país un lunes y el jueves ya me fui a limpiar pisos. Todavía no tenía documentación, estaba en proceso porque mi esposo es ciudadano español. En lo que me llegaban los papeles tenía que hacer algo para ir ganándome el dinero y así fue. Limpiaba en un bar y en casas de ancianos. Después de que me llegó la residencia trabajé como enfermera con un contrato de auxiliar de enfermería en una residencia geriátrica. A los nueve días me echaron por un problema que tuve allí y no me permitieron siquiera recoger mis pertenencias. De ahí seguí con las limpiezas hasta que apareció esta oferta de trabajo de servicio a domicilio, que es cuidando a los abuelos en su casa y eso es lo que hago actualmente. Es un contrato de media jornada y en las tardes sigo limpiando pisos, incluso el fin de semana".

Por su parte, Rodríguez Tiel dice que desde un principio intentó no desvincularse del ejercicio de la medicina. Se abrió un perfil web para dar repasos particulares a estudiantes de Medicina de forma online y presencial. "He tenido que trabajar también de cuidador de ancianos y camarero, pues cualquier ingreso es bienvenido y necesario cuando recién llegas a un país. Este verano pude trabajar de enfermero en una piscina, algo que es más afín a mi profesión. A pesar de que he tenido diversos puestos laborales, nunca he dejado las clases particulares, es una forma de mantenerme vinculado a la medicina".

Otros casos de profesionales cubanos no hallan una resolución conveniente cuando finaliza el proceso de homologación. Al estomatólogo Yoniel Pérez Peña se le informó, tras casi tres años de espera, que debía cursar dos asignaturas antes de ejercer su profesión. "A mí se me demoró el proceso de homologación desde 2019 hasta 2022. Tardaron tres años para darse cuenta de que yo tenía que hacer dos asignaturas aquí para poder ejercer. Dos asignaturas en las que, al criterio del funcionario público aleatorio que le tocó mi caso, yo tenía escasez en mi formación. Esas asignaturas yo las di, estaban en mi plan de estudio en Cuba, pero ellos no las consideraron. Ni siquiera son materias en algunas de las universidades de España".

Pérez comentó a DIARIO DE CUBA que no ha podido vencer esas asignaturas, pero seguirá intentándolo. "A la vez que uno acepta la decisión del ministerio, porque si se refuta ese dictamen se hace más larga la espera, hay que pasar esas asignaturas. Entonces debes hacer una prueba que es a nivel nacional el mismo día a la misma hora; esto sin haberte dado una bibliografía de referencia para estudiar. Antes de 2019 se hacían dos convocatorias al año, pero ahora es una sola. Yo me presenté en marzo del 2023 y suspendí las dos pruebas. La de Ortodoncia no pude leerla completa porque te dan poco tiempo para hacer más de 30 preguntas. Las últimas dos preguntas las tuve que marcar al azar. Ahora tengo que esperar a marzo del 2024 para volver a presentarme en esas asignaturas", explica este joven natural de La Habana.

A falta de soluciones concretas, la respuesta de Pingarrón, es lo único que se ha logrado con las manifestaciones. El incremento de personal aceleraría una tramitación que también debe simplificar sus protocolos burocráticos, pues se presentan más expedientes de los que se tramitan.

Este panorama sufrido por los médicos cubanos tendría razón de ser si en España no se necesitaran sus servicios, pero es todo lo contrario. Según un reporte de elDiario.es, la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) advirtió a mediados de diciembre de 2023 de una "situación crítica" debido a la falta de médicos en diferentes centros de salud de la capital española. Casi medio millón de personas se veían afectados por ese déficit de médicos.