Un grupo de 13 estudiantes de Medicina militar de Sudáfrica que regresaron hace pocas semanas a su país tras graduarse de esa carrera en Cuba están bajo duras críticas. Ello, debido a que autoridades militares se preguntan si vale la pena el tiempo y dinero invertidos en formarlos para que, una vez de regreso a su país, tengan que pasar año y medio adaptándose al sistema sanitario local.
Darren Olivier, director de la Agencia de Revisión de la Defensa Africana (ADR, por sus siglas en inglés), cuestionó que, luego de seis años de estudios en la Isla, los 13 miembros del personal del Servicio de Salud Militar de las Fuerzas Armadas de Sudáfrica (SAMHS, por sus siglas en inglés) tengan que pasar un "programa de integración" de 18 meses antes de calificar como oficiales médicos y médicos generales.
Según dijo al medio sudafricano Defence Web el coronel de Comunicaciones Corporativas de SAMHS, R. P. Makopo, los recién graduados deben realizar pasantías y servicio comunitario en los tres hospitales militares de Sudáfrica, según lo dispuesto por el Consejo de Profesiones de la Salud (HPC), antes de ser admitidos para el ejercicio de su labor.
De acuerdo con Olivier, "los programas de formación interna de SAMHS son mucho más rápidos para la mayoría de las disciplinas y ya cumplen plenamente con las cualificaciones sanitarias sudafricanas", por lo que habría que revisar esta práctica, común en varios países que reciben graduados de Medicina de Cuba, quienes luego tienen que aprender a trabajar en el sistema sanitario de sus países.
El funcionario fue más lejos, y cuestionó: "¿Qué sentido tienen los acuerdos de entrenamiento con los cubanos para unas SANDF con problemas de liquidez?"
Si bien la nota no indica cuánto cuesta al Ejército de Sudáfrica la formación de sus médicos militares en la Isla, lo cierto es que esos cursos son parte del Proyecto Thusano, un convenio entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba y Pretoria que abarca varias áreas de colaboración, y aporta millonarios ingresos a La Habana.
El Thusano, que comenzó con la exportación a Sudáfrica de mecánicos y técnicos cubanos que ayudarían al mantenimiento y recuperación de la tecnología militar local, se ha extendido con los años a la formación en disciplinas tan variadas como el mantenimiento de aeronaves, la reparación y mantenimiento de equipos dentales y médicos, así como la instrucción de tiro, entre otras.
Esos programas han llevado incluso a que oficiales sudafricanos viajen a Cuba para asistir a cursos de formación diversos. Todos supondrían un costo estimado para Sudáfrica de más de 2.600 millones de rands (casi 138 millones de dólares) durante sus 13 años de existencia.
Recuerda Defence Web que el Proyecto Thusano en su forma actual finalizará en enero de 2025, por lo que su revisión ministerial, solicitada por la ministra de Defensa y Veteranos Militares, Thandi Modise, el pasado mes de abril, podría implicar tomar en cuenta las quejas de Olivier.
Modise dijo durante una sesión parlamentaria en 2023 que, una vez que se complete la revisión del Thusano, "se tomará una decisión sobre los diversos subcontratos, cuáles rescindir y cuáles continuar". Desde esa fecha no ha vuelto a mencionarse el tema de forma pública.
A fines de 2023, la parlamentaria de la opositora Alianza Democrática (DA, por sus siglas en inglés), Haseena Ismail, quien integra el Comité de Cartera de Salud, cuestionó el Programa de Colaboración Médica Nelson Mandela-Fidel Castro, creado por ambos políticos en 1996, por haber aportado solamente 2.617 graduados a ese país, debido a lo caro que resulta y a las dificultades que supone para los becarios entrar luego al sistema sanitario sudafricano.
Las declaraciones de la política se produjeron después que una pesquisa emprendida por el Parlamento de ese país determinó que el programa ha sido ineficaz para resolver la crónica escasez de personal de salud.
Según el Departamento de Salud local, el costo de la colegiatura por estudiante en Cuba es de 2.000 dólares anuales durante la preparatoria, cuyo centro es el aprendizaje del idioma español; 5.000 anuales durante los siguientes cinco cursos de estudios médicos; más un estipendio anual de 2.400 por estudiante.
Sin embargo, un informe más detallado ofrecido por las autoridades y publicado por la parlamentaria, mostró que hoy la preparatoria cuesta 14.872 dólares (desglosado en 6.000 de colegiatura; 6.022 en alimentación; 2.400 de estipendios, y 450 como costo promedio de la instrucción médica).
En el primer y segundo año ese costo se eleva hasta los 21.422 dólares anuales; en el tercer y cuarto años, a los 20.422; pero en el quinto curso trepa hasta los 22.522 dólares.
A ello se suma que los estudiantes de Medicina sudafricanos que se forman en Cuba deben completar sus estudios al retornar en universidades sudafricanas, con un costo para el periodo 2022-23 de más de 15.000 dólares.
Esa suma permitió determinar, tras una consulta parlamentaria realizada en el legislativo sudafricano en 2019, que formar un médico en Cuba cuesta el doble que hacerlo en el país africano.
Al afirmar que el programa no parece ser la mejor opción para los estudiantes sudafricanos, Ismail recordó que durante la pandemia de Covid-19 Pretoria dejó a esos estudiantes en una situación precaria, lejos de sus familias y con acceso limitado a recursos.
"Estas familias se vieron obligadas a proporcionar maletas con alimentos y otras necesidades para los estudiantes atrapados en Cuba", indicó Ismail.
Además de todo lo anterior, los incidentes con alumnos sudafricanos en Cuba son frecuentes. En julio último, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara suspendió por tres años a un estudiante de Medicina de la nación africana que retuvo contra su voluntad a dos cubanas, presuntamente implicadas en el robo de su teléfono celular.
En noviembre de 2021 se viralizó la agresión de policías cubanos contra un grupo de estudiantes sudafricanos de Medicina en la propia universidad villaclareña. Estos estudiantes, según la prensa sudafricana, eran parte del Programa de Colaboración Médica Nelson Mandela-Fidel Castro.
Pese a todo lo anterior, en marzo de 2023 el Gobierno de Sudáfrica, estrecho aliado de La Habana, anunció que becaría en Cuba a estudiantes de Arquitectura e Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Civil.
El régimen cubano nunca menciona cuánto cobra por la oferta de formación que ofrece a estudiantes extranjeros, la mayoría de ellos becados por sus gobiernos o por instituciones públicas de sus países de origen, que encuentran precios más baratos en la Isla que en universidades del mundo. En cambio, la propaganda de La Habana ofrece tales cursos como ejemplo de solidaridad.
De la potencia médica no queda nada, ni la mala idea.
El ejército sin guerras de Sudáfrica consume muchos recursos.Los " blanquitos" racistas del apartheid peleaban como leones.Los actuales miembros lo dudo,pues siendo 25 millones nunca se rebelaron de verdad la gran mayoría, excepto Mandela y unos cuantos,me parece una versión Sudafricana de las FARpronto tendrán una GAESA apoderarse del país...
El encabezado del artículo está fuera de lugar, dado que en ningún momento se habla de que los médicos tienen que volver a estudiar la carrera en Sudáfrica. Lo que dice es que deben pasar un programa de integración a los servicios de salud del país durante 18 meses, lo cual es algo muy normal, pues eso viene siendo la prestación del servicio social que se hace en muchos países antes de obtener el título de Medicina.
Y ese servicio social, precisamente tiene como propósito familiarizar al recién graduado con los diferentes programas sanitarios del país.
En la universidad estudié con africanos. Eran excelentes personas pero flojos para aprender. Eso sí, en los exámenes lanzaban tremendas pedradas pero no había profesor que se atreviera a desaprobarlos. La nota más baja para ellos era 3.