Un grupo de 274 médicos del Congo formados en Cuba regresaron a ese país tras graduarse, poco más de un cuarto de los casi 1.000 que cursaban la carrera de Medicina cuando en 2019 una revuelta exigiendo mejores condiciones en las becas en La Habana y el pago de estipendios atrasados acabó con la expulsión de más de un centenar.
Según el reporte de la oficial Prensa Latina, los egresados, en su mayoría médicos generalistas y técnicos, iniciarán ahora en su país la etapa de preparación en hospitales, donde podrán adquirir experiencia antes de ser contratados y destinados oficialmente.
De acuerdo con el medio congolés Journal de Brazza, la ministra de Enseñanza Superior, Investigación Científica e Innovación Tecnológica, Delphine Edith Emmanuel, les dio la bienvenida a su llegada el pasado 31 de diciembre, junto al director de gabinete del ministro de Sanidad y Población, Jean Ignace Tendelet.
La titular los "tranquilizó", asegura el reporte: "Me gustaría asegurarles que se están haciendo todos los arreglos para su integración profesional", dijo, en referencia a los temores de los recién egresados de no poder obtener un empleo en la brevedad.
Según el medio congolés, el Gobierno nacional envió más de 1.000 estudiantes de Medicina a Cuba entre 2013 y 2014 con el fin de llenar el vacío de personal de salud. Un primer grupo de egresados regresó al país en 2020.
Los estudiantes congoleses estuvieron en el centro de la revuelta que en abril de 2019 estalló en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, luego de que decenas de ellos reclamaran el pago de los estipendios adeudados por el Gobierno de su país.
La protesta masiva terminó con la intervención de la Policía cubana y de tropas especiales, que usaron la fuerza y armas de fuego contra los civiles desarmados, según fue denunciado a través de las redes sociales.
Posteriormente, el Ministerio de Salud (MINSAP) de Cuba declaró que esas "indisciplinas no serán permitidas" y que se adoptarían "las medidas pertinentes en correspondencia con la legislación vigente" en la Isla, lo que dio lugar a una purga.
En junio del propio año, según comunicó a DIARIO DE CUBA Andrea Ngombet, coordinador global de Sassoufit, una organización de la sociedad civil dedicada a la promoción del Estado de Derecho y la democracia en la República del Congo, 112 estudiantes arrestados por las autoridades fueron deportados a su país en mayo.
De acuerdo con Ngombet, el Gobierno del Congo envió a Cuba a policías y miembros del servicio secreto para escoltar a los estudiantes.
Una fuente congolesa en La Habana dijo que las autoridades cubanas estarían obligadas a respetar el tratado de Ginebra y evitar la deportación, dado el peligro que correrían los estudiantes en el Congo. Sin embargo, el Gobierno de Miguel Díaz-Canel accedió a expulsarlos.
"Es una vergüenza para el Congo y para Cuba", criticó Ngombet.
El movimiento de protestas de los estudiantes en Cuba se dividió por las presiones políticas, explicó la coordinadora global de Sassoufit. Hasta marzo de 2019, los estudiantes congoleños en Cuba acumulaban 27 meses de atrasos en el pago de sus becas, pero tras las manifestaciones se les abonaron 12 meses.
"El miedo es que una vez los estudiantes estén en el Congo, se pierda el rastro de ellos, y el Gobierno se lave las manos diciendo que no sabe dónde están", alertó Ngombet.
Aparte de los sublevados, La Habana y Brazzaville habrían acordado repatriar a otros becarios por haber registrado "resultados académicos deficientes".
En Cuba estudian cientos de estudiantes extranjeros de diversas especialidades, muchos de ellos con becas que pagan los gobiernos de sus países. Se trata esta de una entrada de recursos importante para el régimen de la Isla.