El programa de formación de médicos que desde hace casi 30 años tiene Sudáfrica en Cuba es muy costoso para ese Gobierno, pero una nueva pesquisa emprendida por el Parlamento de ese país determinó que además ha sido ineficaz para resolver la crónica escasez de personal de salud.
De acuerdo con la parlamentaria de la opositora Alianza Democrática (DA, por sus siglas en inglés) Haseena Ismail, quien integra el Comité de Cartera de Salud, el Programa de Colaboración Médica Nelson Mandela-Fidel Castro, creado por ambos políticos en 1996, solo ha aportado 2.617 graduados a ese país, debido a lo caro que resulta y a las dificultades que supone para los becarios entrar luego al sistema sanitario sudafricano.
Según el Departamento de Salud local, el costo de la colegiatura por estudiante en Cuba es de 2.000 dólares anuales durante la preparatoria, cuyo centro es el aprendizaje del idioma español; 5.000 anuales durante los siguientes cinco cursos de estudios médicos; más un estipendio anual de 2.400 por estudiante.
Sin embargo, un informe más detallado ofrecido por las autoridades y publicado por la parlamentaria, mostró que hoy la preparatoria suma un costo de 14.872 dólares (desglosado en 6.000 de colegiatura; 6.022 en alimentación; 2.400 de estipendios, y 450 como costo promedio de la instrucción médica).
En el primer y segundo año ese costo se eleva hasta los 21.422 dólares anuales, y en el tercer y cuarto año a los 20.422, pero en el quinto curso trepa hasta los 22.522 dólares.
A ello se suma que los estudiantes de Medicina sudafricanos que se forman en Cuba deben completar sus estudios al retornar en universidades sudafricanas, con un costo para el periodo 2022-23 de más de 15.000 dólares.
Esa suma permitió determinar, tras una consulta parlamentaria realizada en el legislativo sudafricano en 2019, que formar un médico en Cuba cuesta el doble que hacerlo en el país africano.
Haseena Ismail anunció la solicitud de los informes anuales del programa Nelson Mandela-Fidel Castro al ministro de Salud local, Joe Phaahla, para hacer una supervisión exhaustiva de su funcionamiento.
"No hay investigaciones de auditoría de las que tengamos conocimiento en relación con la mala gestión o el derroche de dinero para el Programa de Colaboración Nelson Mandela-Fidel Castro en el Departamento de Salud", aseguró ante los cuestionamientos el ministro.
Sin embargo, la Alianza Democrática afirma que está tratando de obtener acceso a un informe de auditoría de 2018-2019 sobre una serie de contratos con estudiantes que aparentemente acabaron nulos y sin efecto.
Al afirmar que el programa no parece ser la mejor opción para los estudiantes sudafricanos, Ismail recordó que durante la pandemia de Covid-19 Pretoria dejó a los estudiantes en una situación precaria, lejos de sus familias y con acceso limitado a recursos.
"Estas familias se vieron obligadas a proporcionar maletas con alimentos y otras necesidades para los estudiantes atrapados en Cuba", indicó Ismail.
Además de todo lo anterior, los incidentes con alumnos sudafricanos en Cuba son frecuentes. En julio último, la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara suspendió por tres años a un estudiante de Medicina sudafricano que retuvo contra su voluntad a dos cubanas presuntamente implicadas en el robo de su teléfono celular.
En noviembre de 2021 se viralizó la agresión de policías cubanos contra un grupo de estudiantes sudafricanos de Medicina en la propia Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara. Según el reporte del sitio sudafricano News24, los alumnos estaban celebrando en la beca universitaria cuando la Policía llegó y, tras una discusión, los atacaron y golpearon.
La Unión de Estudiantes Africanos en Cuba (UEA) condenó esos sucesos en una declaración oficial dirigida a "la comunidad africana en Cuba", en la que señalaron: "condenamos tal acto y violencia por parte de las autoridades cubanas" y subrayaron que la Policía respondió "de una manera no profesional atacando a los estudiantes sin armas y golpeándolos" como si hubieran cometido un crimen grave.
Estos estudiantes, según la prensa sudafricana, eran parte del Programa de Colaboración Médica Nelson Mandela-Fidel Castro. Por ese y otros programas entre ambos Gobiernos, que incluyen la colaboración en materia militar y la exportación a Sudáfrica de médicos y maestros cubanos, La Habana ingresa sumas millonarias cada año.
Bueno, los intensivistas cubanos que fueron a Italia no sabían andar con los respiradores artificiales y equipos de diagnóstico modernos.La "potencia medica" es un truco de los verdeolivos para enviar esclavos de bata blanca a donde sea y llenar sus arcas.Por otro lado,seguro la oposición de Sudáfrica le quiere dar cuchillo al programa de medicina del difunto Mandela con el " Cenizas".No por el costo, que es barato tratándose de un país con recursos como ellos.Se sabe muy bien que en USA o Europa,sería mucho mayor.No creo que con la corrupción que hay en el gobierno sudafricano pagarían para programas de médicos en países del 1er mundo.Ahora se dan cuenta que tiraron su dinero al inodoro.El " Cenizas" cuando su plan masivo de galenos ,formó profesionales mediocres en gran cantidad, pues produjo médicos como chorizos en una planta cárnica y no siempre todos los embutidos salen bien cocinados o con calidad ....
ademàs es necesario saber cuantos medicos en estos 30 anos se han formado en sudafrica y con que costo.
no resuelve la escasez de los medicos en el sudafrica por que es necesario que el pais de mandela haga lo que hizo cuba en los anos 60
¡¡¡ C U B A ___ E S T A D O ___ F A L L I D O !!!
Otra fuente de latrocinio: la formación de medicastros para robarles el dinero a los surafricanos. Cuesta el doble que en el propio país y resultan mediocres. Es tonto pensar que la dictadura de Cuba presta servicios movida por un sentimiento altruista. La mafia de los Castro siempre ha barrido hacia dentro.
No es objetivo de las corruptelas de todos los países que envían estudiantes al campo de concentración antillano graduar doctores de nivel y a un precio razonable.
La parlamentaria debía saber que el 90% del dinero dedicado a esa transacción se comparte entre las cuentas de sus colegas socialistas y los del cartel de Punto Cero.
Todo a ritmo de propaganda solidaria y desinteresada
Sigan creyendo en la potencia medica..