Solo el 5% de las más de 15.000 personas procesadas penalmente en Cuba en 2023 fueron absueltas, según datos que ofreció Rubén Remigio Ferro, presidente del Tribunal Supremo Popular, en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde rindió cuentas de la Ley 143 Del Proceso Penal.
"Su aplicación ha facilitado, dentro del régimen de garantías que establece, enfrentar con rigor el fenómeno delictivo en el país; y en su implementación ha exigido el estudio, preparación y reelaboración de los protocolos internos de trabajo para la adecuada puesta en práctica", dijo Ferro, citado por el diario oficial Granma.
Según el funcionario, ha permitido "mayor calidad del proceso penal y un adecuado enfrentamiento al delito a través de las medidas cautelares y sanciones y las disposiciones emitidas por el Consejo de Gobierno del Tribunal Supremo Popular".
Dijo que en 2023 se han juzgado 15.452 personas de las que el 95% resultaron sancionadas; en tanto los delitos de mayor impacto por el daño que originaron fueron el sacrificio ilegal de ganado mayor, tráfico de drogas, malversación, hurto, cohecho, atentado, robo con fuerza en las casas, robo con violencia, hechos que han sido profusamente denunciados en las redes sociales y medios independientes y muestra de la inseguridad en auge en las ciudades y campos cubanos.
Agregó que, con la reforma penal, se han emitido 16 disposiciones relacionadas con la Ley del Proceso Penal, Código Penal y Ley de Ejecución y la Fiscalía, así como ha incorporado el 36% de su fuerza laboral al proceso penal, fundamentalmente en la capital.
En este año, los tribunales establecieron 16.762 asuntos en materia penal, y hasta el cierre de octubre habían resuelto 12.219. Se han ejecutado 10.141 sentencias firmes, cifras que, seg constituyen niveles aceptables para esta etapa del año natural.
Sobre asuntos tramitados en los tribunales desde enero de 2022 hasta octubre de este año, Ferro dijo que se identificaron 14.117 víctimas o perjudicados y de ellos 2.975 se presentaron en condición de parte, adhiriéndose a la imputación del fiscal, ejerciendo la acción penal, actuando como coadyuvante y ejerciendo acción civil de forma independiente.
Del 95% de las personas juzgadas, el 70% fueron sanciones de internamiento; el 21% penas no detentivas; 9% sanción de multa y el 0,3% amonestación.
En un discurso sin máscaras en cuanto a la falta de independencia del sistema judicial cubano, los jefes de la Fiscalía General y el Tribunal Supremo Popular ratificaron recientemente que en la Isla la impartición de la justicia está circunscrita al Partido Comunista y al sostenimiento del régimen.
Según Ferro, el mismo que amenazó con la aplicación de la pena de muerte como "defensa" del régimen y de la "tranquilidad ciudadana" a raíz del segundo aniversario de las protestas del 11J, la mayor satisfacción "es contar con la confianza de la población, del Partido y de las instituciones de la Revolución".
En Cuba los jueces son "de la Revolución y del Partido (Comunista de Cuba)". Así lo dijo el presidente del Tribunal Supremo en un video revelado en mayo de 2022 por DIARIO DE CUBA, que evidenció cómo se pacta la Justicia en el país.
Código de las Familias
Oscar Silvera Martínez, ministro de Justicia, al referirse al nuevo Código de las Familias informó que son los divorcios, los alimentos y los conflictos sobre guarda y cuidado y regulación del régimen de comunicación los asuntos más demandados por la población.
Los matrimonios entre personas del mismo género ascienden a 1.333 (806 entre hombres y 527 entre mujeres); las uniones de hecho afectivas a 85 y en 31 casos a los recién nacidos se les ha colocado en primer orden el primer apellido de la madre, dijo Silvera.
De forma general, se han radicado 34.898 procesos, 4.733 más que en igual etapa del año anterior, y en el caso de las consultas, se relacionan principalmente con la responsabilidad parental, la delegación voluntaria de parte del ejercicio de la responsabilidad parental, el asentimiento del cónyuge para disponer de la vivienda familiar y otros bienes, la revocación de las donaciones de viviendas y el reconocimiento del parentesco socio-afectivo.
"Esta es una norma jurídica amplia, revolucionaria y compleja, que exige preparación y alto desempeño laboral en los juristas y otros profesionales implicados en esta hermosa tarea, a quien debemos reconocer, en general, por el esfuerzo, el estudio y los resultados", dijo Silvera Martínez.
La diputada Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual Cenesex, calificó el Código de las Familias como "avanzado para su tiempo", que "reconoce todos los derechos" y en el cual se "volcó el conocimiento científico sobre el derecho familiar en Cuba".
Castro Espín, quien ha atribuido los "avances" en los derechos de la comunidad LGBTI en Cuba al "liderazgo" del Partido Comunista y ha exculpado a la generación histórica del régimen (su padre y tío incluidos) de la persecución a los homosexuales, destacó el apoyo de las autoridades en el proceso que llevó al Código de las Familias y, especialmente, el del general Raúl Castro.
"No hubiésemos llegado al momento al que hemos llegado si no hubiéramos tenido una revolución como la iniciada en enero de 1959 y el liderazgo del comandante en jefe Fidel Castro. Es también este un momento para reconocerlo", dijo.
Al reafirmar que seguirá resaltando el papel del Partido Comunista en cualquier escenario que llegue, Castro Espín dijo a los diputados cubanos que seguirá llamando gusanera a quienes se oponen al régimen.
"Fui atacada por la contrarrevolución, por la gusanera ―una palabra que me gusta mucho usar porque describe muy bien al mercenariado al servicio de los intereses de Estados Unidos contra Cuba― porque yo resaltaba el papel del Partido. Pues claro que voy a seguir resaltando el papel del Partido…", dijo la hija de Raúl Castro, quien fue interrumpida por los aplausos de diputadas y diputados.
"La infanta de Cuba se siente impune ofendiendo a todos aquellos que nos oponemos al régimen de su padre, que nadie olvide", criticó el activista Magdiel Jorge Castro al publicar el fragmento de la intervención de Castro Espín.
