Miguel Díaz-Canel inauguró el jueves una planta productora de antibióticos en Cuba y su primer ministro, Manuel Marrero Cruz, hizo lo mismo en Matanzas con una moderna unidad quirúrgica, con todos los focos de la prensa oficial puestos sobre estas nuevas obras que el Gobierno se ha propuesto saldar antes de cerrar el año.
Según publicó el portal oficial Cubadebate, la fábrica de medicamentos es única de su tipo en Cuba y cuenta con tecnología de punta. Llega tras una escasez generalizada de este tipo de fármacos desde que el Gobierno desvió recursos y materias primas para desarrollar cinco vacunas contra el Covid-19.
"Díaz-Canel inauguró la planta de cefalosporinas y carbapenemos inyectables, única productora de antibióticos de amplio espectro en Cuba. Pertenece a la Empresa Farmacéutica 8 de Marzo, fundada hace 41 años por Vilma Espín. Es una planta con tecnología de punta", escribió la Presidencia en la red social Twitter.
"La planta tiene capacidad para la demanda nacional y la exportación. Producirá cefotaxima, rocephin, cefazolina, cefuroxima, meropenem, ceftazidima, cefoxitin y aztreonam. Entre abril y mayo se estará produciendo para entregar al sistema nacional de salud", añadió la página gubernamental.
El gobernante calificó como "una proeza" el hecho de haber levantado "una planta como esta en un año tan difícil como este".
Con esta planta de cefalosporinas se podrán producir una serie de antibióticos betalactámicos inyectables de amplio uso en las terapias intensivas. Inyectables como el meropenem, el rocephin y la cefotaxima son antibióticos esenciales de uso hospitalario con un amplio espectro de tratamiento de infecciones bacterianas, neumonías y meningitis, entre otras enfermedades.
Según el medio oficial, la importación de estos antibióticos le cuesta al Gobierno entre siete y ocho millones de dólares anuales, y producirlos en Cuba disminuirá los gastos.
Durante el año que concluye fueron incontables y muy frecuentes los pedidos desesperados en redes sociales para adquirir antibióticos y otros tratamientos que ni en los hospitales estaban disponibles.
A falta de una solución a la escasez generalizada que impera en Cuba y que golpea sensiblemente la salud, el Gobierno extendió la exención de aranceles a la importación de medicamentos, alimentos y aseo, que ahora estará vigente hasta el 30 de junio de 2023.
Marrero Cruz corta las cintas de una unidad quirúrgica en Cárdenas
El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, dejó abierta también el jueves una moderna unidad quirúrgica central en el hospital Julio Aristegui, del municipio de Cárdenas, en la provincia de Matanzas.
Según publicó el propio funcionario en su cuenta oficial de la red social Twitter, la nueva instalación cuenta con seis salones de diferentes especialidades, que podrá cubrir las necesidades del territorio y disminuir la larga lista de espera de pacientes.
"Durante la visita al hospital, Marrero conoció que la unidad tiene, además, dos salas de recuperación, áreas de esterilización y facilidades para el personal médico, y se estima que beneficiará a aproximadamente a 250.000 matanceros de municipios como Perico, Jovellanos, Martí y Cárdenas", publicó Cubadebate.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, calificó 2022 como un año de "obstáculos importantes" y "deficiencias superables", una situación que pacientes afectados y los propios trabajadores del sector consideran como "la peor de la historia de la Revolución".
En un acto del sector por los 64 años del triunfo de la Revolución, el ministro mencionó la escasez de insumos y medicamentos, la epidemia del dengue, la explosión del hotel Saratoga, el incendio en la base de supertanqueros de Matanzas y otros eventos, "que han demandado esfuerzos extraordinarios del sistema, en medio de un complejo contexto de crisis económica mundial que afecta también a Cuba".
Durante el año se vieron numerosas denuncias de cubanos en redes sociales aquejados de la dilatación de intervenciones quirúrgicas. Desde la propia provincia de Matanzas, Islenis Lorenzo Quiñones, una madre cubana desesperada, denunció a DAIRIO DE CUBA en mayo pasado que una intervención quirúrgica a la que debía ser sometido su hijo estaba sufriendo retrasos de meses por la escasez de insumos médicos. Ella vive en Colón, Matanzas, y su pequeño, Yanier Enrique Medina Lorenzo, de cuatro años, se atiende en el Hospital Pediátrico Provincial Eliseo Noel Caamaño. Necesitaba una operación de retracción del tendón de Aquiles.