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Política

La OMS, a la espera de la documentación para evaluar las vacunas cubanas contra el Covid-19

A tres meses de los primeros contactos para obtener la autorización para usar globalmente sus inyectables, BioCubaFarma sigue sin iniciar los trámites necesarios.

Madrid
Personal sanitario aguarda para vacunarse en Cuba.
Personal sanitario aguarda para vacunarse en Cuba. AP

A pesar de que las autoridades cubanas anunciaron a mediados de septiembre que habían iniciado los contactos con la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS) para solicitar la evaluación de sus vacunas contra el Covid-19, casi tres meses después no han presentado los documentos necesarios para ese trámite.

En el sitio oficial de la OMS, que actualiza regularmente el estado de los trámites de homologación de los fármacos desarrollados en el mundo contra el virus, el proceso solicitado por la empresa estatal BioCubaFarma aparece "en espera de información sobre la estrategia y los plazos para su presentación".

La organización global tiene incluidos a los fármacos Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, desarrollados por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y el Instituto Finlay de Vacunas, en su listado de vacunas registradas alrededor del mundo.

Pero en el caso de las cubanas, no existe fecha acordada para la reunión previa a la presentación, ni expediente abierto a revisión, ni mucho menos evaluación en curso de los productos. 

La OMS ya evaluó y aprobó las vacunas de Pfizer-BioNTech, AstraZeneca, la Covishiel del Serum Institute de la India, la Janssen y la Moderna Biotech, las chinas Sinopharm, Sinovac y CanSinoBio, la rusa Sputnik, la india Bharat Biotech, entre otras.

Tiene asimismo en evaluación formulaciones como la de la empresa china Clover Biopharmaceuticals y la francesa Sanofi. 

La demora en la entrega de la documentación para la consideración de los inyectables cubanos llama la atención debido a la propaganda oficial en torno a la seguridad y efectividad de los fármacos desarrollados en la Isla, hasta el momento no aprobados ni evaluados por entidades y expertos no implicados en su creación.

En cambio, en días recientes los medios oficiales de la Isla celebraron la publicación de estudios científicos sobre los efectos de esas formulaciones en medios especializados internacionales. En concreto, un artículo sobre uno de los ensayos clínicos en humanos de Abdala publicado por el sitio web medRxiv, repositorio de textos inéditos sobre ciencias de la salud, es de la autoría de los propios ejecutores del ensayo, científicos del CIGB, del Hospital Saturnino Lora de Santiago de Cuba y del Centro de Inmunoensayo. 

Según el sitio de la publicación, el texto apareció en calidad de preprint, o sea, sin haber sido certificado por una revisión de pares, procedimiento exigido para que se le considere un texto académico de valor científico.

La estatal Agencia Cubana de Noticias reportó esta semana, citando al CIGB, que los resultados de Abdala habían sido enviados también a la revista especializada British Medical Journal, una de las publicaciones científicas más respetadas del mundo.

El martes 30 de noviembre, en el espacio televisivo de la "Mesa redonda", Vicente Vérez, director general del Instituto Finlay de Vacunas, anunció que existen cinco publicaciones en revisión para ser publicadas, y que en ellas se explica la "ciencia detrás de las vacunas", pero no mencionó los próximos pasos en el proceso de homologación a cargo de la OMS.

La evaluación de la entidad global es el paso necesario para que La Habana pueda vender sus fármacos y que estos sean incluidos entre aquellos que los organismos internacionales distribuyen tanto a través del Fondo de Acceso Global a las Vacunas contra el Covid-19, COVAX, al que pertenecen 190 países, pero Cuba no.

Asimismo, la demora contradice la intención declarada de las autoridades cubanas de producir vacunas para los países pobres, que están en desventaja con respecto a las naciones ricas, donde los ritmos de inmunización contra el virus han sido mayores.

A pesar de ello, gracias a autorizaciones de uso de emergencia las autoridades cubanas han inoculado con sus fármacos y con cantidades no reveladas oficialmente de la vacuna china Sinopharm, a buen parte de los cubanos. 

Por la misma vía, La Habana comenzó a exportar esos productos a Venezuela, Vietnam, Nicaragua e Irán, todos con gobiernos aliados. Otros, como Argentina, México y Nigeria han mostrado interés en los inyectables, aunque no se ha hecho público si esas gestiones avanzan. 

Además, en octubre Eduardo Martínez, director de BioCubaFarma, llamó a los emigrados a ponerse los inyectables cubanos, días antes de que el ministro de Turismo, Juan Carlos García, dijera que estaba en estudio ofrecer vacunarse con los productos cubanos a todos los turistas que visitaran el país. 

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6 comentarios

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Profile picture for user JCAleman

A la espera del billete que exigen los burócratas que dominan la WHO

Mejor la envien a la FAO, que es donde debe ir el guarapo. Entre los infectados, los muertos y esto, a mi no me queda duda de que las vacunas cubanas no sirven.

Profile picture for user Peña Tico

Ya la documentación fue enviada a través de Correos de Cuba,
así que tienen que esperar

Sigan esperando, que ellos lo que están esperando en un milagro que sus vacunas den resultado para entonces gritarle al mundo que ellos estaban en lo correcto y son una potencia médica.

Profile picture for user Plutarco Cuero

“Si no pudieron cumplir los protocolos que tenían con el hombre que llegó de Sudáfrica positivo y deambuló por el país, y no llevó a cabo una cuarentena, y tuvo aproximadamente más de siete contactos directos, cifra para la cual, de acuerdo al método científico y las estructuras establecidas, se calculan unos 82 contactos indirectos, ¿cómo les podemos creer que están trabajando en una vacuna?

https://www.cubanet.org/not…

Profile picture for user Plutarco Cuero

¡ ¡ ¡ G U A C H I P U P A ! ! !