Mientras Cuba atraviesa una severa crisis marcada por la escasez de medicamentos e insumos médicos, varios grupos de migrantes radicados en diferentes países del mundo se han agrupado para enviar donaciones a la Isla, un proyecto nada fácil dadas las estrictas regulaciones aduanales y la disminución de los vuelos tras la pandemia del Covid-19.
Fue en Madrid, la capital de España, cuando un grupo de cubanos que protestaba contra la represión en la Isla ante la sede del Parlamento Europeo a finales del mes de febrero decidió comenzar a reunir medicamentos y enviarlos a personas necesitadas en Cuba.
La actriz y editora cubana Massiel Rubio, quien se encontraba esa tarde frente a la institución europea, cuenta a DIARIO DE CUBA que todo empezó con "una amiga activista residente en Madrid que necesitaba mandar unos medicamentos para una serie de personas en Cuba, y había que crear un mecanismo para poder hacerlos llegar".
Mientras valoraban las posibles vías, cuenta Rubio, "empezaron a aparecer más personas que también tenían la necesidad de mandar medicamentos a familiares, amigos y conocidos. Ya no era la petición de cuatro o cinco, sino una necesidad de 40 personas".
Fue entonces cuando decidieron agruparse para recolectar los fármacos y realizar paquetes colectivos con el propósito de que "salieran más económicos", cuenta la actriz.
Poco después otros cubanos desde Italia, Francia, México y Estados Unidos se sumaron a la iniciativa, trabajando conjuntamente y también desde las diferentes ciudades que habitan.
Desde Miami, el exdiplomático cubano Enrique Guzmán Karell cuenta a DIARIO DE CUBA que un grupo de personas se organizó desde diferentes ciudades del país para colaborar con estos envíos, impulsados por la experiencia de Madrid, pero también por "la canalización de ayudas y donaciones luego del tornado ocurrido en La Habana en enero del 2019", momento en que varios de ellos se movilizaron y viajaron a la Isla para entregar ayuda a los más afectados.
La principal motivación, sin dudas, ha sido la preocupante escasez de medicamentos en la Isla, por lo que Guzmán Karell afirma que para ellos "ha sido dolorosamente fácil identificar las necesidades que enfrentan familiares, vecinos, amigos y población cubana en general. No residimos en Cuba pero estamos muy pendientes de todo cuanto ocurre a través de canales de comunicación permanentes".
Tras iniciar una convocatoria y solicitud de ayuda a través de las redes sociales, el grupo comenzó a recibir donaciones de dinero, medicinas y accesorios médicos, así como "necesidades concretas que vamos ordenando y canalizando en la medida de nuestras posibilidades", cuenta.
"Somos un grupo de amigos y conocidos bastante numeroso que se ha ido ampliando. Personas con deseos de ayudar a solucionar, muy modesta y acotadamente, dolores y penas. Los nombres alcanzan cientos, pero como nos mueven los mismos intereses resulta bastante fácil coordinarnos y tomar decisiones", afirma.
Desde Madrid, Massiel Rubio cuenta que algunos medicamentos los compran con dinero que recaudan, otros los consiguen en farmacias de la ciudad que les entregan donaciones y también hay enfermeras que les separan material que va a ser desechado en hospitales pese a estar nuevo y en buen estado.
Pero luego añade: "para nosotros recaudar los fondos y conseguir los medicamentos no es tan difícil como pagar el envío", aunque prefiere no revelar las vías que utilizan para hacer llegar los fármacos y los insumos a la Isla por temor a que sean bloqueadas.
"Al llegar los envíos a Cuba hay un grupo de personas que se dedican a recibirlos y distribuirlos entre quienes más los necesitan. Hay médicos y psiquiatras que colaboran con nosotros. Todos los días me escribe cantidad de gente haciendo pedidos", cuenta Rubio, quien ha enviado varios paquetes de más de 20 kilogramos.
Al preguntar sobre las cosas que más les piden desde Cuba, Rodríguez contesta: "Permetrina, que nos cuesta mucho porque es muy cara. Es lo que más necesitan, sobre todo para niños, porque es lo único que mata la sarna, el resto de los remedios solo alivian las lesiones".
"También nos piden antibióticos de todo tipo. A veces intentamos que no tengan penicilina porque hay mucha gente alérgica. Para los asmáticos no nos dejan mandar el spray, pero entonces enviamos las gotas que se echan en el aerosol, y la gente lleva esas gotas al policlínico. Guantes quirúrgicos mandamos porque no hay para operar, también jeringuillas. Piden muchos medicamentos para los nervios, pacientes esquizoides, depresivos. No es fácil mandarlos, porque no se venden sin receta", cuenta.
En el caso de EEUU, Guzmán Karell afirma que "ahora mismo las personas refieren que necesitan casi todo. Claramente, todos los medicamentos responden a la misma urgencia y hay algunos que cubren necesidades, digamos, más inmediatas y relevantes que otros. Ahí nos concentramos pues no tenemos todos los recursos ni todo el tiempo que demanda esta necesidad. Digamos que podemos contribuir de manera bastante limitada a lo que necesitaría el país ahora mismo. Pero ese algo diminuto es más que nada".
"La mayoría pide antibióticos, analgésicos, antihistamínicos, también ansiolíticos y antidepresivos, lo cual es un problema pues en la mayoría de los casos se requiere prescripción facultativa y son medicamentos bastante controlados", afirma.
"Los más demandados ahora serían ciprofloxacina, azitromicina, ampicillin o cualquier antibiótico de amplio espectro; también la permetrina, benzoato de bencilo, cremas para la piel, las escaras y la escabiosis, enfermedad esta de la que tenemos información existen brotes bastante extendidos en Cuba y es un tremendo problema pues no siempre es posible hacer llegar la cura de manera inmediata. Además, son muy solicitados acetaminofen, ibuprofeno, diclofenaco, aspirina... En fin, la diversidad es bastante amplia, lo cual habla de un desabastecimiento de igual magnitud", explica el cubano.
Sobre las dificultades al enviar los medicamentos, Massiel Rubio afirma que hay países desde los que no tiene forma de hacerlos llegar. "De EEUU es muy caro, de México apenas salen vuelos. Por ejemplo, en México es más barata la permetrina, la compramos allí, se manda a EEUU y de ahí estamos viendo cómo hacer llegar la carga a Cuba. Tenemos una capacidad de gestión muy grande, podemos conseguir muchos medicamentos, pero nos es difícil hacerlos llegar. Es como un embudo", lamenta.
Sobre la repartición una vez que llegan a la Isla, Guzmán Karell dice que el único criterio es "ayudar a resolver o a mitigar problemas de salud a cualquiera que tenga necesidad".
"Por supuesto, accedemos primeramente al círculo de personas conocidas, algo que termina siendo exponencial y que alcanza prácticamente a toda la Isla en términos territoriales. Pero a todos nuestros contactos les pedimos se conviertan en gestores de ayuda. O sea, que no almacenen lo que no vayan a usar, sino que lo pongan a disposición de los vecinos y la comunidad", explica.
"Es una barbaridad tener que hacer referencia a algo tan obvio, pero no hay que ignorar que somos resultado de la polarización y la fractura, por lo que es bueno ratificar que cuanto sale de estos esfuerzos no va a sostener a un grupo de cubanos específicos a partir de coincidencias de ningún tipo o en detrimento de otros que consideramos diferentes o contrarios", añade Guzmán Karell.
"Ese maniqueísmo es muchas veces más evidente cuando uno se enfrenta a las enfermedades, el dolor, y los dramas de salud a los que todos estamos expuestos. Por tanto, el único criterio es ayudar a quien quiera lo necesite, a seres humanos enfermos o con un problema de salud, a cambio de nada, obviamente", finaliza.
......pero no decian q eran potencia medica?, potencia medica mis c0h0nes......
Es que escuchaste mal, ellos decian "Potencia Mierdica "
Manden más para el abastecimiento de las farmacias en MLC
El régimen se encuentra entre la espada y la pared. No son capaces de garantizar las medicinas y los alimentos, pero su soberbia les impide perder la cara aceptando un plan de ayuda internacional para hacer llegar a Cuba los medicamentos. Estoy seguro que los cubanos en todo el mundo participarían de buena gana. Eso sí, que la distribución sea independiente y a través de ONG, no vayan a terminar las medicinas vendidas en MLC como ya ha ocurrido.