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Represión

Carolina Barrero: 'No me contiene la amenaza de cárcel y difamación que sobre mí se cierne'

La curadora e historiadora del arte Carolina Barrero conversa con DIARIO DE CUBA sobre el proceso judicial al que es sometida y cuenta las impresiones de su regreso a Isla tras varios años en España.

Madrid
La historiadora y curadora de arte cubana, Carolina Barrero.
La historiadora y curadora de arte cubana, Carolina Barrero.

Menos de 24 horas después de entregar en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) una petición legal solicitando la revocación del mandato del ministro de Cultura cubano, Alpidio Alonso Grau, la historiadora y curadora de arte Carolina Barrero fue detenida por agentes de la Seguridad del Estado, quienes ocuparon su Ipad y varias copias de un dibujo de José Martí realizado por la artista Camila Lobón.

Por guardar dichas imágenes, la teniente coronel del Ministerio del Interior (MININT) Kenia María Morales Larrea decidió iniciar un proceso judicial contra Barrero por el delito de "clandestinidad de impresos", aunque ofreció a la curadora archivar el caso si abandonaba la Isla, pues Barrero ha vivido durante los últimos años en España.

El caso ha generado solidaridad de la comunidad intelectual hispanoamericana. Días después, un grupo de escritores y académicos de diferentes universidades de la región publicó una carta en apoyo a Barrero, quien tras graduarse de Historia del Arte en la Universidad de La Habana cursó un máster en Instituciones Culturales en la Universidad Complutense de Madrid.

En la carrera profesional de Carolina Barrero destaca su participación en el equipo curatorial de la XII Bienal de La Habana, su trabajo en el Museo Nacional del Prado de Madrid, su labor en importantes galerías de la capital española como Elba Benítez y Travesía Cuatro, y su papel como organizadora del programa de coleccionistas de la feria Drawing Room, que reúne a numerosos galeristas de España y el resto del mundo.

En medio del arbitrario proceso penal al que ha sido sometida, y cuya resolución debería ser notificada este miércoles 24 de marzo, DIARIO DE CUBA conversa con Barrero sobre el momento que vive y sus impresiones tras regresar a la Isla después de casi una década en Europa.

¿Por qué, al volver a Cuba, decidiste posicionarte públicamente contra las arbitrariedades del Gobierno, sabiendo que podrían tomar represalias contra ti?

En realidad yo no tomé la decisión de posicionarme, porque tomar posición sobre algo implica que existe, al menos, otra opción. Para mí esta era —siempre ha sido— la única opción posible, cualquier otra sería un engaño, una traición. No ver y no denunciar la vulneración constante de derechos que a diario se comente en Cuba, derechos penales, jurídicos, cívicos, culturales, políticos y económicos, es ser cómplice de una trampa. No me contuvo en el bachillerato la amenaza de no dejarme comenzar mis estudios en la Universidad, y no me contiene ahora la amenaza de cárcel y difamación que sobre mí se cierne.

En Madrid llevaba meses con el corazón oprimido, había días en que no podía dormir ni comer. Sé que a muchos amigos y colegas cubanos en todas partes les sucede lo mismo. Cuba trasciende el mapa y está hoy allí donde se encuentra cada cubano. El Gobierno, en su maldad, ha querido desterrarnos y exiliarnos, pero Cuba se extiende fuera y dentro se regenera y crece.

¿Podrías explicarnos de qué te acusa la Seguridad del Estado cubano? ¿Cuál es el delito que te atribuye?

La Seguridad del Estado me acusa por el delito "clandestinidad de impresos" que recoge el Artículo 210 del Código Penal. Este delito, hoy abolido y condenado en casi todo el mundo, fue muy usado por regímenes totalitarios durante el siglo XX para perseguir publicaciones e imprentas que emitían opiniones críticas sobre el orden social.

Lo sorprendente es que, en pleno siglo XXI, aún permanezca vigente en nuestro Código Penal esta ley, en un tiempo en que la tecnología, el internet y las redes sociales han cambiado el modo de crear, distribuir y consumir imágenes de forma ecuménica.

Ahora, ya poniéndonos con la ley, vemos que en este caso particular no aplica, ya que la ley condena los casos en que se oculta la fuente de emisión, impresión, distribución, almacenamiento y propósito. En mi caso esta información ha sido pública desde el primer momento. En relación a la alteración del orden público, ¿a quién se le ocurre pensar que regalar una imagen así por el natalicio de Martí atenta contra algo?

La Seguridad del Estado te ofreció que salieras de la Isla a cambio de no procesarte, ¿por qué decidiste quedarte?

Parece mentira, pero fue así. Tener abierto un proceso penal sería acaso la única razón posible para impedir a un ciudadano abandonar un territorio. En Cuba sucede lo contrario, las acusaciones penales se utilizan a menudo como forma de coerción y chantaje para impedir a los ciudadanos el derecho a manifestarse.

Han pasado casi dos meses y la instructora penal encargada del proceso no me ha notificado el número de caso, las veces que le he preguntado, dice que lo ha olvidado o que no tiene tiempo en ese momento de buscarlo, que ya me lo dirá. No importa cuántas veces he insistido en ello. Puestos a ver, si no existe oficialmente la notificación del número de caso, no existe tampoco la denuncia, y por tanto todo esto podría ser una ficción de la Seguridad del Estado. En ese lugar de desamparo, mediocre y oprobioso, se encuentra la ciudadanía cubana, vilipendiada y menospreciada por las mismas instituciones que deberían protegerla y velar por el cumplimiento de sus derechos civiles y jurídicos.

Tras casi diez años en España regresas a Cuba, ¿qué diferencias encuentras entre el país que dejaste y el que encuentras ahora?

Creo que es el mismo país de entonces, veo repetidas aquí y allá las marcas de una rueda dentada que sobre nosotros gira sin avanzar. Como un sortilegio o un hechizo que se ha vuelto un bucle de tiempo. Si algo veo distinto son los ojos. Los ojos que ya lo han visto todo repetirse demasiado y sienten más vergüenza de la pueden ocultar. Hay certezas que se abren paso sobre los designios de la ignominia y que ya no tienen vuelta atrás.

Muchos cubanos en los últimos tiempos han roto la barrera de irse o quedarse, y tienen una relación con el país en la que entran y salen con frecuencia. ¿Cómo es que un cambio aparentemente insignificante pone en alerta al régimen?

Afuera y adentro es una oposición implantada para aislar a Cuba del resto del mundo, para que exista en una especie de no lugar, como si fuera una isla perdida a la que se accede o se sale cruzando a otra dimensión. Así nos lo han hecho creer durante demasiado tiempo.

Esa forma en la que la instrumentación del lenguaje coloniza y subvierte la realidad hizo un daño irreparable la familia cubana durante décadas. Cuántos hijos, madres y abuelos se despidieron sin saber cuándo volverían a verse; cuántos nunca se volvieron a ver.

El adentro y el afuera no existe, y tanto derecho tienen los cubanos que viven aquí o allá de decidir sobre el destino del país. Mucho hemos sufrido todos la opresión y el desamparo, el desprecio y la discriminación, en nuestra propia tierra, por ser cubanos.

En varias ocasiones la Seguridad del Estado te ha prohibido de forma arbitraria salir de tu vivienda. ¿Por qué́ has decidido no aceptar esas órdenes?

En el orden de los asuntos públicos lo que no se refuta se acepta. La práctica de arresto domiciliario se ha vuelto siniestramente habitual en nuestros días en Cuba. Se aplica al margen de la ley, en un limbo de acciones en el que se mueve la Policía y la Seguridad del Estado con total impunidad para impedir a los ciudadanos ejercer derechos y libertades escritas en la Constitución, especialmente el derecho de manifestación, de expresión y protesta.

Por supuesto, respeto a quienes deciden no salir, también tienen razones para ello. Yo no juzgaría sobre cómo alguien conduce sus acciones ciudadanas, esto se trata de pluralidad y eso lo defiendo porque se trata de nuestro bien más preciado.

¿Crees que merece la pena seguir insistiendo en un proceso de diálogo entre el Gobierno cubano y la sociedad civil independiente? ¿Por qué?

Una República es una conversación sobre los asuntos de la vida pública, y las instituciones democráticas se sustentan para contribuir a que ese flujo conversacional se mantenga y prospere. Esa es la clave del crecimiento de una sociedad. Lo que sucede aquí es que las instituciones no escuchan, sino que quieren ser escuchadas; cualquier cosa que parezca desviarse de la ortodoxia que predican es inmediatamente condenada. Como sociedad civil hemos de fortalecer los vínculos y la comunicación entre los distintos grupos, escucharnos y decidir sobre nuestro destino común.

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7 comentarios

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Profile picture for user Weston

“Le pidieron los ojos
que alguna vez tuvieron lágrimas
para que contemplara el lado claro
(especialmente el lado claro de la vida)
porque para el horror basta un ojo de asombro.” Heberto Padilla.

Profile picture for user Plutarco Cuero

Imam al Auza'I dijo a un hombre:

"Busco una casa cerca de vecinos que no difamen,
ni envidien, ni odien. Este - hombre me tomó por la
mano y se dirigió hacia el - cementerio, luego me dijo:
"Es aquí donde encontrarás a esos vecinos".

Profile picture for user Plutarco Cuero

El monólogo no es una conversación ... Toma dos para el tango ...

¡Mujer Inteligente, Hermosa y Valiente!

*Adiós cubiches rabiosos*

Me voy de diario de Cuba
después de leer unos años,
ignorancias, estupideces
y cubiches mal pensados.

Democ-RATA nunca he sido
y tampoco republic-ANO,
aunque tengo ciudadania
yo sigo siendo cubano.

Me gusta la disertación
escuchar y ser escuchado,
pero en DDC hay unos tipos
que son idiotas malcriados.

AREITO Anoculo Cerebral
con plu-TARRO puerco. feo,
medicus y cubano libre
y el padre Ignacio tira peo.

Un llamado MAMADEUS
que queriendo ser gracioso
ni a payaso podrá llegar
porque es un cheo baboso

Y para Pablo Díaz Espí
director de DDC barato
con su moderador castrista
hoy los mando al CARAJO.

Con esta forma de hablar
que aprendí por estos lares,
hoy me despido de ddc
aquí la democracia no vale.

RESUCITADO.

Oye Resurrecto,cuenta los endecasilabos y te saldrá la cuarteta.Pero puedes tirarte hacia el soneto con un poquito más de técnica y gramática. Por ejemplo:

Resucitado al berrear,
llorando con sus perretas,
logra así que sus cuartetas;
nos den ganas de c.....gar

La profesora Carolina Barrero esta clara y contundente en esta entrevista.