Está claro que los apagones son la más espectacular expresión del canibalismo al que ha sido sometido el capital instalado en Cuba, y por supuesto, es fácil comprender que la reiterativa rotura de las termoeléctricas paraliza las cadenas productivas, dañando severamente la economía, debido al nivel primario de la energía dentro de las etapas de producción de casi todo.
Pero tal como la energía, el transporte es un sector transversal a toda producción y, por ello, su calamitoso estado es otro agujero negro para la economía cubana. Como sistema, el transporte integra los diferentes polos de producción y consumo de un territorio permitiendo que se expandan, conecten, amplíen y diversifiquen los mercados, algo imprescindible para sostener la especialización productiva, que es el motor de la economía que conocemos desde el siglo XVII.
El transporte mueve bienes desde donde su utilidad es escasa hacia lugares con mayor utilidad; encadena procesos satisfaciendo las específicas demandas de cada estadio productivo; da salida a los excesos de fabricación; facilita el escalamiento económico y aumenta la productividad marginal del capital.
Solo comprendiendo la importancia multinivel del transporte se logra entender cabalmente cómo un país con carencias de este, queda atomizado y condenado al enanismo y al atraso tecnológico de sus industrias y tierras.
Aun siendo un clásico de la miseria cubana el problema del transporte en la Isla, impresiona que el ministro del ramo, Eduardo Rodríguez, reconozca que "prácticamente estamos transportando la mitad de lo que se transportaba hace cuatro o cinco años… hay una disminución notable de las transportaciones de carga" porque "tenemos limitaciones con los camiones. Hay muchas limitaciones, realmente la disponibilidad técnica de todas las flotas del país —los diferentes medios de transporte de carga— ha estado por debajo del 50%".
Y si aparte de haber poca o de que mucha se malogre por tardanza en llegar a destino —cosechas fundamentalmente—, es ya el colmo que las escasas mercancías disponibles en tiempo y forma no tengan mano de obra para agregarle valor, pues "en La Habana —donde se concentra la principal industria del país— están trabajando menos de 300 ómnibus, una ciudad que en la década de los 80 llegó a tener 2.500 ómnibus y hace apenas cuatro años tenía 600".
¿Cómo podrían funcionar adecuadamente fábricas, talleres y servicios si los trabajadores no pueden llegar a sus puestos, o si cuando llegan lo hacen malhumorados y agotados? En los últimos seis años —los de Miguel Dïaz-Canel como presidente— se ha pasado de transportar 2.275 millones de cubanos anualmente, a solo 1.044 millones, menos de la mitad. El impacto económico de ese dato para la producción y el consumo es sencillamente demoledor.
Y no es cuestión de la capital, pues excepto en Villa Clara y Camagüey, las demás provincias transportan hoy menos del 50% de las personas que transportaban justo antes de que llegara Díaz-Canel, llegándose en lugares como Cienfuegos, Holguín y Sancti Spiritus a solo transportarse el 11%, 12% y 18% respectivamente de lo que se transportaba en 2017. El desastre es absoluto.
Pero lo peor es que las autoridades son tan malignas que fingen desconocer la causa, o tan incompetentes que las desconocen y el ministro Rodríguez realmente cree que "como bien se ha explicado en otras ocasiones —la involución del transporte— tiene su causa fundamental en las afectaciones derivadas del enfrentamiento al Covid, así como el bloqueo".
"Nosotros sabemos que este decrecimiento tiene que ver con la imposibilidad de acceder a la moneda libremente convertible —insiste el ministro—. Tenemos un problema en el país: la mayoría de los medios de transporte y sus componentes para la reparación se adquieren en el mercado internacional y para eso se requieren divisas".
Ya sea desinformando para no asumir responsabilidad, ya sea por desconocimiento, el ministro confunde el síntoma —la falta de divisas— con la causa —la improductividad del sistema castrista—, lo que le impide a él y a su Gobierno encontrar soluciones adecuadas para una de las complicaciones más graves del país.
Pero, claro, ¿cómo va a haber esperanza de mejoría cuando la solución sigue estando en manos del problema?
Transporte
Perdonen la ironia, una cuba sin transporte va de cabeza al feudalismo.
Esta estrofa de himno tendria mucha vigencia en una Cuba futura
..limpiando con fuego
que arrase con esta plaga infernal
de gobernantes indeseables
y de tiranos insaciables
que a Cuba
han hundido en el Mal.
Es alarmante todo lo que se lee!!! Sin embargo, en los barrios donde hay comunidades de militares (que son bastante comunes, verlos insertados en la geografía urbana), si te levantas antes de las 7 de la mañana, ves decenas de ómnibus que se llevan los militares a sus faenas y después de la 5 de la tarde, los ves regresar; y eso es, diariamente. Interesante contraste; los militares tienen dónde moverse; el pueblo, NO.
Ya en los años 60s le llamaban a las guaguas “la aspirina” - una cada 4 horas.
Llevan 64 años dando marcha atrás para coger impulso.
Pero hay un estúpido ministerio de transporte lleno de burocracia e ineptos, en fin continuidad de la porquería verdeolivo...
Es bueno aclarar, sobre todo a las generaciones más jóvenes que aún en los 80’s con 2500 ómnibus el transporte era pésimo. Esperas interminables en las paradas , la gente colgando en las puertas como ramilletes. Sólo preguntarle a cualquier estudiante de esos años, de la CUJAE ,o a los estudiantes de medicina para llegar a Girón, ir a las playas del este y un largo etc. En aquellos años no habían boteros ni motorinas bici taxis que exprimiéndote el bolsillo alivian a los que pueden o no les queda más remedio. Conclusión: aquello nunca ha estado bueno.
Y antes de los 80 tampoco el transporte en La Habana era bueno. Para no hablar del de provincias, y el interprovincial incluidos trenes y guaguas era infame. Los cuentos me sobran.
Excelente artículo, Rafaela. Hay algo que no llego a comprender. Esto es producto de la incompetencia y un modelo comunista que no funciona, o ellos han acabado con Cuba a propósito? Mi papá fue jefe de transporte del Minaz en una provincia de Cuba y le aseguro que sufría mucho porque "los de arriba" les pedían que hicieran unas estupideces totalmente absurdas. Murió sin saber si era lo uno, o lo otro, amargado, viendo como los ingenios eran destruidos.
Nada fue hecho por desconocimiento o ingenuidad, todo fue hecho a proposito y eso convierte a la llamada "Revolucion cubana" en algo perverso y criminal. A proposito los hermanos Castros han haitianizado el pais pues una poblacion empobrecida tiene que gastar el 80 porciento de su tiempo y energias en conseguir el sustento diario y lidiar con todo tipo de carencias y calamidades. Ellos saben como mejorar la vida de la gente pero nunca les ha interesado. La "famiglia Castro" siempre han tenido dos grandes metas: 1- No perder el poder nunca para no tener que rendir cuentas ante ningun tribunal. 2- Haitianizar al pais para tener a la gente entretenida a tiempo completo en las cuestiones de la supervivencia diaria. Saludos.