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Sociedad civil

Más personas negras mendigando y activistas LGBTI reprimidos: Cuba tras el examen en la ONU de 2018

Los activistas Juan Antonio Madrazo Luna y Juana Mora explican a DIARIO DE CUBA cómo ha respondido el Estado cubano a las recomendaciones hechas en 2018 por las organizaciones que dirigen.

Madrid
Un cubano escarbando en la basura.
Un cubano escarbando en la basura. Diario de Cuba

"Me preocupa muchísimo la cantidad de jóvenes afro de ambos sexos en condición de pobreza, mendicidad, servidumbre", dice a DIARIO DE CUBA Juan Antonio Madrazo Luna, coordinador del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), seis años después de que la organización elaborara un informe sobre la situación de las personas negras y mestizas de Cuba, de cara al Examen Periódico Universal (EPU) al que se sometió el Estado en 2018.

Según las cifras oficiales del Estado cubano, referidas en su informe al Comité para la Eliminación Racial (CERD) en 2013, y citas por el CIR en su informe de 2018, las personas negras en Cuba constituyen solo (9,3%), frente a blancos (64,1%) y mestizos (26,7 %).

Incluso agrupando a negros y mestizos en el grupo afrocubanos, quedaban en minoría frente a las personas clasificadas como blancas.  Sin embargo, eran mayoría en las cárceles, los asentamientos marginales, con acceso limitado a las necesidades básicas, las viviendas precarias, las situaciones de hacinamiento, según el estudio realizado por el CIR.

Más allá de la investigación realizada por esta organización de la sociedad civil, basta observar la realidad de Cuba para ver que las personas negras son mayoría en los barrios más empobrecidos.

Las recomendaciones al Estado cubano contenidas en el documento elaborado por el CIR y titulado Negación, exclusión y represión, incluían "adoptar políticas públicas que desde un enfoque de acciones afirmativas ayuden a corregir las desigualdades raciales en el acceso al empleo y la educación superior que experimenta la población afrocubana en situaciones de marginalidad" y "promover y adoptar iniciativas que contribuyan a mejorar la comprensión sobre el carácter estructural de la discriminación y las desigualdades raciales en la Cuba contemporánea".

Cinco años después, hay "una gran cantidad de mendigos jóvenes afro con problemas mentales escarbando en la basura; mujeres jóvenes afro, incluso con preparación profesional, limpiando las casas de los nuevos ricos para poder mal alimentar a sus hijos", señala Madrazo Luna, a quien por otra parte le cuesta trabajo "identificar a la población afro" en las nuevas bodegas o bodegones privados que aparecen "como la mala hierba".

Es previsible que el régimen intente presentar, como intento de solución para el racismo que persiste en Cuba y que durante mucho tiempo se negó a reconocer, el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial.

Ese programa fue anunciado en 2019. Cuando han transcurrido casi cuatro años, la sociedad cubana ignora el estado de la implementación del programa, así como los recursos destinados a él.

Cuando activistas como Madrazo Luna, Marthadela Tamayo González y otros integrantes del CIR han intentado pedir cuentas sobre el programa, la respuesta del Estado ha sido la represión.

Esa ha sido también la respuesta del Estado a la recomendación de "cesar la represión contras activistas y organizaciones de la sociedad civil que en forma pacífica desarrollan iniciativas y actividades para contribuir a la eliminación de la discriminación y las desigualdades raciales en Cuba".

Podría decirse que la comunidad LGBTI, otra minoría históricamente reprimida en Cuba, ha corrido mejor suerte desde 2018, o al menos aquellos gays, lesbianas, bisexuales y personas trans que no expresan abiertamente su descontento con el régimen.

Juana Mora, directora de la Alianza Manos, organización defensora de los derechos de la comunidad LGBTI cubana, reconoce como positiva la inclusión del matrimonio entre personas del mismo sexo en el nuevo Código de las Familias aprobado en septiembre de 2022.

También se refiere a derechos reconocidos en la nueva norma, como el de adoptar y el de acceder a la gestación solidaria y a la reproducción asistida, pero recuerda que para que sean efectivos "hacen falta garantías" y que para la reproducción asistida "no existen bancos de gametos".

En 2018, el diario oficial Juventud Rebelde publicó el artículo "Banco de semen: un camino para tratar la infertilidad masculina", que hablaba de la existencia de un centro de ese tipo en el Hospital Hermanos Amejeiras. En los propios comentarios a la publicación, los cubanos pusieron en duda la existencia de ese centro.

Otra de las recomendaciones de la organización al régimen era incluir en la Constitución de Cuba la prohibición de discriminar por la orientación sexual e identidad de género, en el Artículo 42, relativo al derecho a la igualdad. Respecto al Código Penal, Alianza Manos recomendó la derogación de "todas las disposiciones relativas al estado peligroso, las sanciones pre y postdelictuales y las de advertencia".

"Sin embargo, la Policía y las autoridades siguen amenazando a la comunidad e inclusive ha habido destierros", señala Juana Mora. De esa práctica del régimen fue víctima el periodista y activista Héctor Luis Valdés Cocho. Otros activistas de la comunidad LGBTI cubana han tenido que huir del país, ante las amenazas de prisión.

Alianza Manos también recomendó "incluir la prohibición de discriminar por razones de identidad de género en el Artículo 2 del Código del Trabajo". Al respecto, Juana Mora explica que "a pesar de que se está tratando de eliminar la discriminación en el acceso al trabajo, la educación y al sistema de salud, es necesario un protocolo. El hostigamiento, la violencia y las prácticas discriminatorias están ahí en el día a día".

Juana Mora destaca de manera especial la falta de una ley de identidad de género que favorezca a las personas trans, a las que se les siguen vulnerando sus derechos. El caso más conocido es el de Brenda Díaz, única persona trans encarcelada por las protestas del 11J, que ha sufrido maltratos, golpizas y hasta una agresión sexual por parte de un recluso.

Todo esto ha sido denunciado por la madre de la presa política, pero la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro, cuyo trabajo ha servido más para lavarle la cara al régimen que para la defensa de la comunidad LGBTI, aseguró que Brenda estaba "muy bien" en la cárcel y que su historia había sido "sobredimensionada".

Otro señalamiento de Juana Mora, seis años después de la presentación del informe elaborado por la organización que dirige, es que "no se les permite a los defensores de derechos humanos y activistas LGBTI trabajar y accionar dentro de la sociedad cubana con libertad y sin miedo".

"Los organismos del Estado solo reconocen a los activistas del CENESEX, porque están bajo la sombrilla estatal".

La diferencia entre estar vinculado al CENESEX y ser parte de la sociedad civil cubana independiente quedó evidenciada el 11 de mayo de 2019, cuando los activistas que protagonizaron la primera marcha independiente de la comunidad LGBTI de la Isla fueron reprimidos.

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6 comentarios

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Profile picture for user El Santo

No debieran omitir que también hay más personas negras asaltando.

Los negros de Cuba, (nada de Afro, no pretendan poner anestesias donde no es necesario), históricamente han sido discriminados, en primer lugar por ellos mismos y después por un grupo de la sociedad, decir que en Cuba la discriminación a los negros es generalizada no es real, a pesar que muchos de ellos se han ganado a pulso una mala fama muy justificada, no voy a entrar en detalles de esto pues si nos dejamos de hipocresía no es necesario, si algo bueno hizo ese gobierno hace 60 años fue convertirlos en personas, aunque ahora no se acuerden, lo principal es que para ser respetado primero uno debe respetarse uno mismo y eso engloba muchas cosas, no conozco un negro que tenga mas de dos pesos en el bolsillo que este con una negra, ni una negra que muestre con orgullo su pelo natural, en fin no vamos a hacer una tesis doctoral del tema, pero tampoco vamos a achacarle a ese gobierno, el gran misterio del porque en las universidades prácticamente no hay negros y en la cárceles son mayoría.

Yo no soy blanco pues abuela era de Santa Cruz de Tenerife y abuelo hijo de una negra con un chino.en mi familia los hay mestizos y blancos rubios y hasta pelirrojos:Pero nunca en toda la republica tuvimos que esperar que ningun gobierno nos convirtiera en personas y menos el HP de Fidel y compañia,el respeto no te lo da nadie ese te haces tu merecedor.Y no solo en cuba aqui en USA no hay una sola negra que no se ponga pelucas de blancas o sea calva o tenga la cabeza llena de sogas y todo su bandolerismo lo mezclan con el racismo y mas racistas que ellos haybwque budscsarlos sobre todo ella que son horribles en gordura y proporcion corporal.Mi familia no necesito que llegaran los años 60 como usted dice para saber lo que hacen las personas y he aqui una muestra:Alicia Bustamante,Graciano Gomez,Rene Portocarrero,Trinidad Rolando y otros mas.Que no tenga la mejor opinion de ellos sobre todo en este pais con su manada de delincuentes de BLM no quiere decir que negro signifique bandoleros

Profile picture for user Weston

Todavía no tienen no tienen democracia para nadie en Cuba y ya empezaron con el mojón de la discriminación de las minorías.

Profile picture for user EL BOBO DE LA YUCA

?Así que los negros son una pequeña minoría en Cuba? Me entero ahora. Yo que tenía cifradas mis esperanzas en ellos, pensando que serían los primeros en rebelarse contra la tiranía...

Profile picture for user Pedro Benitez

Es importante destacar que las “situaciones de marginalidad” no se revierten fácilmente bajo cualquier sistema de gobierno . Las leyes que atienden a la
“ prohibición de discriminar” resuelven solo parte del asunto, es necesario crear programas comunitarios simultáneamente para elevar el nivel de conciencia de los ciudadanos.