La nueva generación de gallinas ponedoras de Cuba será yanqui

Al cierre de 2023, la importación de huevos frescos por Cuba desde EEUU sumó 1.570.860 dólares. Tales envíos, embarcados desde Miami, Tampa y New Orleans, dieron lugar a que, además de la mayor parte de la carne de pollo que comen los cubanos, también provengan del vecino del norte las producciones de esos animales vivos.

Pero en el mismo periodo, un dato llamó la atención: entre los alimentos importados a la Isla aparecieron 91.846 dólares en huevos fertilizados para ser incubados. ¿Quién está produciendo pollos vivos en la Isla a partir de posturas de ave de EEUU? ¿Va el Gobierno a recuperar la producción, afectada por la falta de alimento para sus gallinas, gracias a las ponedoras del vecino del norte?

Las cifras de la primera mitad de 2024 confirman que la tendencia va en aumento: solo en huevos para ser incubados, Cuba compró en EEUU entre enero y junio últimos una cifra ascendente a 988.710 dólares. Asimismo, la suma invertida en huevos frescos de gallinas domésticas fue de 517.574 dólares, y la de huevos de ave (sin especificar la especie), 151.792 dólares.

En octubre de 2023, el ministro de Agricultura de Cuba, Ydael Pérez Brito, reconoció que la producción de huevos en Cuba disminuyó de cinco millones de unidades diarias en 2020 a 2,2 millones en 2023, debido sobre todo a la escasez de gallinas ponedoras.

"Hoy solo contamos con un promedio de 2,9 o tres millones de gallinas ponedoras. Después de la pandemia, no pudimos adquirir las vacunas y se detuvo el programa de reemplazo. Esto ha provocado que estemos trabajando con un porcentaje muy alto de gallinas envejecidas", reconoció entonces.

El funcionario aseguró que, para solucionar el problema, se estaban reemplazando unas 300.000 gallinas cada mes, con la aspiración de que, al finalizar 2023, fueran un millón los animales sustituidos por nuevos productores. El ministro no precisó de dónde proceden los reemplazos.

"Este programa ha tenido muchos obstáculos con los alimentos, sobre todo con la soya y el maíz, cuyos precios se han incrementado. Esto solo nos permite suministrar los cinco huevos actuales en la canasta familiar normada", afirmó Pérez Brito, quien evitó mencionar que en varios territorios esa magra entrega racionada llega tarde o nunca.

Pese a tales promesas, en una reunión de balance del sector en febrero último, se dijo que el déficit en la producción de huevos al cierre de 2023 fue de 1.000 millones de unidades. 

Ante esa situación, la importación del alimento para satisfacer necesidades mínimas en Cuba ha sido una oportunidad para productores de Colombia y República Dominicana, que además de EEUU, han estado haciendo millonarias ventas a la Isla.

Mientras, el huevo en Cuba ha pasado de ser un alimento básico a casi un producto de lujo. Su precio no ha parado de subir en los últimos años, rozando en junio último los 3.500 pesos cubanos (unos diez dólares al cambio en el mercado informal) el cartón de 24 unidades, al tiempo que su oferta escasea. El salario mínimo en Cuba son 2.100 pesos.

Entonces, ¿se salvará la industria avícola cubana gracias a las compras de huevos inseminados en EEUU? ¿También agradecerán los cubanos al "enemigo del norte" los huevos que se coman en el futuro?