Pese a cuestionamientos y una presunta marcha atrás anunciada la pasada semana, el Ministerio de Finanzas y Precios de Cuba puso en vigor a partir de este lunes 8 de julio el tope de precios a la venta minorista por las MIPYMES de varios alimentos básicos que la red comercial oficial apenas oferta.
De acuerdo con la Resolución 225 de esa entidad, hecha pública en la Gaceta oficial número 61, en lo adelante el precio máximo de venta del kilogramo de pollo troceado será de 680 pesos, equivalente a dos dólares, según el valor de la divisa estadounidense en el mercado informal que publica el medio independiente El Toque.
Además, el litro de aceite vegetal, exceptuando el de oliva, será de 990 pesos (2,99 dólares); el kilo de salchicha a 1.045 pesos (3,07 dólares); el kilo de leche en polvo a 1.675 (4,92 dólares); el kilo de pasta alimenticia a 835 (2,45 dólares), y el kilo de detergente en polvo a 630 pesos (1,85 dólares).
La norma legal indica que, aparte de lo anterior, se exonera del pago de aranceles en Aduana a las importaciones de estos productos. Y, como había sido dispuesto anteriormente, se impone un límite máximo de ganancia de hasta el 30% sobre los gastos en que incurren los comercializadores para las entidades estatales que vendan esos productos tras adquirirlos de las MIPYMES.
"El establecimiento de los referidos precios minoristas máximos no implica ni justifica que se incrementen los precios de estos productos, en los casos en que al momento de entrada en vigor de la presente Resolución se estén comercializando a precios minoristas inferiores", advierte el documento.
El salario estatal medio en Cuba es de 4.300 pesos y las pensiones 1.500. El salario mínimo son 2.100 pesos.
La norma recién aplicada debió entrar en vigor el lunes 1 de julio, pero la viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, justificó su posposición "a partir de la necesidad de continuar los intercambios con los actores económicos sobre las realidades que enfrentan en sus procesos de importación, transportación y comercialización, así como atender los estados de opinión de la población".
El Gobierno ha justificado estas medidas como un intento por controlar la desbocada inflación que vive la Isla, evitando señalar que el imparable incremento del valor de bienes y servicios se origina en la crisis económica, agravada a raíz de la aplicación del paquetazo de la Tarea ordenamiento, en enero de 2021.
La depauperada producción de bienes en Cuba ha sido aliviada por numerosas MIPYMES, que importan bienes terminados del extranjero, en especial de EEUU, y los venden a precios de oferta y demanda que no pueden pagar la mayoría de los cubanos. Lo anterior, además, profundizó la dolarización del mercado informal en la Isla.
Como solución alternativa, empresas estatales adquieren productos importados por las formas de gestión no estatal para cumplir sus compromisos productivos. Ello cubre desde panaderías que no tienen harina para sus producciones hasta redes de comercio oficiales que ofertan alimentos adquiridos a través de MIPYMES.
Ante las quejas que lo anterior provoca en la población, el Gobierno quiere enviar la señal de que busca bajar los precios, si bien las tiendas en dólares que administran los militares cubanos ya venden productos con márgenes de utilidad de más del 100%.
Asimismo, el paquetazo económico aplicado como presunto remedio para el problema a partir de 2024 ha consistido en la subida de precios y tarifas que han afectado, entre otras, a la venta de gasolina y combustible en las gasolineras (este comercio, también parcialmente dolarizado); los precios de los pasajes en ómnibus, trenes y aviones nacionales; el gas de uso doméstico; la medicina natural y tradicional; la tarifa eléctrica para grandes consumidores, etcétera.
El exterminio de los esclavos en el campo de concentración se basa justamente en controlar (bloquear) toda posibilidad de que puedan obtener bienes básicos y alimentos, arreciando el hambre, normalizando los basureros y la insalubridad, de modo que los mosquitos cargados de dengue, las aguas contaminadas, la delincuencia, los derrumbes, la desnutrición, las carreteras forradas de baches, la represión y las negligencias, hagan su trabajo.
Los sometidos son los únicos que no se han enterado que el objetivo de la tiranía es aniquilar un 40 o 50% de los que no puedan pagar el salvoconducto para escapar.
Consecuencias más que predecible. Desaparición por arte de magia de todos los productos que le topen el precio, apareciendo en el mercado negro a precios más elevados que los actuales.
Ahora es más grande el mercado informal.
Aumento meteórico de la corrupción y el mercado negro...
Si en USA habría sucedido la regulación de precios los supermercados estarían vacíos, esos precios fijados por la Dictadura son de ciencia ficción, si la mayoría de los alimentos los compran en La Yuma, después que el cagalitroso Biden se apoderó de la Casa Blanca una bolsita con cinco palitroques cuestan cinco dólares, al parecer los Obesos “funcionarios” no se han enterado, en realidad les importa un bledo, ellos no paran de llenarse los bolsillos robando a dos manos.
Hola, sinceramente creó que esos precios topado de nada sirven al trabajador normal. Es irrisible un litro de aceite a 990 MN. Pero será un mal que no podemos cambiar. Ahora, y mi preocupación: ¿limitarán precios de MiPymes Mayoristas para que las demás, que se alimentan de ellas, puedan sobrevivir adecuadamente? Si no lo hacen los de abajo no compraran más ésos productos y el pueblo, de verdad, morirá (más) de hambre. Igualmente pasará con los productos agrícolas. Si no limitan a los productores, nada pasará con los revendedores y no llegarán los productos al plato cubano. Sencillamente se abrirá nuevamente en mercado informal y no llegará el dinero nunca a los bancos, que es lo que se pretende...y no confíen tanto en sus inspectores. La mayoría se compran facilitó. Aquí, a todos, le aprieta la barriga, sino la suya propia, la de los suyos, que son más importantes. Cuando la mesa está vacía, los principios se van de paseo. Tomen nota.