La viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, justificó este martes la marcha atrás de una norma para establecer precios máximos a un grupo de productos de primera necesidad que venden los comercios no estatales, de los que dependen cada vez más los cubanos para abastecerse de alimentos básicos.
Varios gobiernos locales anunciaron los nuevos valores para el pollo troceado, aceite comestible, leche en polvo, salchicha, pastas alimenticias y detergente en polvo, entre otros, que luego han descartado, como hizo la Dirección de Inspección de Pinar del Río a través de su perfil oficial de Facebook.
Según declaraciones de Rodríguez Ruiz, publicadas por el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso en sus redes sociales, "la medida no entró en vigor este lunes, a partir de la necesidad de continuar los intercambios con los actores económicos, sobre las realidades que enfrentan en sus procesos de importación, transportación y comercialización, así como atender los estados de opinión de la población".
El medio independiente El Toque publicó fragmentos de una reunión entre la viceministra y representantes de MIPYMES, realizada el 28 de junio, que reveló las tensiones sobre el control de precios.
La viceministra dijo que hasta el momento se han realizado más de 3.400 encuentros con trabajadores por cuenta propia, cooperativas no agropecuarias, representantes de MIPYMES sobre el tema, pero "resulta necesario continuarlos para construir un consenso justo tanto para comercializadores como consumidores".
Rodríguez Ruiz dijo que, "aunque los precios propuestos no son los deseados, tienen en cuenta los costos reales para los actores económicos". La funcionaria no ofreció ni siquiera un aproximado de los nuevos valores.
Los acontecimientos muestran el peso cada vez mayor que tiene el sector no estatal en el abastecimiento de productos de primera necesidad, sobre todo alimentos, para el pueblo cubano, mientras el Estado distribuye cada vez menos dentro de lo que vende por la libreta de racionamiento y deja a la mayoría de los cubanos a merced de las MIPYMES y sus altos precios.
La depauperada producción de bienes en Cuba ha sido aliviada por numerosos negocios no estatales que importan bienes terminados del extranjero, en especial de EEUU, y los venden a precios de oferta y demanda que no pueden ser pagados por la mayoría de los cubanos.
Sobre este asunto, la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) publicó algunos datos reveladores que analizó el economista Pedro Monreal en un hilo en su cuenta en X. El peso del sector no estatal en las ventas minoristas fue de un 4,1% en 2020 y en 2023 alcanzó el 44,4%.
"Los datos publicados indican un notable 'salto' del peso del sector no estatal en las ventas minoristas en 2023 con predominio de MIPYMES en ese sector, un cambio en la estructura de la oferta estatal de alimentos, y visibilizan fallos de secuencia del 'ordenamiento'", consideró Monreal.
"Por primera vez se ofrecen datos desglosados de las ventas de bienes y servicios minoristas del sector no estatal que identifican sus principales segmentos, con muy rápido crecimiento de las MIPYMES que ganaron cuota de mercado principalmente quitada al sector estatal", señaló Monreal.
El analista dijo que "se ha formado aceleradamente un mercado minorista con un sector no estatal mayormente de carácter privado, ínfimo peso cooperativo, y muy baja presencia de ventas agropecuarias nacionales".
"Se observa una transformación de la composición de las ventas estatales de alimentos para los cuatro productos (cárnicos, de panadería, agropecuarios y arroz) que representaban más del 75% de las ventas en 2023, con predominio reciente de cárnicos y pan/productos de panadería y notable decrecimiento de productos agropecuarios", añadió.
Para el economista, "los datos recientes que, por primera vez muestran detalles de ventas agropecuarias privadas, indican decrecimiento del valor nominal en 2023, lo que considerando el aumento de precios significa una caída del valor real de las ventas".
"En las ventas estatales nominales de productos agropecuarios hubo aumento en 2023 (6.571,3 pesos en 2023 vs. 6.034,4 pesos en 2022), sin embargo, las ventas de 2023 fueron inferiores a las de 2021 (6.775,3 pesos). En términos reales (descontando inflación) habría caído considerablemente", sostuvo.
Asimismo, Monreal destacó que "la reciente estadística de ventas minoristas del periodo enero-diciembre 2023 incluye datos nuevos del sector no estatal que son interesantes, pero que no son retomados en el informe para enero-marzo 2024" y mencionó "discrepancias respecto a tablas anteriores".
"Con independencia de un posible debate acerca de inconsistencias y cuestiones metodológicas, la reciente estadística de ventas minoristas pudiera ser útil para evaluar problemas de secuencia del 'ordenamiento' como la ausencia de una reforma agropecuaria", opinó.
"No haber asegurado una capacidad de respuesta de oferta agropecuaria (estatal, privada y cooperativa) antes de lanzar el 'ordenamiento' ha creado un mercado con reducida presencia de alimentos nacionales y con creciente dependencia de importaciones", dijo.
El economista mencionó que "otro problema de secuencia del 'ordenamiento' que parece revelar la estadística reciente (reducción de ventas agropecuarias no estatales) es no haber fomentado MIPYMES productoras y comercializadoras en el sector agropecuario".
Si topan los precios de esos productos mencionados sencillamente estos desaparecen del mercado minorista y punto.