La cuarta edición de la Convención y Feria Internacional Cubaindustria 2024, con la que el Gobierno buscaba captar inversión extranjera para rescatar las hundidas producciones industriales del país, concluyó este viernes con cinco contratos y menor participación y presencia internacional de la anunciada.
El lema del evento, inaugurado el 17 de junio y celebrado en el Palacio de las convenciones, ubicado en La Habana, fue "Por una mayor complementariedad, integración e inserción internacional para el desarrollo industrial", evidencia de la apuesta del Gobierno por la inversión foránea.
En total, se firmaron cinco contratos entre empresas cubanas y extranjeras; se establecieron 15 alianzas entre entidades y se concertaron diez acuerdos de negocios "con el objetivo de impulsar la innovación, productividad y competitividad de la industria cubana", informó el portal oficial Cubadebate.
Finalmente, Cubaindustria contó con1.122 participantes, incluyendo a 168 delegados provenientes de 19 países, informó el portal estatal Cubadebate.
Cuatro días antes, el viceministro de Industrias y vicepresidente ejecutivo del Comité Organizador, Ernesto Cedeño Rodríguez, había informado que Cubaindustria acogería a 1.265 participantes entre cubanos y extranjeros. Estos últimos, procedentes de 22 países, entre los que destacaban Venezuela, España, Francia, Rusia, Biolorrusia, Turquía, Namibia, Vietnam y China.
El portal oficial afirmó que "Cubaindustria 2024 sirvió de plataforma para la exposición de la cartera de rubros exportables y capacidades industriales disponibles en el país", prueba de que el Gobierno se empeña en apostar por exportar, sin resolver antes la escasez de comida y productos básicos de todo tipo que enfrentan los cubanos.
Entre los temas abordados estuvieron "la complementariedad entre la empresa estatal y los nuevos actores económicos", a los que el Gobierno se ha visto obligado a recurrir ante su propia ineficacia para sacar adelante la industria, "el potencial de industrias como la ligera y la del acero, generación eólica, el diseño en la industria, fertilizantes, perfumería, packaging, mantenimiento de infraestructura, eficiencia energética y reciclaje".
Justo la Industria Ligera, cuyo potencial fue abordado en el evento, es una de la que peor desempeño exhibe en Cuba. En 2023, el periódico estatal Trabajadores informó de sus incumplimientos de los planes anuales de producción de jabón de lavar, jabón de tocador, detergente, crema dental, gasa quirúrgica, sacos de polipropileno, almohadillas sanitarias, envases y embalajes.
En 2022, las empresas de esa industria cubana perdieron 3.500 trabajadores, entre obreros, técnicos y profesionales.
En la clausura de Cubaindustria 2024, el viceministro Cedeño Rodríguez resaltó el "alto nivel científico" de los trabajos presentados en áreas como la refrigeración, climatización y energías renovables, la metalmecánica, gestión de la calidad, la protección ambiental y el mantenimiento industrial.
Según el funcionario, esas ponencias "permiten evaluar y facilitan la solución de cuestiones principales de la economía y la industria, como disminuir el componente importado de la producción, incrementar la soberanía tecnológica y asegurar la implementación de la proyección de desarrollo industrial del país".
De acuerdo con Cubadebate, Cedeño Rodríguez destacó la importancia de la ciencia y la innovación, y exhortó "a su incorporación en los sistemas de trabajo de las organizaciones para su seguimiento e implementación".
La nota del medio oficial no recoge qué inversión destinará el Gobierno a incorporar la ciencia y la técnica en los sistemas de trabajo de las organizaciones.
Aunque Miguel Díaz-Canel ha hecho de la ciencia y la innovación un mantra, y este mes el Gobierno aprobó el "perfeccionamiento del sistema de ciencia, tecnología e innovación", un ambicioso plan en momentos de crisis económica, la inversión del Estado cubano en este sector es ínfima.
En un artículo publicado este mes en Cubadebate, los doctores en Ciencias Eduardo Martínez Díaz y Armando Rodríguez Batista, ministro y viceministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, respectivamente, reconocieron que "hay claridad en que la inversión no es suficiente y que la situación económica de los últimos años ha exacerbado el problema".