Según el excelente seguimiento que el periódico El Toque hace al valor del peso cubano (CUP), su pico de devaluación fue el 4 de octubre pasado, cuando se llegó a ofrecer 200 por un dólar. 15 días después, el peso se había recuperado hasta los 165, solo para desplomarse nuevamente hasta los 180 el 11 de noviembre. Desde ese momento, hubo un lento fortalecimiento de la moneda nacional hasta los 160 pesos por dólar alcanzados el 24 de enero, momento en que nuevamente se invirtió la tendencia y comenzó otra devaluación que rápidamente se acerca a los 170.
¿Como podemos esperar que evolucione a corto plazo el tipo de cambio peso-dólar? Veámoslo analizando las tendencias de cada moneda por separado.
Oferta de dólares
En un mes acaba la temporada alta de turismo, que es la actividad de donde el Gobierno extrae dólares para ofertar a la población, con lo que habrá menos oferta en CADECA. En temporada baja, además, disminuye el arribo de cubanoamericanos, lo que afecta también esa porción importante de remesas que se entregan en mano para ahorrar costos de intermediación financiera.
Debido a este ciclo natural de arribo de turistas y cubanoamericanos, en los primeros meses del año hay una escasez estacional de divisas que afecta su oferta a la población.
Demanda de dólares
Ante el muy reciente cambio de las regulaciones migratorias norteamericanas una reacción común es esperar. Estamos en un momento de ajuste de expectativas donde aumenta la incertidumbre y muchos planes se enfrían, lo que podría aflojar la demanda de dólares. Pero, aún no se sabe, por ejemplo, cuanto tiempo y cuán estricto será el control de fronteras, que actúa como modulador de la emigración ilegal, que siendo la más cara, ha estado los últimos dos años tirando hacia arriba el precio de la moneda extranjera.
Tampoco se sabe si habrá un aumento disparado del número de inmigrantes legales a niveles que, aunque sea más barato el viaje, se mantenga la presión sobre la oferta de dólares para llevar efectivo hacia EEUU. Si como parece, mediante parole pueden migrar familias enteras de un solo viaje, es probable que sigamos viendo la venta de casas y carros, directa o indirectamente en dólares.
El anuncio de la Embajada de EEUU en Cuba de que, como muchas otras, solo aceptará pagos en dólares, puede ser una gota o un chorretón en el conjunto de la demanda interna de dólares, dependiendo del volumen de trámites y de cómo se financien, que son cosas difíciles de pronosticar, aunque interesados potenciales haya millones.
Pero no solo EEUU está en la mira de los cubanos. La conocida como "Ley de nietos", que permitirá a decenas de miles de cubanos obtener la nacionalidad española, se ha traducido en históricas colas frente a registros civiles y oficinas que procesan pasaportes. Esas colas han colapsado los sistemas y ameritado la custodia policial de esos lugares, lo que demuestra que, probablemente, haya más cubanos hoy tratando de solicitar la ciudadanía de Valeriano Weyler que los que en el siglo XIX lucharon por expulsarlo. Este potencial tsunami migratorio, a corto plazo, inevitablemente se traducirá en demanda de divisas.
Otra demanda de dólares en ascenso está en las MIPYMES, cuya oferta de bienes importados en Facebook o Revolico se está volviendo tan habitual como llamativa. ¿Cómo el Gobierno permite a privados importar y comerciar cosas que las empresas estatales podrían importar fácilmente y más barato? Parece que el monopolio del comercio exterior se permea a favor de algunos privilegiados que pueden adquirir muy barato fuera —todo lo que importan es de pésima calidad— para venderlo en Cuba a precios absurdamente altos, solo posibles por la falta de competencia.
En general, hay indicios de que a corto plazo habrá un repunte de la demanda de dólares y otras divisas.
Oferta de CUP
La oferta de pesos es regulada directamente por el Gobierno, y ya la ministra de Finanzas anunció un enorme déficit fiscal para 2023, el cual se monetizará en su totalidad, con lo que es un hecho que la cantidad de pesos en circulación crecerá.
No obstante, en las últimas semanas está resultando extremadamente difícil obtener billetes de alta denominación de cajeros y bancos. Incluso pagos estatales superiores al medio millón de pesos se han realizado en billetes de 20. Esto tiene tres posibles explicaciones: el Banco Central no tiene (¿falta de pago a proveedores?) nuevos billetes de alta denominación; quieren enfriar la velocidad de circulación del dinero para contener la inflación; o están presionando para que se usen más medios digitales de pago.
Demanda de CUP
Como en relación a la oferta de productos y servicios en 2023 será mayor la masa monetaria, la inflación continuará escalando, aunque eso sí, no al ritmo anterior pues se parte de una base de precios ya extremadamente alta. Esa devaluación del peso reduce su demanda. De hecho, los negocios grandes en Cuba ya se hacen o tasan en dólares. El peso ha perdido su cualidad de reserva de valor y, a cierto nivel, la de medio de cambio generalmente aceptado. Su demanda cae en picada.
Conclusión
Por el lado del dólar hay razones objetivas para esperar menor oferta y mayor o igual demanda, mientras que por el lado del peso la conjunción de fuerzas apunta exactamente a lo contrario. Por lo tanto, la intersección de ambos mercados indica que, a corto plazo, puede esperarse un repunte de la devaluación de la moneda cubana, es decir, una aceleración del encarecimiento del dólar y resto de divisas. Esto hace recomendable a todo el que quiera dólares que se apure en obtenerlos antes de que estas fuerzas subyacentes se expresen completamente.
Y pensar que en el 1959 el peso cubano estaba 2 centavos por arriba del dólar y todo los países lo aceptaban.