El preso político cubano, con doble ciudadanía alemana, Luis Frómeta Compte, cuya salud se había deteriorado drásticamente en la prisión de máxima seguridad del Combinado del Este, en La Habana, fue excarcelado este lunes, informó en su perfil de Facebook su hija Janie Frómeta.
En febrero, el grupo de asesoría legal Cubalex advirtió en su perfil de Facebook: "Su tensión arterial ha alcanzado 240/110, un nivel crítico que representa un riesgo inminente para su vida. Aunque un médico lo examinó y pasó una noche en la enfermería, esto no es suficiente. ¡Necesita ser trasladado urgentemente a Alemania para recibir atención médica adecuada!".
"La hipertensión descontrolada en una persona privada de libertad, sin acceso a un tratamiento médico adecuado ni condiciones de vida dignas, aumenta el riesgo de complicaciones fatales. La falta de atención médica oportuna y el estrés extremo de la reclusión agravan aún más su estado de salud, poniendo su vida en peligro", señaló Cubalex.
"¿Cuánto tiempo más puede seguir así?", cuestionó Janie Frómeta, quien denunció los efectos devastadores de la cárcel sobre la condición física que enfrenta su padre.
Frómeta Compte, de 62 años, cumplía 15 años de prisión por participar en las protestas del 12 de julio de 2021 en la barriada de La Güinera, Arroyo Naranjo.
"La negligencia y desatención médica en las cárceles del país son prácticas sistemáticas que resultan en muertes evitables. Estas incluyen la minimización de síntomas reportados por los detenidos, retrasos o negativas en la administración de tratamientos médicos y respuestas inadecuadas a emergencias médicas", subrayó Cubalex en una publicación anterior sobre el tema de la falta de atención sanitaria en las prisiones de la Isla.
En el caso de Frómeta Compte la presión ejercida por la familia y varios activistas impidieron que la situación tuviera un desenlace fatal, suerte que no han corrido los al menos 13 cubanos que han fallecido en las cárceles cubanas en 2025, víctimas de "la negligencia sistemática del régimen y la precariedad extrema dentro del sistema penitenciario", recalcó Cubalex.
"Es un exterminio. El régimen cubano está destruyendo la vida de los prisioneros políticos y de conciencia. Además de las injustas condenas, en las cárceles les someten a condiciones inhumanas, especialmente de salud y alimentación", destacó en diciembre el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
La excarcelación de Frómeta Compte, aunque por motivos claramente humanitarios, sucede en un contexto en el que el régimen ha retomado las excarcelaciones, incluidas las de varias de presos políticos, como parte del proceso anunciado el 14 de enero, tras largas negociaciones con El Vaticano y paralizado una semana después, cuando Donald Trump asumió su segundo mandato presidencial en EEUU.