El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció este miércoles el fallecimiento de cuatro manifestantes pacíficos del 11J en prisión, en una declaración a propósito del más reciente caso del preso político Manuel de Jesús Guillén Esplugas.
El joven de 29 años murió el pasado 30 noviembre tras una golpiza, según denunciaron sus familiares. Activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotor de Cuba Decide, Guillén Esplugas cumplía una condena de seis años de privación de libertad por el falso delito de "sabotaje", en la prisión Combinado del Este, de La Habana. Su primo Yan Franco denunció que los guardias de la cárcel le propinaron la golpiza, y luego dijeron a los familiares que el joven se había quitado la vida.
"Su caso se une al de Luis Barrios Díaz, fallecido tras irregularidades y negligencias por parte de las autoridades penitenciarias en relación con su grave situación de salud. Barrios, de 37 años, murió el domingo 19 de noviembre de 2023 en el Hospital La Covadonga, en La Habana, como consecuencia de complicaciones respiratorias", recordó el OCDH.
Barrios había presentado síntomas preocupantes desde agosto. Fue internado en la enfermería de la prisión 1580, de San Miguel del Padrón, y más tarde trasladado al citado hospital. No obstante, a pesar de las advertencias médicas, las autoridades decidieron retornarlo a la prisión. En enero de 2022 había sido condenado a nueve años de prisión por su participación en las manifestaciones del 11J, acusado de supuestos delitos de "desorden público y atentado".
El otro caso recogido por el grupo es el del preso político Yosandri Mulet Almarales, de 37 años, quien falleció el 26 de agosto de 2024, en el hospital habanero Julio Trigo, luego de haber intentado quitarse la vida cuatro días antes, durante un pase.
Mulet Almarales cumplía una condena de diez años por las protestas del 11 y 12 de julio en La Güinera, La Habana. Padecía trastornos mentales. En junio de 2022 había intentado también terminar con su vida en la prisión Combinado del Este, pero la institución penitenciaria se negó a otorgarle una licencia extrapenal, denunció el OCDH.
Gerardo Díaz Alonso, de 35 años y condenado a 14 años de cárcel por su participación en las manifestaciones en Cárdenas, Matanzas, falleció el 17 de octubre de 2024, tras sufrir un infarto. Díaz Alonso, padre de dos hijos, se encontraba recluido en la prisión de alta seguridad de Canaleta, en Ciego de Ávila.
"Es un exterminio. El régimen cubano está destruyendo la vida de los prisioneros políticos y de conciencia. Además de las injustas condenas, en las cárceles les someten a condiciones inhumanas, especialmente de salud y alimentación", condenó el Observatorio.
El grupo defensor de los derechos humanos hizo "un llamado urgente a la Unión Europea y al Gobierno de Estados Unidos para que exija firmemente la liberación de todos los presos políticos cubanos y el cese de la represión en la Isla".
Cada día salen a la luz denuncias de las deplorables condiciones en las cárceles en Cuba y los tratos crueles que sufren los prisioneros políticos.
El miércoles el centro legal Cubalex publicó la denuncia de la Dama de Blanco Jaqueline Boni Echavarría, sobre la situación de su hijo, el preso político Yasser Rivero Boni, quien lleva más de un mes y medio recluido en una celda de castigo en el Combinado del Este, sometido a torturas por orden de la Seguridad del Estado.
"Este lunes, el capitán Luis Arango Pestana, jefe del edificio dos del penal, conocido por su trato abusivo hacia los presos políticos, sometió a Yasser Rivero Boni a condiciones inhumanas: lo inmovilizó con las esposas conocidas como 'shakiras', dejándolo en posición fetal durante más de 24 horas. En estas condiciones degradantes, Yasser se vio obligado a defecarse y orinarse encima", precisó Cubalex en X.
La organización recordó que en 2014 este mismo represor agredió brutalmente a Rivero Boni, provocándole la pérdida de visión en uno de sus ojos. "Actualmente, continúa con un acoso sistemático y lo amenazó diciendo que tiene órdenes de la Seguridad del Estado para 'matarlo lentamente'", añadió.
Además, el agente le aseguró que en 2014 había sobrevivido, pero que esta vez lo entregaría muerto a su madre, quien no ha dejado de realizar denuncias públicas exigiendo justicia y pruebas de vida de su hijo.
"Yasser Rivero Boni permanece en aislamiento desde el pasado 24 de octubre, en una celda de castigo conocida como El Hueco. En estas condiciones inhumanas, sufre intensos dolores en los huesos, no tiene acceso a luz solar, enfrenta problemas respiratorios debido al asma que padece y le niegan la atención médica", condenó Cubalex.
"Denunciamos las graves violaciones de derechos humanos cometidas contra Yasser Rivero Boni y hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional para exigir su liberación inmediata y el fin de estos tratos crueles e inhumanos en las prisiones de Cuba", concluyó.
