El preso político cubano Loreto Hernández García, recluido en la prisión de Guamajal, en Villa Clara, fue agredido por reclusos comunes en la enfermería de la institución penitenciaria. Según dijo a Martí Noticias el opositor exiliado Jorge Luis García Pérez, "Antúnez", hermano de Hernández García, detrás de esta golpiza hay un ensañamiento de las autoridades represivas, que se niegan a brindarle al reo la atención médica que requiere y utilizan a presos comunes para golpearlo, una práctica cada vez más común respecto al trato de los presos políticos.
"Estoy denunciando la vil crueldad de una dictadura, que se ensaña contra este valiente cubano que se encuentra internado en la enfermería de la prisión de mayor rigor conocida como Guamajal, información que se ha ido corroborando a raíz de llamadas telefónicas y de otras fuentes de presos cercanos a él", denunció Antúnez.
"Hace unos días mi hermano sufrió una fuerte crisis de hipertensión arterial con dolores en el pecho y, cuando llegó a la enfermería, se puso a reclamar atención médica porque no se la querían dar. Uno de los matones presos comunes de ese lugar, conocido por su conducta agresiva con los presos políticos y su alta peligrosidad, lo agredió salvajemente y mi hermano tuvo que ser conducido a otra sala donde se encuentra actualmente", dijo Antúnez a Martí Noticias.
En septiembre, Amnistía Internacional hizo un llamado a las autoridades cubanas para que liberen de inmediato Hernández García, quien mantiene desde entonces un delicado estado de salud, según alertó su esposa, la también prisionera de conciencia, Donaida Pérez Paseiro.
"La salud de Loreto Hernández García sigue en declive, informa su familia. A pesar de las recomendaciones médicas para su liberación inmediata, las autoridades cubanas lo mantienen encarcelado poniendo en riesgo su vida. Loreto sigue sin recibir medicación y alimentación adecuada", denunció la ONG.
"Loreto y Donaida, son presos de conciencia, fueron injustamente condenados tras su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021. La ONU ya ha expresado preocupación por los abusos cometidos contra ellos y otros líderes religiosos en Cuba", señaló Amnistía Internacional.
Cuando fueron detenidos y procesados ambos presidían la Asociación "Yorubas Libres de Cuba". Él fue sentenciado a siete años de privación de libertad y ella condenada a ocho.
El caso de este matrimonio opositor de Villa Clara ha sido denunciado en varios informes del Departamento de Estado de EEUU sobre violaciones a la libertad religiosa. También la Comisión de Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) y organizaciones como el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas y Solidaridad Cristiana Internacional (CSW, por sus siglas en inglés) han expuesto la situación de ambos.