El preso político cubano Manuel de Jesús Guillén Esplugas, manifestante del 11J, falleció este sábado en la prisión Combinado del Este, en La Habana, donde cumplía una sanción de seis años de privación de libertad. Según informó en su perfil de X el grupo de derechos humanos Justicia 11J, que conversó con la madre del reo, este habría muerto como consecuencia del penal.
Según otras fuentes consultadas por Justicia 11J, Guillén Esplugas promotor de Cuba Decide y miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), recibió dicha golpiza en una celda de castigo, luego de haber sido capturado tras un intento de fuga.
En su perfil de Facebook, el primo de la víctima, Yan Franco, relató que la versión oficial indica que Guillén Esplugas se ahorcó. Franco denunció, asimismo, que su primo se negaba a las múltiples propuestas de trabajar para la Seguridad del Estado y eso provocó el altercado de este sábado, que terminó por costarle la vida.
En tal sentido, sus familiares insisten en que la marca que tiene en su cuello el fallecido no es de una sábana, es de un cinto de los guardias.
En el mes de abril, Guillén Esplugas contó al Centro de Documentación de Prisiones Cubanas que se encontraba recluido junto a presos comunes que había sido condenados por delitos violentos. Dijo, además, que estaba afectado por las plagas de chinches y ratas en el penal, así como por la mala alimentación y la determinación de los carceleros de negarles la asistencia médica y los medicamentos necesarios para atender la escabiosis y otros problemas de la piel que padecía.
Justicia 11J notificó que esta sería la tercera muerte en prisión verificada de un manifestante del estallido de julio de 2021. Asimismo, sería la muerte número 72 en prisión registrada por el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, desde 2023.
Al menos 32 reclusos perdieron la vida por negligencia o falta de atención médica, mientras que otros nueve se quitaron la vida en prisiones del régimen de Cuba entre marzo de 2023 y junio de 2024, indicó un estudio de dicho centro.
La institución indicó, asimismo que, en los 16 meses que cubre su estudio, recopiló 2.395 eventos que dan cuenta de las vejaciones que sufren los cubanos privados de libertad, "si bien vale aclarar que la falta de acceso directo a las prisiones hace que estas cifras deban ser consideradas un subregistro de incidentes represivos y violatorios de derechos humanos ocurridos al interior de centros penitenciarios cubanos".
El estudio precisó que, de ese total, 1.805 fueron eventos de hostigamiento y represión, e "incluyen golpizas, reclusión en celdas de aislamiento, torturas, eventos de ensañamiento y tratos denigrantes por parte de autoridades penitenciarias, abusos de índole sexual, retiro de beneficios, negación de medidas favorecedoras para los reclusos, la no entrega de la documentación penal en tiempo y forma, negación de asistencia religiosa, así
como de los derechos a visitas, a llamadas telefónicas y a tomar sol".
La prisión con mayor número de denuncias por eventos represivos registrados entre marzo de 2023 y junio de 2024, fue, precisamente, el Combinado del Este, donde falleció Guillén Esplugas, con 315 denuncias.
"La vulnerabilidad más recurrente entre las víctimas es la de ser preso político. Aunque en general todas las personas presas en Cuba sufren de una u otra forma hostigamiento y represión por parte de las autoridades, estos eventos son más visibles en el caso de los prisioneros políticos, quienes los denuncian más a través de medios de prensa, organizaciones opositoras y de derechos humanos. Los presos políticos enfrentan las mismas condiciones precarias y muestras de abuso de poder que el resto de los reclusos, reforzadas por la discriminación institucional que sufren por sus posturas políticas", enfatizó la organización.