Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves cuatro tácticas que utiliza el régimen cubano "para reprimir la disidencia", mientras el centro de información legal Cubalex alertó de la situación de dos presos políticos del 11J que se declararon en huelga de hambre en Melena del Sur, Mayabeque.
En un comunicado con la etiqueta #CubaSinRepresión, AI condenó en sus redes sociales que las autoridades policiales usan las detenciones cortas en Cuba como "herramienta de control e intimidación".
Para la ONG, conducir bajo arresto a una persona por pocas horas o días "envía un mensaje de terror a quienes disienten".
Sobre los cortes de internet, Amnistía Internacional condenó su utilización "para silenciar las protestas". Además, de manera selectiva, "los activistas ven su servicio de internet interrumpido varias veces durante el año", recordó.
Como tercer método represivo, la ONG citó la criminalización de los opositores que se expresan libremente. "Son perseguidos penalmente si no desisten en su lucha por el respeto a los derechos humanos", señaló.
En cuarto lugar, AI denunció que las personas que se atreven a levantar la voz contra el régimen son despedidos de sus empleos, táctica diseñada para "castigar la disidencia y forzar la conformidad".
Por último, Amnistía Internacional exhortó a luchar "por una #CubaSinRepresión", compartir su mensaje y exigir a Miguel Díaz-Canel "que cese la represión ya".
Presos del 11J en huelga
El centro de información legal Cubalex alertó en Facebook que los presos políticos Manuel Velázquez Licea y Juan Enrique Pérez Sánchez, encarcelados por participar en las protestas del 11J, están en huelga de hambre en la prisión Melena 2, ubicada en Melena del Sur, Mayabeque.
El activista Marcel Valdés informó a través de X que ambos están exigiendo la liberación de todos los presos políticos en Cuba. De acuerdo con ADN Cuba, este 25 de diciembre Pérez Sánchez fue enviado a una celda de castigo, según denunció su esposa, Dayana Aranda Batista.
Cubalex explicó que la salud de Pérez Sánchez se ha deteriorado significativamente debido a las deplorables condiciones en prisión, sumadas a una serie de problemas médicos: hernia discal, asma, hipertensión arterial y la pérdida de visión en uno de sus ojos.
Pérez Sánchez ha realizado varias huelgas de hambre como protesta contra los abusos y maltratos que ha sufrido en prisión, lo que con el tiempo ha afectado seriamente su salud. En octubre, llegó a coserse la boca y se negó a ingerir alimentos después de que le negaran medicamentos esenciales para su asma y presión arterial. Como castigo, lo enviaron a una celda de aislamiento conocida como "El hueco".
"En las cárceles de Cuba, marcadas por abusos sistemáticos e indiferencia por parte de las autoridades, las huelgas de hambre se han convertido en uno de los últimos recursos de protesta. Los prisioneros recurren a esta medida extrema para exigir derechos fundamentales, denunciar injusticias y exponer las inhumanas condiciones de reclusión que enfrentan", condenó Cubalex.
La muerte de reclusos sigue siendo el tema más urgente y preocupante, de entre todos los problemas, carencias y violaciones de derechos humanos que existen en las prisiones cubanas, denunció el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) en el informe mensual correspondiente a noviembre de 2024.
Dos de las siete muertes reportadas durante el mes, la del preso político Manuel de Jesús Guillén Esplugas (en el Combinado del Este, La Habana), y la de Raúl Clejer Steris (Bungo 11, Santiago de Cuba) estuvieron acompañadas de denuncias de violencia, precisó el reporte. Aunque a las familias las autoridades les dijeron que Guillén Esplugas se había suicidado y que Clejer falleció de un infarto, estas no creen las versiones oficiales debido a la presencia de marcas de golpes en sus cuerpos.
El centro confirmó que en el caso de Guillén Esplugas, cuarto manifestante de las protestas de julio de 2021 que fallece cumpliendo sentencia, había sido capturado, golpeado y recluido en celda de castigo el día anterior, por haberse fugado del penal.
De acuerdo con el informe, los otros cinco fallecidos, un recluso de nombre Maikel de la prisión Cuba Sí y cuatro prisioneros de la cárcel de Quivicán (Mayabeque) cuyas identidades se desconocen, "murieron por una conjunción de deficiente atención médica, mala alimentación y pésimas condiciones de las prisiones".
El informe aclara que el número de muertes en las cárceles cubanas "seguramente sea mayor", de acuerdo con reportes que ha recibido la organización, aún sin precisar, en las cárceles orientales de Cuba Sí (Holguín) y Boniato (Santiago de Cuba). Desde 2023 y hasta la fecha la organización documenta 73 fallecimientos.
En total, durante el mes de noviembre el CDPC monitoreó 116 eventos relacionados con personas privadas de libertad, de los cuales 95 tuvieron lugar en 35 prisiones y centros de detención de 13 provincias del país. Los otros 21 eventos ocurridos fuera de prisión están relacionados fundamentalmente con el desarrollo de procesos penales, liberaciones de reclusos (incluidos políticos), pases y pronunciamientos de organizaciones que exigen el respeto de los derechos.