Este martes se celebró en La Habana el juicio contra la joven activista cubana Sulmira Martínez Pérez, de 22 años, quien enfrenta acusaciones de incitar a la violencia y a un nuevo estallido social a través de publicaciones en redes sociales. El proceso judicial se llevó a cabo bajo un fuerte operativo de la policía política.
Norma Pérez, madre de la joven, estuvo presente en el juicio. En conversación con DIARIO DE CUBA expresó su confianza en la defensa, aunque también mostró su preocupación por la dureza de la situación: "Si es por la fiscal, le hubieran pedido cadena perpetua, pero la abogada hizo una buena defensa", comentó.
"Mi intuición de madre me dice que va a salir bien", añadió, aunque reconoció que el proceso judicial está marcado por la presión del régimen y la persecución política.
El juicio tuvo lugar bajo un impresionante despliegue de la Seguridad del Estado, con agentes de la policía política observando tanto dentro como fuera del tribunal, lo que subraya el clima de represión que rodea el caso de la joven activista. La madre de Sulmira Martínez relató que, al finalizar la audiencia, no pudo despedirse de su hija, quien fue escoltada de regreso a prisión bajo la vigilancia de varios agentes de seguridad. "Dentro del carro iban como cuatro de la seguridad que llevaban a Sulmira, y ella fue directo de vuelta a la prisión", explicó, reflejando el control estricto al que está sometida la joven. "El próximo 2 de diciembre cumple sus 23 años", subrayó.
Martínez, detenida desde enero de 2023, se enfrenta a graves acusaciones, entre ellas, la de haber instigado a los cubanos a protestar contra el régimen. Según la Fiscalía, la joven también recolectó botellas para hacer "cócteles molotov" con los cuales planeaba atacar la tienda Las Guásimas, acusación que no fue respaldada por pruebas materiales, ya que durante el registro en su vivienda no se encontraron las botellas mencionadas.
La acusación se centra en las publicaciones que Sulmira Martínez realizó en sus redes sociales, en las que llamaba a la población a alzar la voz contra el Gobierno cubano, y en las que también señalaba al régimen por su ineficacia. Aunque no tiene antecedentes penales, la Fiscalía solicitó una "medida cautelar de prisión provisional" para ella y pide una condena de diez años de prisión.
La madre de Martínez cuenta que durante el proceso la abogada a cargo de la defensa refutó las acusaciones y señaló que no existen pruebas de los cargos de violencia. La abogada destacó que las botellas que supuestamente la joven habría recogido nunca fueron confiscadas en el registro realizado en su casa, y que las acusaciones de planificar un ataque con cócteles molotov carecían de fundamento. También refutó la acusación de que Sulmira estuviera preparando carteles para una manifestación.
El caso de Sulmira Martínez pone de manifiesto el creciente control social y político sobre los jóvenes activistas en Cuba, especialmente aquellos que utilizan las redes sociales como medio para convocar protestas o manifestarse contra el régimen.
El futuro de Sulmira Martínez todavía es incierto. Su juicio resalta el entorno represivo en el que operan los activistas cubanos. A pesar de las amenazas y la persecución, la joven ha mantenido su firmeza, sin ceder ante las presiones del régimen. La familia de la activista sigue esperando el resultado final del proceso, previsto para el próximo mes.
Este juicio, como muchos otros en Cuba, refleja la política de represión que continúa ejerciendo el régimen cubano contra aquellos que se atreven a desafiar su autoridad, especialmente a las nuevas generaciones que buscan un cambio en el país.
En abril pasado, el régimen cubano condenó a la joven Mayelín Rodríguez, alias La Chamaca, de 23 años, a 15 años de privación de libertad por transmitir a través de Facebook las protestas de agosto de 2022 en la ciudad de Nuevitas, Camagüey.
El día que los cubanos, le apliquen la mismas medidas que usaban el Directorio Estudiantil Universitario,26 de Julio los esbirros seguirán pisoteando al pueblo.