El preso político Pedro Albert Sánchez, quien se declaró en huelga de hambre el domingo 20 de octubre en prisión, fue excarcelado este jueves tras los reclamos de liberación de la sociedad civil independiente y organizaciones internacionales, preocupados por el estado de salud del profesor de 68 años.
"Ya hoy Pedro está en casa. No está libre totalmente, todavía están en manos del régimen, de los represores, aún nos faltan muchos otros hermanos en prisión por cuya libertad tenemos que abogar", dijo la esposa del opositor, Ana Elvis Amaya Leyva, en una directa en Facebook.
Amaya Leyva dijo que no podía ofrecer una valoración de la salud del prisionero de conciencia a falta de un diagnóstico profesional. En ese sentido, la familia está buscando un buen médico que pueda hacerlo.
La mujer, que se ha convertido en una activa defensora de la libertad de su esposo y los prisioneros políticos cubano, declaró que su lucha no ceja.
"Otros están enfermos también y tenemos que seguir abogando porque también salgan. La lucha continúa, nos asiste la razón, nos asiste la verdad, queremos justicia, libertad, no solo para los presos políticos, también para todos los cubanos", señaló.
El viernes 25 de octubre Amnistía Internacional (AI) exigió al régimen cubano la liberación de Pedro Albert Sánchez. Lo hizo después de conocer sobre el plantón del opositor. El profesor dijo a su familia entonces que "tras 39 días mal alimentado, con fiebre y dolor de cabeza", decidió plantarse una vez más.
"Miguel Díaz-Canel, libere a Pedro Albert y a los cientos de personas encarceladas injustamente por defender sus derechos", señaló AI en su mensaje, donde además abogó "por una Cuba sin represión".
Desde su encarcelamiento, el opositor ha realizado varias huelgas de hambre y acciones de protesta.
Albert Sánchez padece cáncer de próstata. Las autoridades no respondieron hasta ahora a su familia sobre una petición de licencia extrapenal por su condición de salud, que fue entregada el 6 de mayo pasado.
Participante de las protestas del 11 de julio de 2021 en Guanabacoa, La Habana, un tribunal lo condenó a cinco años de libertad limitada por los cargos de "desórdenes públicos" y "desacato".
Fue internado en la cárcel en noviembre de 2023, luego de que el Tribunal de Ejecución de La Habana revocara su sanción y lo condenara a cumplir en un centro penitenciario cerrado.
En julio de este año, Amnistía Internacional lo declaró "preso de conciencia" y envió una carta al gobernante Miguel Díaz-Canel en la que lo instó a que "lo ponga en libertad de forma inmediata e incondicional".
Me alegra que ese hombre esté en su casa. Nunca mereció ir a prisión. Igual debían liberar a todos los presos políticos, como bien dice Ana Elvis Amaya.