El Tribunal de Ejecución de La Habana revocó la sanción de libertad limitada al activista Pedro Albert Sánchez, y en estos momentos se encuentra bajo el régimen severo de la cárcel 1580 de la capital, según fuentes familiares. Allí deberá cumplir lo que resta de su condena de cinco años de prisión por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J) en Guanabacoa.
"Nos mandó a buscar a mí y a su hijo porque no quería hablar con nadie si no estábamos nosotros presentes", explica en redes sociales su esposa, Ana Elvis Amaya, quien pudo visitarlo este viernes en la prisión, ubicada en San Miguel del Padrón. "Me encontré con una persona muy deteriorada, muy débil. Él llegó allí el 13 de diciembre, se declaró en huelga de hambre y al otro día le leyeron la nueva decisión del Tribunal".
Albert Sánchez, de 66 años y paciente de cáncer, fue detenido el 22 de noviembre cuando intentaba entregar una misiva al Alto Representante para los Derechos Humanos de la Unión Europea (UE), Eamon Gilmore, quien se encontraba en ese momento de visita en La Habana.
La limitación de libertad es una sanción subsidiaria de la privación de libertad reconocidas en el Código Penal cubano. A inicios de año el profesor fue condenado a cinco años de privación de libertad bajo cargos de "desórdenes públicos y desacato", pero el tribunal había decidido sustituir el internamiento por libertad limitada, condicionada a ciertas normas de conducta.
"El tribunal usó lo que él dijo el 17 de octubre, que él no iba a acatar ninguna de las leyes, que él no iba a firmar nada", detalló en una entrevista a Martí Noticias la esposa de Albert Sánchez.
En octubre pasado el activista había declarado ante el juez de ejecución que no iba a aceptar su libertad limitada porque "no podía obedecer ninguna de las condiciones" que se le pusieran, entre otros motivos porque no los consideraba "a ellos" como "un tribunal de justicia".
"La Seguridad del Estado le adjudica a Pedro que él estaba en una libertad limitada y que incumplió con eso, que se reunía con personas de mala conducta, que viajaba fuera de su provincia, que él no ha asumido lo que es libertad limitada", apuntó Amaya Leyva. "Pedro lleva seis días sin ingerir alimentos. Está muy delgado y débil", lamentó la esposa.
En una carta, publicada en el perfil de Facebook, Albert Sánchez dijo: "en tiempos de revolución los revolucionarios van generalmente a prisión, al destierro o a la muerte, yo elegí la muerte antes que una prisión obediente; pido disculpa a mis seres queridos y demás personas que sufren por mi elección pero es la única opción que me han dejado para defender mi dignidad".
Expresó que han pasado largos años "y la democracia del proyecto inicial" de la Revolución "se redujo al marco de una democracia solo para los que entienden o aceptan al mito histórico".
"Siento una alta responsabilidad sobre mis hombros, y más que defender mi libertad, creo que defiendo también la moral y plenitud de los maestros que respiran un clima docente insoportable, de los médicos que realizan su trabajo sin las condiciones mínimas para que su labor sea decorosa; siento que defiendo también la dignidad de policías y guardias que tienen que lidiar con la masa delictiva en las calles y en las prisiones; siento que, de algún modo, defiendo un pedacito de cada cubano y un pedacito de Patria por ende", concluyó la misiva, escrita el pasado día 17 de diciembre en prisión.
Ahí ven la "grandeza " revolucionaria, un enfermo de cáncer con 66 años preso.Solo por pensar y opinar diferente. Esperamos decorar guasimas con los jueces venales y esbirros tan pronto llegue la ocasión...