Alina Bárbara López logra manifestarse en Matanzas, pero otros activistas son hostigados y arrestados

La historiadora y politóloga cubana Alina Bárbara López Hernández realizó sin interferencias mayores su protesta pacífica de cada día 18 en el parque de la Libertad de Matanzas, pese a que durante la jornada varios activistas que suelen sumarse a la acción fueron detenidos o sometidos a interrogatorios para evitar su presencia en el espacio público.

Según la intelectual, que días atrás fue expulsada de las filas de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el miércoles el aparato represivo del régimen no le impidió hacer su manifestación "a pesar de que con ella desafío la arbitraria medida de reclusión domiciliaria que me fue impuesta desde el pasado 18 de junio".

"Estuve una hora en el parque de la Libertad con un cartel en blanco al cuello, que simboliza la manera en que se reprime la libertad de expresión en Cuba", comentó en una publicación en su muro de Facebook.

"Algo inusual hoy fue que el conjunto escultórico de Martí y la Libertad estaba rodeado de andamios y siendo limpiado meticulosamente. Resultaba una verdadera paradoja observar el modo en que la estatua de la mujer rompiendo sus cadenas brillaba bajo el sol inclemente; mientras, la libertad real en Cuba se enloda cada instante con cientos de compatriotas en prisión política, y los días 18 con arbitrarias detenciones, como la sufrida hoy por Jenny Pantoja, conducida a Villa Marista para ser instruida de cargos según informaron a su esposo; o las entrevistas a Jorge Fernández Era, en el mismo lugar, donde también fue citado para mañana Alexander Hall. Respecto a Raymar Aguado, lo citaron para hoy a una estación donde, con irrespeto total, esperó 15 minutos y no lo atendieron, por lo cual se fue", resumió.

López Hernández advirtió que volvería a hacer su protesta si Pantoja y Era seguían en paradero desconocido al finalizar la jornada.

No obstante, al cierre de este reporte la antropóloga y activista Jenny Pantoja escribió en su perfil de Facebook: "Ya estoy en casa. No se preocupen. Luego comento".

Minutos después, el escritor Jorge Fernández Era indicó en su muro: "Un poco agotado, pero de regreso. Gracias a los que se preocuparon por mí. Más detalles luego".

Según varias fuentes, Pantoja había sido detenida al intentar salir de su casa, donde la Seguridad del Estado le organizó un dispositivo de vigilancia para impedirle salir de la vivienda, una forma de hostigamiento que impone arbitrariamente a activistas de la sociedad civil independiente.

En el caso de Era, el pasado martes informó que le habían citado para el centro de torturas Villa Marista, cuartel general de la policía política en La Habana, para someterlo a una "entrevista", eufemismo que usa el régimen para referirse a los interrogatorios, que en general suponen intimidación y amenazas, y que al aparato represivo utiliza además para perfilar el perfil psicológico de cada activista.

Según agregó López Hernández, en el parque matancero donde se manifestó, "a Martí también lo abrillantaban. Al mismo patriota que dijo en carta para la historia dirigida a Máximo Gómez: 'general, un pueblo no se gobierna como se manda un campamento'. Y eso es nuestra amada Isla: un campamento donde se desconocen nuestros derechos como ciudadanos". 

La intelectual señaló que en la declaración hecha pública por la UNEAC a raíz de la ola de repudio que levantó su expulsión de esa organización hay una frase en la que "al referirse a los cobardes, que son para ellos 'el enemigo', le critican que se atrevan a 'invocar supuestos derechos constitucionales para traicionar'. A confesión de partes, relevo de pruebas. Sin hipocresía reconocen en esa declaración que los derechos que reivindicamos no son reales, sino 'supuestos'".

"Para los que dirigen, tales derechos son apenas 'supuestos'; es decir, letra muerta; solo en nuestra voluntad y perseverancia radica el camino para convertirlos en reales y vivir con dignidad. No podemos rendirnos. Se lo debemos a demasiada gente que sufre", finalizó.

Las demandas de la académica durante sus protestas son "una Asamblea Nacional Constituyente elegida democráticamente para redactar una nueva Constitución aplicable en todas sus partes", "que el Estado no se desentienda de la crítica situación de ancianos, jubilados, pensionados y familias que están en pobreza extrema", "libertad para los presos políticos sin exilio obligatorio" y el "cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión".

Por hacer esas demandas y defender su derecho a manifestarse, López Hernández ha sido arrestada por la Seguridad del Estado y la Policía en varias ocasiones, incluso usando la fuerza, y limitada en su libertad de movimiento.

La historiadora y politóloga ha sufrido detenciones y amenazas. También fue incluida en la categoría de "regulada", que el régimen emplea para los cubanos a los que impide salir del país. Antes, la Seguridad del Estado intentó que aceptara el exilio forzado.