Desde que a fines de junio la policía política del régimen detuviera y despojara de su teléfono y de una suma de dinero al colaborador de DIARIO DE CUBA, Jorge Amado Robert Vera, este ha sufrido un hostigamiento constante por parte del aparato represivo, que culminó con un ultimátum de la Seguridad del Estado.
"O me voy del país o seré procesado e iré a prisión", denunció el periodista independiente a esta redacción, después de ser víctima de numerosos atropellos y amenazas.
Jorge Amado recuerda que cuando el pasado 24 julio fue a cobrar una suma en divisas que recibió de sus familiares en el extranjero en el Banco Popular de Ahorro cercano a su vivienda en Santiago de Cuba, todo parecía estar montado por la policía política para arrestarlo.
"Al salir del banco me estaba esperando un operativo dirigido por el mayor Julio Fonseca. Me llevaron a la unidad de operaciones de Versalles y me dijeron: 'te vamos a quitar el teléfono y si encontramos algo ahí, ya tú sabes'. También me despojaron del dinero", refirió.
El teléfono le fue devuelto posteriormente, pero el dinero no; esto último, sin que mediara un documento de ocupación o decomiso.
"Me sacaron la Ley 162 de Comunicación Social, en concreto el Artículo 13, y me dijeron que no puedo publicar en las redes, donde yo soy muy crítico de los funcionarios" del régimen cubano, señaló.
Esa norma impide que en los medios masivos de Cuba haya espacio para otras voces que no sea aquellas que expresen el "pensamiento revolucionario del pueblo" y "su acción transformadora como sujeto social para fortalecer el sistema político cubano y avanzar en la construcción de la sociedad socialista, con apego a los postulados refrendados en la Constitución".
Además, consolida la subordinación de los medios estatales a la ideología socialista y el control del régimen sobre los periodistas de la prensa estatal, como analizó DIARIO DE CUBA en abril de 2023.
Precisamente, cuando la Seguridad del Estado citó a Jorge Amado para devolverle su teléfono, le hizo el ultimátum: "Que no puedo publicar más, dicen que han sido tolerantes conmigo... también me estuvieron proponiendo colaborar con ellos. Les aclaré que nunca voy a renunciar al derecho a la libertad de expresión", señaló el reportero.
Jorge Amado dijo a los represores que para salir de Cuba primero deben quitarle la regulación migratoria que pesa sobre él, así como comprarle un pasaje con el dinero que le robaron.
"Se trata todo de una flagrante violación del derecho a la libertad de expresión, que te veas privado del derecho a vivir en tu país por ejercerlo", enfatizó.
"Entre estar preso o abandonar el país, prefiero la última opción", señaló. Pero en el caso de Jorge Amado hay un impedimento mayor, y es que está a cargo, junto a una hermana, del cuidado de su madre anciana, quien padece de la enfermedad de Alzheimer en progreso.
"Ella sobrevive gracias a la atención y apoyo que le brindo, y a pesar de mi voluntad de no desistir en el empeño de darle en berrinche dentro de Cuba, entendí que en esa condición, lo más prudente para mí y para mi familia, sería marcharme de este infierno", señaló.
El régimen de Cuba ha usado la expatriación forzosa de activistas, opositores y periodistas independientes con frecuencia en los últimos años como un medio para deshacerse de sus críticos y de ciudadanos molestos. Ello, pese a que culpa constantemente a EEUU de estimular el éxodo histórico que experimenta Cuba, acentuado a raíz del puente migratorio organizado por La Habana en coordinación con Managua después del 11J, como una manera de aliviar la creciente presión social que el estallido del verano de 2021 puso en evidencia.
