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Represión

Alina Bárbara López sobre su brutal detención: 'actuaron para poder hacerme una acusación falsa de atentado'

'Lo único que nosotros hicimos fue, instintivamente, tratar de salvarnos, porque nos estaban dando de una manera que era peligroso', cuenta la intelectual.

Matanzas
Alina Bárbara López Hernández.
Alina Bárbara López Hernández. A. B. L. HERNÁNDEZ / FACEBOOK

La brutal detención de las intelectuales cubanas Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja el martes provocó a la historiadora matancera una "laberintitis postraumática", inflamación de una zona del oído interno que regula el equilibrio y le ocasiona vértigo ante cambios bruscos de movimiento.

En sus primeras declaraciones tras el arresto, publicadas por el Laboratorio de Pensamiento Cívico Cuba x Cuba, del que es codirectora, López Hernández consideró "muy grave" lo sucedido.

"Son cosas que años atrás yo misma no hubiera creído. Mis disculpas a todas y todos los que han sufrido algo así y no fueron debidamente acompañados", señaló.

La historiadora, que dijo sentirse "emocional y psicológicamente, la misma de siempre" a pesar de la violencia ejercida contra ella, compartió con detalle los hechos, en los que fue protagonista una oficial de la policía que desde el primer momento se mostró violenta, "muy descompuesta", quien, a pesar de admitir no tener orden de detención, le ordenó que montara en la patrulla.

"No tengo nada y tú sabes que tienes que irte", le dijo la policía, a lo que López Hernández pidió que le explicara, aunque fuera verbalmente, las razones de la detención.

"Yo no estoy cometiendo un delito, yo no estoy haciendo nada ilegal" y la violencia se desató cuando la oficial le aplicó una técnica de artes marciales para tirarla al suelo.

"Yo soy una persona muy alta y me di un golpe muy fuerte. O sea, caí de espaldas, no pude evitar el golpe porque además no esperé esa reacción desmesurada. Utilizar esa técnica contra una persona que no tiene preparación, que no se está enfrentando a ella, que ni siquiera le está levantando las manos ni gestualizando… Simplemente estaba conversando. Cuando yo caí, me di un golpe muy fuerte en la cabeza. Si ese golpe yo me lo llego a dar sobre la carretera, me fracturo el cráneo, pero era sobre la grava del contén, que detuvo un poco el golpe", narró.

"Y cuando caí, sentí, además del dolor, como que los sonidos se apagaban, las voces, los gritos, los gritos de Jenny diciendo que no me maltrataran, yo sentí que bajaron, bajaron. Por un momento se me nubló la vista y sentí como un gusto a sangre en la garganta. O sea, no sangré, pero sentí como que algo, algo ahí se dañó", añadió.

La oficial le exigió a López Hernández que se parara, cosa que ella no hizo, pues estaba "desorientada, atontada". La mujer y otros dos oficiales la arrastraron y de manera violenta la intentaron introducir en la patrulla. En el forcejeo la intelectual se aferró a la charretera de la policía y se quedó con ella en la mano. Según relató, "eso es uno de los elementos que dan ahora para el caso de atentado, porque yo la arranqué".

La violencia ejercida fue a más y la oficial le agarró el pelo muy duro y le haló la cabeza "como si fuera un muñeco" mientras la agresora está subida encima de Jenny Pantoja, sobre el pecho, y le impedía respirar. "No me puedo casi tocar el cuero cabelludo porque lo tengo inflamado", dijo Alina Bárbara.

Ambas intentaron agarrar a la oficial para defenderse. "Eso fue lo único que nosotros hicimos, instintivamente tratar de salvarnos, porque nos estaban dando de una manera que era peligroso, muy peligroso. Las técnicas que se utilizaron fueron unas técnicas que podían hacer peligrar la vida de nosotras y a Jenny la estaban aplastando", denunció.

En el carro de camino a la estación de Matanzas, Alina Bárbara López Hernández tuvo que tumbarse del dolor tan inmenso que sentía. La policía que la agredió y que conducía le dijo: "'Para que aprendas, vas a ir así hasta la estación'. Y así fui, llegó el momento en que el dolor era tan grande, pero tan grande, que yo dejé de sentir dolor, yo dejé de sentir mis manos, las manos sencillamente se me durmieron, se me enfriaron, yo no tenía circulación, dejé de sentir dolor".

"Ni siquiera en el mes de abril cuando las otras tres agentes me golpearon, ni siquiera en ese momento yo sentí tanto peligro como con esta señora, porque ella es una persona que la mandaron para eso, ella iba con esa misión, a Jenny la golpearon, la pasaron para el otro carro, ella podrá contar en detalle, le quitaron el teléfono, le dieron una bofetada, el hombre, el patrullero del otro carro le dio una bofetada por la cara porque ella apagó el teléfono antes de dárselo", añadió.

"La abofeteó, nos bajaron de allí, nos pusieron en habitaciones separadas, nunca nos vimos más, ella vino en un carro, yo en otro, nunca nos vimos y me tuvieron varias horas ahí", dijo.

Operación montada para fabricar un delito común

"No hice más que poner un pie en la estación y ya había un médico allí, reconociendo porque ellos sabían bien las técnicas que habían usado. Yo me quejé de muchos dolores, ellos grabaron todo y unas cuantas horas después fui instruida de cargos, me acusan de atentado porque, según ellos, yo agredí a la agente, a la oficial en el cumplimiento de sus funciones, cosa que es absolutamente falsa porque yo no soy así, porque nunca lo he hecho", aclaró.

"Ellos aprovecharon muy bien dos cosas: una, no dejaron que el carro llegara a Bacunayagua porque ahí hay cámaras y todo queda filmado y ellos no querían que todo quedara filmado, para poder hacerme una acusación falsa de atentado, ellos necesitaban que no se viera nada de lo que estaba pasando para poder mentir abiertamente", consideró.

La historiadora no habló nada dentro de la estación hasta que su abogada acudió. Después de entrevistarse con ambas detenidas, la letrada determinó también representar a la socióloga Jenny Pantoja.

"Yo quiero resaltar que a Jenny ellos no la querían traer para acá (Matanzas), ellos desde que se paró el almendrón en que íbamos, le dijeron a Jenny 'sigue tú, no te bajes'. O sea, solo le pidieron el carnet de identidad y le dijeron 'puede seguir'. Evidentemente a Jenny la iban a detener en cuanto el carro pasara la línea de Bacunayagua y entraran en Mayabeque, pero ellos no querían que Jenny se quedara porque resulta que al Jenny quedarse fue muy valiente, fue una gran persona, fue muy buena amiga y fue muy valiente. Se quedó y ahora resulta que aunque las dos somos coimputadas porque estamos acusadas, de algún modo las declaraciones mías la ayudan a ella y las declaraciones de ella me ayudan a mí", señaló.

"Nosotras estamos diciendo la verdad, fuimos agredidas de manera salvaje, de manera sádica, sin justificación alguna y sencillamente lo que se quiere es que nosotras no ejerzamos nuestros derechos", dijo.

"Mi declaración la tomé ante una cámara, con mi abogada, pero ante una cámara que un oficial de nombre mayor Iván la estaba tomando todo el tiempo, por tanto, todo está grabado, todo está ahí. Yo sí voy a decir algo que mencioné, dije dos cosas, 'una lástima que esa cámara que ustedes tienen ahora aquí no la hubieran llevado en el momento de la detención y nos estuviéramos ahorrando esta acusación por atentado'", dijo López Hernández.

También les dijo "sean honestos, acaben de reconocer que en Cuba se está gobernando como un estado de excepción, al margen de la Constitución están gobernando de facto, el día que ustedes declaren eso ya nosotros sabremos que sí nos queremos arriesgar". 

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9 comentarios

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Bueno, lo único que se puede hacer es tomar nota y no olvidar el rostro a las represoras. Pronto estarán aquí en Miami disfrutando de sus derechos civiles.

Durante la Republiqueta y bajo Batista, no existían mujeres policías, con instintos sádicos, entrenadas para reprimir y atemorizar mediante violencia física a otras mujeres. Lo lindo de esto, es que esta creación femenil es nada menos que, del nazismo aleman, del fascismo italiano y de las ergástulas soviéticas de tiempos de Stalin, un fascista igual, Aparte de la violencia, el relato de esta señora es totalmente creíble, rectilíneo,sin espacios dejados a la imaginación, ni mentiras para acomodar el hecho, además se siente en el mismo la impotencia, ante la brutalidad policiaca sin freno. Hombres y mujeres como estos son los esbirros, que al final no cabrán en el avión, a la huida de Candy y compaña. Y sufrirán la ira y la furia de los cubanos en revuelta.

Profile picture for user Pedro Benitez

Los ciudadanos cubanos con conocimientos de historia, pueden comenzar a establecer comparaciones paralelas (en lo que cabe) entre la dictadura de Batista, y el totalitarismo de la familia Castro.

Profile picture for user Ana J. Faya

Con todo el respeto que bien merece usted, Benítez, pienso que no se trata de hacer comparaciones, porque no hace falta. El abuso contra estas mujeres se sostiene solo. Bajo Batista se cometieron muchos atropellos y hasta crímenes. Pero esta agresión sucede en Cuba hoy, y en eso es en lo que hay que enfocarse. El pasado, pasado está, pero el presente está aquí, abusivo, con represión constante, y el futuro puede ser igual si la población cubana no pone coto a eso.

Profile picture for user El Coyuntural

Pedro Benítez: esa comparación puede hacerla cualquier persona en el mundo menos los ciudadanos cubanos como usted dice. ¿Por qué? Porque en Cuba no hay ciudadanos.

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Pedro Benítez: esa comparación puede hacerla cualquier persona en el mundo menos los ciudadanos cubanos como usted dice. ¿Por qué? Porque en Cuba no hay ciudadanos.

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Pedro Benítez: esa comparación puede hacerla cualquier persona en el mundo menos los ciudadanos cubanos como usted dice. ¿Por qué? Porque en Cuba no hay ciudadanos.

Siembren guásimas, que les van a hacer falta.😀

Los socialistas de foros internacionales amigos de DDC abogan por formas no violentas de lucha.Los verdeolivos que tumbaron a Batista bajo el pretexto de salvar los derechos constitucionales,realizar elecciones no van a dejar el poder así suave.No ,ellos usan sicarios uniformados o de civil de poca monta que después cuando están con la soga al cuello,contra una pared ,dirán : " yo cumplía órdenes de arriba"....y precisamente arriba en un avión estarán Alejandro Castro Espin,su sobrino el " Cangrejo" su hermana " Moco Pegao", algunos generales coroneles y familia.El resto será dejado a la ira popular ,me refiero a estos abusadores que manchan un uniforme que es para defender al ciudadano.Despues lo embarrarán con sus heces fecales y puede ser muy pronto .No van a poder lavarlo....