La cubana Lisdany Rodríguez Isacc, condenada a ocho años de cárcel por manifestarse contra el Gobierno en julio de 2021, está embarazada y la Seguridad del Estado estaría intentando forzarla a abortar, denunció su madre, Bárbara Isaac Rojas.
En un mensaje compartido en Facebook por la ONG Prisoners Defenders, Bárbara Isaac explicó que su hija y el esposo —preso también— intentaron tener un hijo durante años, sin conseguirlo. Lisdany Rodríguez quedó encinta durante una visita conyugal.
Sin embargo, la joven de 23 años no estaría recibiendo los medicamentos que necesita ni la alimentación adecuada en la prisión. Encima, la Seguridad del Estado estaría intentando que interrumpa el embarazo.
En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Isaac Rojas dice que su hija está pasando hambre y opina que la Seguridad del Estado cubano quiere que aborte, porque en la prisión no hay comida.
"En estos momentos, la situación es bastante malita, porque (Lisdany) no tiene alimento ninguno. Arroz le dan dos veces a la semana, poquitico", afirma la madre. La joven embarazada no estaría recibiendo "plato fuerte".
"Está con mucho dolor en la barriga y mareo, y no hay ni gravinol, no hay medicamentos para darle. Entonces, querían que se lo sacara (que se hiciera un legrado). Pero ella, la pobre, no quiere sacárselo, porque ella nunca había salido embarazada. Ahora que salió embarazada, no quiere sacárselo. Ella quiere tenerlo", cuenta la madre de la presa política.
Isaac Rojas asegura que quien quiere que su hija interrumpa el embarazo es "la gente de la Seguridad del Estado". Así se lo hizo saber su otra hija, Lidianis, hermana gemela de Lisdany, que también está presa por su participación en las protestas conocidas como 11J.
"La hermana, Lisdianis, fue la que me llamó y me lo dijo. Y yo dije 'ah, pues yo voy a hacer una denuncia'", explica.
Sobre interés de la Seguridad del Estado en que su hija aborte piensa que es "para no estar atendiéndola ahí. Como no hay medicamento ni hay nada. Para quitarse el golpe de arriba. Ella dijo que no".
Lisdany tiene siete semanas de embarazo, cuenta su madre tras haber hablado con ella por teléfono. "Ahora no la llevan al turno médico ese que les dan a las embarazadas hasta que tenga diez semanas".
Esta cubana está consciente de que, en su condición, su hija necesita estar bien atendida y alimentarse, pero se siente desanimada por la escasez de comida en la cárcel.
"Imagínate tú, si para los presos normalmente no hay comida. Entonces, yo imagino que lo hacen (presionar a Lisdany para que aborte) por eso mismo. Como la situación está mala allá dentro, que los presos no tienen comida, una embarazada va a ser una carga".
Los familiares de presos políticos cubanos suelen denunciar la insuficiencia y la mala calidad de los alimentos que reciben sus seres queridos en las cárceles. A ello se suma la falta de atención médica, que organizaciones de derechos humanos califican como una forma de castigo.
Lisdanys y Lidianis se manifestaron el 11 de julio en Villa Clara y fueron arrestadas cuatro días después. Fueron juzgadas por los delitos de "desórdenes públicos", "desacato" y "atentado". Ambas recibieron sentencias de ocho años de privación de libertad. La madre dice que la petición fiscal era de diez años.
El esposo de Lisdany fue condenado a cinco años de cárcel por sacrificio ilegal de ganado. Según su suegra, ya le tocaba la libertad condicional, "pero se la denegaron. A los (autores de) sacrificios no les están dando libertad condicional".