En el mismo mes en que el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, visitó Cuba para conversar con el Gobierno sobre la alianza mutua, el régimen agudizó la represión de activistas, periodistas independientes, familiares de presos políticos y otros ciudadanos.
De acuerdo con la ONG Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), en mayo se produjeron al menos 354 acciones represivas, con un incremento de las detenciones arbitrarias y otros abusos en comparación con abril.
De esa cifra, puntualiza el informe que la organización con sede en Madrid hizo público el lunes, 83 fueron algún tipo de detención arbitraria, mientras que 271 calificaron como abusos de diverso tipo, entre ellos el sitio policial de 94 viviendas, que aplicó el aparato represivo cubano incluso durante la presencia de Borrell en la Isla.
Se suman también nuevas citaciones policiales, el hostigamiento contra activistas, las amenazas y multas, parte del arsenal represivo habitual del régimen cubano.
Según el OCDH, esto supone un incremento frente a los 178 abusos y las 53 detenciones registrados en abril.
En el informe se puntualiza que al menos 76 abusos se cometieron contra presos políticos en las cárceles, donde sufren condiciones extremas de hambre, insalubridad y hacinamiento, además de negación de atención médica, golpizas y amenazas de todo tipo.
De hecho, en mayo y en el contexto de la visita del representante europeo, la policía política intentó, en coordinación con el sistema penitenciario de la Isla, aplastar una huelga de hambre de al menos 15 presos políticos, quienes exigieron a Borrell hacer referencia a su situación.
"En Cuba se mantiene la represión por razones políticas. La falta de interés de las democracias, empezando por la Unión Europea, en la exigencia de los derechos humanos en Cuba, junto al acercamiento del régimen cubano a Rusia, no auguran cambios positivos en materia de libertades", señaló el OCDH en las conclusiones de su informe mensual.
La organización lamentó que Borrell ignorara la agenda de derechos humanos y no tuviera ni una palabra de aliento para los familiares de los más de 1.000 presos políticos en cárceles cubanas, pese a que anunció al cerrar su visita que en noviembre venidero visitará la Isla el representante especial de la UE para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore.
