Después de pasar más de un año en la cárcel el preso político Carlos Ernesto Díaz González, conocido como Ktivo Disidente, recibió la libertad condicional el pasado miércoles. El opositor fue encarcelado en abril de 2022 tras exigir, en pleno bulevar de San Rafael, en La Habana, libertades políticas para el pueblo. Sin embargo, durante el proceso por el que fue condenado, aseguró, "nunca fue mencionada" aquella acción.
La condena que recibió, a finales de noviembre de 2022, fue de dos años y seis meses de prisión bajo los cargos de "desacato", pero en conversación con DIARIO DE CUBA declaró que se trató de "un proceso espurio":
"Yo aparecía como un desobediente por una acusación falsa que me hizo Felix Millares, un chivato de Cienfuegos, y otra de desacato por no respetar la figura de Díaz-Canel. Yo soy un opositor político con un criterio bien fundamentado. No tengo la necesidad de ofender la figura de nadie, él se ofende solo", añadió el activista.
Denunció además que durante su encarcelamiento recibió malos tratos de los oficiales. "Este año entero me tuvieron bajo ese régimen con golpes, me arrojaron mierda y orine. Yo me enorgullezco muchísimo de la actitud que asumí hasta el último día, cuando sospechosamente me pusieron en libertad", dijo.
Para Ktivo Disidente la prisión "fue toda negativa y dolorosa", más allá de que se consideraba "preparado" para esta experiencia. "Para mí era un orgullo estar preso, pero se me humilló en mi moral, no tenía porque estar preso recibiendo golpes ni recibiendo orine de nadie, sobre todo por asumir una postura honesta. Creo que yo siempre les dejé clara cuál era mi postura", agregó.
Explicó que fue un recluso, "a cambio de unos tabacos que le ofrecieron estas personas (los oficiales)" el encargado de lanzarle orine y excrementos. Buscaron todas las formas de doblegar su carácter, pero expresa que siempre estuvo fuerte: "Acabaron conmigo, pero siempre asumí mi postura, no me vestí de preso, no me paré en firme delante de ningún oficial y estuve dando berro hasta el último momento".
Sobre los malos tratos y agresiones físicas tiene denuncias bien concretas, algunas con nombre y apellido. Cuenta que un día lo golpearon cuatro guardias del penal: "Los oficiales Maykel Medina Terry, el capitán Osorio, Madraso y un cuarto desconocido para mí descaradamente me cayeron a golpes en un pasillo al lado de mi celda. Yo estaba esposado y después me 'encarretillaron' escalera arriba, escalera abajo".
"Estoy dispuesto a seguir asumiendo mi postura, que es irrevocable desde el punto de vista de ciudadano honesto, que no es comunista y que tiene el derecho a no serlo y a participar en la vida política del país. Voy a hacer lo que tenga que hacer porque yo no estoy cometiendo ningún delito, expresarse en libertad es un acto de honestidad y no me importa si por asumir esto tengo que volver a la prisión", declaró sobre cómo será su vida después de su paso por la cárcel.
Ktivo Disidente estaba recluido en la prisión de Ariza, en la provincia de Cienfuegos. Allí realizó varias huelgas de hambre para exigir justicia por su encarcelamiento ilegal y por los maltratos que recibía dentro del recinto penal. La más reciente fue el pasado mes de mayo para exigir su libertad y la de todos los presos políticos en Cuba.
