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Represión

'No quiero que llegue el Día de las Madres': familiares de los presos del 11J

'Es una injusticia que esté presa tanta juventud por pensar diferente. Mi hija no es ninguna delincuente, es una niña que tenía sus metas', dice la madre de Yunaikis de la Caridad Linares.

Madrid
Jenni Taboada, ante un mural con fotos de su hijo, el preso político Duanni León Taboada.
Jenni Taboada, ante un mural con fotos de su hijo, el preso político Duanni León Taboada. J. Taboada/Facebook

El Día de las Madres de 2021 es el último que cientos de cubanas recuerdan con felicidad. Dos meses después —el 11 de julio—, miles de personas se echaron a las calles en toda Cuba para protestar por la crítica situación del país. El Gobierno no pudo apresar a todos los manifestantes, pero encarceló a suficientes como para intentar escarmentar al resto de la población. Cientos de familias de Isla quedaron así rotas.

"Yo no sé lo que ha pasado con mi mente, y se lo he dicho a varias personas, entre ellas la psiquiatra que me atiende, pero tengo vagos recuerdos de mi vida antes del 11 de julio", dice a DIARIO DE CUBA Jenni Taboada, madre de Duanni León Taboada, sentenciado a 14 años de privación de libertad por participar en las manifestaciones del 11J en el municipio Diez de Octubre, en La Habana. "Es como si yo hubiera empezado a vivir después del 11J de 2021 y no encuentro explicación para eso".

"Yo siempre viví en Centro Habana y mi hijo Duanni vivía en Arroyo Naranjo, donde tenía su propia casa y su salón de belleza para hombres. Yo tengo cuatro hijos, Duanni y tres hembras. Siempre todos se reunían conmigo (el Día de las Madres), Duanni solía llegar tarde por su trabajo, pues en esa fecha tenía mucha demanda de clientes", recuerda Taboada.

"Siempre estábamos a su espera; cuando llegaba, era el alma de la fiesta. Lo recibíamos con sonrisas y alegrías. Todo era mucho amor y felicidad en nuestra pequeña familia de una madre y sus cuatro hijos, a la que se sumaban la nuera, los yernos, las felicitaciones por teléfono… lo pasábamos muy bien. Duanni era un hijo que respetaba mucho esas ocasiones. Él le dedicaba un tiempo también a su suegra", añade.

Durante estos dos años posteriores a las multitudinarias manifestaciones, las madres de los jóvenes encarcelados no han dejado de hacer presión para que sus hijos sean puestos en libertad. Bárbara Farrat es una de las mujeres que no paró hasta tener en casa a su hijo, Jonathan Torres Farrat, menor de edad en el momento en que fue arrestado. Después de ese logro, ha continuado apoyando a las demás familias que aún esperan que se haga justicia.

"Yo estoy agradecidísima a todas las personas que lucharon conmigo desde que supieron el caso de Jonathan", dice Farrat.

"Estoy contenta porque voy a pasar el Día de las Madres con mi niño, aunque a la vez triste porque he visto muchos posts en Facebook de las otras madres y me recuerdan al año pasado, cuando él no estaba conmigo para esta fecha".

"Me gustaría decirles a las otras madres que no pierdan la fe y tomen el caso de Jonathan como un ejemplo y como un rayito de esperanza, pues si seguimos denunciando vamos a poder sacarlos a todos. Ellos no nacieron allá adentro, nacieron libres de corazón y pensamiento. Sería un poco hipócrita desearles felicidades, pero les mando mucha fuerza para lograr tenerlos afuera", expresa Farrat.

Las familias que continúan en esta fecha separadas de sus hijos, padres, hermanos, sobrinos condenados injustamente por motivos políticos cargan un sentir devastador.

"Yo me he engrandecido en esta lucha y he cogido una fuerza que ni me reconozco. Siento que estoy preparada para este enemigo que nos enfrenta y es capaz de tantas cosas horribles, pero los sentimientos son inevitables. Esta semana yo he estado sumamente triste, con un nudo en la garganta para aguantar las lágrimas, porque realmente no quiero llorar, pero yo realmente no quiero que llegue el día de las madres", afirma entre sollozos Taboada.

"Para mí este Día de las Madres es muy triste ya que no tengo a mi hija. Ella siempre fue muy apegada a mí y a sus hermanos. Nos han destruido la vida por completo. Es una injusticia que esté presa tanta juventud por pensar diferente. Mi hija no es ninguna delincuente, es una niña que tenía sus metas, un futuro", dice Niurka Rodríguez, madre de Yunaikis de la Caridad Linares Rodríguez, sentenciada a ocho años de privación de libertad.

"Yo no tengo ninguna alegría porque mi hija es mi fruto y me la han quitado de mi lado. En este Día de las Madres no tenemos felicidad porque ya van a ser dos años. Por eso pido que se haga justicia y pido libertad para mi hija", agrega Rodríguez.

Similar angustia expresaron a DIARIO DE CUBA Yudinela Castro, madre de Rowland Castillo, condenado a cinco años y quien llegó a la mayoría de edad dentro de la prisión, y María Celia Aguilera García, madre de Luis Armando Cruz Aguilera, sentenciado a diez años de cárcel.

Las condenas de estos jóvenes son el resultado de la arremetida del castrismo para castigar a las personas que se revelaron en medio de la crisis que atraviesa el país y que, lejos de mejorar desde julio de 2021, sigue empeorando, con la carencia de alimentos, medicinas y la inflación imparable.

Según la plataforma Justicia 11J, desde el estallido social del 11 de julio de 2022 han sido detenidas en Cuba unas 1.812 personas. 768 siguen en prisión y 742 han sido juzgadas.

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