El activista Pedro Albert Sánchez convocó a amigos y otras figuras con las que se identifica a acompañarlo este lunes a la sede del Ministerio del Interior en La Habana para exigir "respeto" a la organización de los intelectuales que cuestionan al régimen y para alertar sobre la violencia con que se está manejando el disenso.
En declaraciones a DIARIO DE CUBA, el profesor de 66 años, detenido por participar en las protestas del 11J y excarcelado por problemas de salud en octubre de 2022, dijo que va a "exigir, no pedir, que se escuche a los profesionales".
"Voy a exigir que se le permita a Luis Rodríguez, el esposo de una de las hermanas Garrido, y a Ailex Marcano, madre del preso político Ángel Véliz Marcano, que me acompañen en un análisis sobre la forma en que se está manejando por el Estado, la violencia con que está manejando el Estado todas las cosas que estamos tratando de hacer de forma decente y civilizada por los presos del 11 de julio", dijo.
"Yo solo ya terminé de conversar. Yo necesito compañía. Convoqué a Jorge (Fernández Era) y a la doctora Alina (Bárbara López Hernández). Con Jorge no he podido comunicarme. La doctora Alina prefiere que un intercambio de este tipo sea a nivel de Partido, porque ella con el Ministerio del Interior no tiene nada más que dialogar", añadió Sánchez.
"La exigencia es que escuchen a los profesionales, estoy convocando a los intelectuales, a las personas que tenemos derecho a pensar y a determinar sobre la forma en que se están manejando los sucesos. Convocar a intelectuales para que nos tengan que escuchar", señaló.
Como manifestó en una directa en Facebook donde anunció su decisión de presentarse este lunes en el Ministerio del Interior, el activista está "preocupado por los muchachos presos políticos", los del 11J y el resto, "por los que pueden caer presos después y preocupado por el estallido de una guerra civil".
"Vamos camino de una guerra civil, hay que escuchar a los intelectuales, hay que permitir a los intelectuales que se reúnan, conversen, se organicen. Lo diría en una sola palabra: respeto, respeto a los criterios, respeto al derecho de reunirnos", concluyó sus declaraciones a esta redacción.
En su anuncio en un video, Pedro Albert Sánchez convocó "a los tenientes coroneles Abel y Quintana, de Prisiones", que son los que lo conocen y han conversado con él. También reclamó "una hora de Alina Bárbara López o Yoanys Sánchez en la televisión".
Pedro Albert Sánchez fue condenado a cinco años de limitación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021. Fue juzgado en octubre del pasado año por el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, pero en enero fue que se hizo pública su sanción bajo cargos de desorden público y desacato.
Desde que fuera excarcelado en octubre de 2022 por problemas de salud, el profesor manifestó su voluntad de realizar una caminata (en solitario o acompañado) por la libertad de los presos políticos del 11J. Por esa acción recibió varias amenazas de la Seguridad del Estado, que le dijo que incurría en un ''delito'' si realizaba la marcha.
Albert Sánchez le envió una carta a principios de diciembre último al gobernante Miguel Díaz-Canel, en la que le solicitaba un pronunciamiento sobre su decisión de realizar la caminata desde La Habana Vieja hasta el Vedado.
''Que yo no haga nada por esos muchachos que, a juicio mío, dejé encerrados injustamente unos y con sanciones exageradas otros, no es una opción. La caminata es negociable, hasta mi propia vida es negociable, lo que no es negociable es mi voluntad de entregarle a ellos y sus familiares la bondad de mi corazón, la sabiduría de mi mente y la luz que Dios pueda haber depositado en mí, para sus oscuras vidas tras las rejas'', dijo Albert Sánchez en esa carta.
Hasta la fecha, y como era previsible, el activista no ha recibido respuesta del Gobierno cubano. Ha realizado varias caminatas después.
Albert Sánchez estuvo 11 meses encarcelado en la prisión de Valle Grande, tras ser detenido pocos días antes de la la protesta del 15 de noviembre, convocada por el grupo Archipiélago.
“Los profesionales” no escuchan a los profesionales. Es posible invitar a estudiantes universitarios a tertulias-comunitarias en casa.